Capítulo 9. Comprometidos

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Eran alrededor de las diez de la noche cuando Naruto llegó a su casa, ya estaban todos en sus cuartos descansando, entró a su recamara donde yacía Hinata dormida, comenzó a desvestirse para posteriormente buscar entre su guarda ropa un pans gris oscuro, con un cordón negro, bolsas a los lados y atrás, terminó de ponérselo y fue al baño a cepillar sus dientes y lavar su cara, regresó a la cama para recostarse, se abrigó un poco con la cobija que solo le cubría las piernas, el abdomen estaba al desnudo, su brazo recargado sobre la almohada detrás de su cuello, posicionaba la vista en el techo, aunque realmente no lo estaba observando, por su cabeza solo deambulaban las palabras que Kurama le había dicho y sus vagos recuerdos.

Ese día quizás solo pensaba en lo lastimado que estaba por los golpes que recibí de todas las chicas, pero casi estoy seguro haber sentido nuestras lenguas tocarse, y aunque de momento ambos expresamos desagrado lo cierto es que, era mi primer beso, recuerdo estar en mi cama tocando mis labios, no podía creer que me había besado con Sasuke.

Pensando todo desde una perspectiva diferente... yo estaba muy chico y soy muy tonto para esas cosas, pero siempre que estábamos compitiendo, hasta cuando entrenábamos, tenía que esforzarme mucho por no distraerme con él, como cuando escalábamos arboles con chakra. Desde que estábamos en la academia realmente quería acercarme más pero mi orgullo nos hacía pelear y eso no cambiaba.

Recuerdo que justo en esos días Haku me preguntó si entrenaba por una persona especial y siendo sincero conmigo mismo en esos momentos mi mente pensó en Sasuke, pero yo quería superarlo, Sasuke siempre me protegía, sin importar poner su vida en riesgo, yo renegaba, pero quería que él me necesitara, en cada misión era yo el salvado por él.

Pero cuando me salvo la vida en la batalla del puente y creí perderlo, mi ira dejó salir el manto de Kurama, era la primera vez, tenía sed de venganza, me había afectado como nunca nada en el mundo, el dejó su sueño a un lado por mí, y cuando lo vi otra vez de pie, sentí un vuelco en mi corazón, después ya no podíamos ni vernos y por todo peleábamos, realmente nos había marcado, me sonrojaba cada vez que me veía, y definitivamente estaba ocupando un lugar especial en mí, que nadie podría remplazar.

Es que todo esto, es tan confuso, ¡Demonios! Por una parte, creo que tergiverse el amor de amigos o hermanos, al amor como pareja, pero yo estaba tan agradecido con Sasuke porque siempre se preocupaba por mí, nunca me cuestioné por qué lo pensaba todos los días, por qué era mi fuente de motivación, e incluso a veces me refería a él como si me perteneciera, aunque me molestara que Orochimaru hablara así de él, le pedía que me lo devolviera, como si fuera mío ¿Es que acaso lo sentía mío?

Me molestaba que Sai ocupara su lugar ¡Es verdad! Llegué aceptar que Sasuke era más guapo y genial, con qué razón Sakura quedó tan sorprendida.

Sakura... es verdad, ella lo ama y siempre lo ha amado, quizás por eso nunca me di la oportunidad de pensarlo de esa manera, sería como traicionarla, aunque él solo la ignoraba.

¿He sido tan idiota para no diferenciar lo que sentía? Aun y cuando sufrí un ataque de ansiedad al enterarme que lo eliminarían, y lo elegí a él, antes que, a la aldea, mis amigos, antes que a mí mismo y mi sueño de ser Hokage, así como él había renunciado al suyo en el gran puente Naruto, cuando me salvó, decidí morir con él, mi vida no está completa sin él. ¿Aun con eso no me di cuenta?

De pronto Hinata se movió y sintió a su esposo en la cama, se acercó a él, reposó su cabeza en el brazo de Naruto y acaricio su pecho.

— Hola querido, no te sentí llegar, ¿Hace mucho que llegaste? — habló Hinata tímidamente.

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