Capítulo 16. Diferencias

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— ¿Qué tanto piensas? — lo observa Naruto intrigado.

— ¡Eh! — Sigue sin saber que decir el pelinegro.

— ¿No estas pensado, en que esto terminaría aquí verdad? Tú no te mereces esto, ni yo, nos amamos, mi lugar está contigo. A menos claro, de que seas tú el que no quiere estar conmigo, en tal caso, tampoco me daría por vencido. — expresa el rubio.

— Creo que, si hay alguien que siempre lo ha deseado soy yo.

— ¿Entonces por qué dudas?

— Naruto, tú eres el Hokage, si dejas a tu familia por mí... eso te afectaría mucho.

— Esa es mi decisión.

— No estas pensado con claridad, podríamos vernos en ocasiones, hasta que te releven.

— ¿Y mientras? Yo no quiero volver a tocar a Hinata ¿Con qué cara?

— ¡No lo menciones dobe, yo tampoco quiero compartirte con nadie!

— No solo es Hinata, yo adoro a Sakura, pero... pero yo no lo soportaría.

— No tengo que hacerlo, incluso yo me puedo separar para que veas que es verdad. Y podría aceptar con todo el dolor que eso me causa, que cumplas como marido en alguna ocasión, pero no quiero que me lo digas.

— ¿Y qué te tome como mi aventura? Tú no eres mi aventura, aspiro a darte todo de mí, ¿Por qué no lo puedes entender?

— ¡Tú eres quien no lo entiende!

Se levanta Sasuke que estaba recargado sobre el pecho de Naruto.

— Yo jamás te pediría algo que pudiera afectarte, yo había renunciado a ti cuando tenía 19 años, no sabía que esto pasaría.

— Entonces quieres renunciar y que renuncie, Sasuke dime una cosa ¿Me conoces?

— Perfectamente, jamás te rindes y nunca retiras tu palabra. Pero precisamente por eso es que me surgen dudas, ¿Vas a retirar tu palabra con Hinata?

Naruto, quien momentos antes, entre la acalorada discusión se había sentado para hablar, bajó su mirada inclinando su cabeza y frunciendo el ceño denotando impotencia.

— Me estás diciendo que retenga mi palabra a pesar de mi felicidad y la tuya — habló con una expresión de tristeza y amargura.

— Solo digo que aún no es el momento, ya les hemos fallado, en este momento podríamos ser los peores hombres de la tierra, y lo que lo hace aun peor es que eres el Hokage, es algo que no van a pasar por alto.

— Ya estuve a punto de renunciar a todo por morir junto a ti, ¿Por qué piensas que no puedo hacerlo ahora?

— Naruto, en este momento no hay nadie mejor que tú para ocupar ese cargo.

— Pero si la aldea no lo cree así porque amo a otra persona, no los puedo obligar aceptarme como su Hokage, tienen derecho de tener a quien consideren digno.

Nada de lo que diga de su puesto lo hará cambiar de parecer, lo sé. ¡Maldita sea! Nunca me imaginé que Naruto correspondiera a mis sentimientos, ahora menos que querría dejar todo por mí, ni en lo más remoto de mis pensamientos preví esta situación, por primera vez no sé qué hacer.

— ¿Y nuestros hijos? — pregunta el Uchiha para hacerlo reflexionar.

— Bueno por lo anterior, si Sarada te preocupara de ese modo, no me dirías que te vas a divorciar, sabes que ella es una buena niña y te aceptaría, por mi parte, Hima, ella también es una niña muy linda y amorosa, esta chiquita, pero sé que puedo decírselo en su debido momento, con Boruto, bueno tu sabes, él siempre tiene dos problemas enojarse y contentarse, es así, tendría que terminar de aceptarlo. Finalmente, mi razón de vivir son mis hijos, tú el amor de mi vida y Hinata que es la madre de mis hijos.

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