Capítulo 12: Mía.

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Joshua Nicols

Ella estaba tan interesada en el caso que ni siquiera lo pensó dos veces, simplemente se fue conmigo sin saber que esa sería la peor elección de su vida, puse el trapo en su cara pero ella se resistió, yo no quería lastimarla pero ella si quería hacerlo, dejo un rasguñó en mi cara pero aún así no la solté hasta que ví que se quedó quieta, comencé a desnudarla, le quite la ropa y baje todas sus cosas de el auto, las dejé junto al río, le puse una manta enzima y desbloquee su teléfono con su dedo, tenía dos mensajes de Megan.

Amor ♡
Tengo un mal presentimiento ¿Estás bien? Llámame en cuanto leas esto, te amo.

Amor ♡
Alsey? Cariño por favor contestame

El teléfono comenzó a sonar, deje el teléfono en el piso y comencé a conducir a mi casa, me asegure de que nadie me viera entrar y la lleve a la cámara que había preparado para ella, la recoste en la cama y le dejé ropa para que cuando despertara se vistiera.

Salí y fui a el trabajo de Alsey, actúe con total normalidad al dejar la comida de todos como todos los días, a las 4 Megan entro corriendo hasta la oficina de Alsey, salió y pregunto por ella luego me miró a mi.

— ¡¿Dónde está?! – grito golpeando mi pecho, retrocedí

— ¿De que me hablas? – contesté

— ¡Tú debes saber dónde está siempre estás aquí detrás de ella! – grito

El oficial Ryment se acercó rápidamente, claramente tener una escena así frente a todos no era buena idea.

— Vamos a mi oficina por favor – dijo, Megan lo miro con los ojos cristalizados y obedeció al igual que yo

— ¿Dónde está? Dime qué está bien – dijo Megan comenzando a llorar

— Alsey me pidió el auto – dije – No se a donde fue parecía tener prisa

— ¿Y porque no se llevó su auto? – pregunto Megan

— No lo sé, no me dijo

— ¿Y tú auto? – pregunto Megan

Antes de venir hacia acá tuve que dejar el auto en el río de nuevo, me quedaría sin auto pero todo por mi hermosa Alsey.

— No lo sé, acabo de decir que Alsey se lo llevó

El oficial Ryment la llamo varias veces, pero ella lógicamente jamás contesto

— Vamos a rastrearla con el GPS – dijo el

Rápidamente busco en su computadora y en menos de 10 minutos las cordenadas de el lugar fueron arrojadas como resultado, un equipo salió mientras nosotros esperábamos ahí.

El brillo en los ojos de Megan por las lágrimas ahora solo estaba opaco, en menos de 1 hora su aspecto físico había cambiado trágicamente, como si llevará mil años sufriendo por no saber dónde estaba Alsey.

Sentía pena por ella, no tenía del todo la culpa, pero debía entender que Alsey era mía y no suya, aún así sentí tristeza por Megan pues la pobre se había desmoronado en un abrir y cerrar de ojos, si estaba así por un solo momento sin ella, no quería ni imaginar cómo se sentiría sin estar con ella toda la vida.

Pero la elección era trágica, o ella se quedaba con Alsey o yo me quedaba con ella, ambos éramos tan posesivos que descarte esa opción de mi mente en un segundo, debía ser mía sin importar que ella se estuviera muriendo en vida por eso.

— Tú tienes la culpa – hablo Megan después de un rato en total silencio

— ¿Y por qué yo?

— Tu debiste ir con ella ¿Cómo se te ocurrió dejarla ir sola? ¡Que no sabes que un puto enfermo loco está detrás de ella! – grito, wow dolió lo de puto enfermo loco

Dulce Obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora