— ¿Qué tanto piensas? — lo observa Naruto intrigado.
— ¡Eh! — Sigue sin saber que decir el pelinegro.
— ¿No estas pensado, en que esto terminaría aquí verdad? Tú no te mereces esto, ni yo, nos amamos, mi lugar está contigo. A menos claro, de que seas tú el que no quiere estar conmigo, en tal caso, tampoco me daría por vencido. — expresa el rubio.
— Creo que, si hay alguien que siempre lo ha deseado soy yo.
— ¿Entonces por qué dudas?
— Naruto, tú eres el Hokage, si dejas a tu familia por mí... eso te afectaría mucho.
— Esa es mi decisión.
— No estas pensado con claridad, podríamos vernos en ocasiones, hasta que te releven.
— ¿Y mientras? Yo no quiero volver a tocar a Hinata ¿Con qué cara?
— ¡No lo menciones dobe, yo tampoco quiero compartirte con nadie!
— No solo es Hinata, yo adoro a Sakura, pero... pero yo no lo soportaría.
— No tengo que hacerlo, incluso yo me puedo separar para que veas que es verdad. Y podría aceptar con todo el dolor que eso me causa, que cumplas como marido en alguna ocasión, pero no quiero que me lo digas.
— ¿Y qué te tome como mi aventura? Tú no eres mi aventura, aspiro a darte todo de mí, ¿Por qué no lo puedes entender?
— ¡Tú eres quien no lo entiende!
Se levanta Sasuke que estaba recargado sobre el pecho de Naruto.
— Yo jamás te pediría algo que pudiera afectarte, yo había renunciado a ti cuando tenía 19 años, no sabía que esto pasaría.
— Entonces quieres renunciar y que renuncie, Sasuke dime una cosa ¿Me conoces?
— Perfectamente, jamás te rindes y nunca retiras tu palabra. Pero precisamente por eso es que me surgen dudas, ¿Vas a retirar tu palabra con Hinata?
Naruto, quien momentos antes, entre la acalorada discusión se había sentado para hablar, bajó su mirada inclinando su cabeza y frunciendo el ceño denotando impotencia.
— Me estás diciendo que retenga mi palabra a pesar de mi felicidad y la tuya — habló con una expresión de tristeza y amargura.
— Solo digo que aún no es el momento, ya les hemos fallado, en este momento podríamos ser los peores hombres de la tierra, y lo que lo hace aun peor es que eres el Hokage, es algo que no van a pasar por alto.
— Ya estuve a punto de renunciar a todo por morir junto a ti, ¿Por qué piensas que no puedo hacerlo ahora?
— Naruto, en este momento no hay nadie mejor que tú para ocupar ese cargo.
— Pero si la aldea no lo cree así porque amo a otra persona, no los puedo obligar aceptarme como su Hokage, tienen derecho de tener a quien consideren digno.
Nada de lo que diga de su puesto lo hará cambiar de parecer, lo sé. ¡Maldita sea! Nunca me imaginé que Naruto correspondiera a mis sentimientos, ahora menos que querría dejar todo por mí, ni en lo más remoto de mis pensamientos preví esta situación, por primera vez no sé qué hacer.
— ¿Y nuestros hijos? — pregunta el Uchiha para hacerlo reflexionar.
— Bueno por lo anterior, si Sarada te preocupara de ese modo, no me dirías que te vas a divorciar, sabes que ella es una buena niña y te aceptaría, por mi parte, Hima, ella también es una niña muy linda y amorosa, esta chiquita, pero sé que puedo decírselo en su debido momento, con Boruto, bueno tu sabes, él siempre tiene dos problemas enojarse y contentarse, es así, tendría que terminar de aceptarlo. Finalmente, mi razón de vivir son mis hijos, tú el amor de mi vida y Hinata que es la madre de mis hijos.
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REVELACIONES
RomanceSíntesis Tras varios años, después de la cuarta guerra ninja, un acontecimiento inesperado entre los héroes del mundo ninja termina por revelar sentimientos ocultos, solo para hacerlos pasar por una jugada difícil en sus vidas y que los hará reflexi...