Capítulo 13. Ansias

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Naruto fijó su mirada en los carnosos labios del Uchiha, sentía una obsesión por volver a tocarlos, atrajo con las manos su rostro y comenzó a poseerlos, en un principio tentaba su boca con suaves movimientos pero el calor de la pasión los llevó a intercambiar saliva, pequeñas mordidas hacían presencia, mismas que provocaban que la temperatura de sus cuerpos incrementara de manera acelerada, el deseo los estaba consumiendo, no tenían claro a donde llegarían, pero sabían que ninguno de los dos se detendría, ambos anhelaban apropiarse de sus cuerpos y almas.

El beso se intensificaba y con ello sus agitadas respiraciones, en cada movimiento se transmitían las ganas de devorarse, Naruto mientras lo besaba, empujaba con su cuerpo al pelinegro para que se recostara en el piso, dejando muy asombrado a Sasuke, al igual que el rubio, también su cuerpo exigía más, aunque no tenía ni la menor idea de cómo actuar, era claro que su amante se estaba subiendo arriba de él, lo que le provocaba una especie de gusto e inquietud al mismo tiempo.

No quiero detenerme, pero ¿Qué hago? ¿Qué está haciendo? No hay un papel entre nosotros, no hemos hablado de ello.

Aún y cuando se encontraba un poco intranquilo no podía negarse a la persona que ama, el solo hecho de que Naruto le tocara le estremecía, así que sin ofrecer resistencia quedó recostado en el suelo, entre sus piernas se encontraba un muy alterado Hokage muerto de sed del Uchiha, ambos enardecían de pasión y las ansias eran palpables.

— Sasuke, siento que me quemo por dentro, aspiro a probar cada centímetro de ti y no creo que pueda detenerme.

— Yo también ambiciono poseernos, aunque todo esto, es extraño y nuevo.

— Solo dejemos que el cuerpo nos guíe.

— Pero — hizo una pausa algo apenado — yo no soy mujer— dijo el Uchiha preocupado.

— Lo sé, pero te pido que por favor no me detengas, te prometo que me entregaré a ti, del mismo modo en que tú lo hagas — afirmó el rubio, sosteniendo su mirada en aquellos ojos negros que le fascinan — Eres tan hermoso Sasuke, no creo jamás en la vida sentir esta emoción, este deseo, esta sed que me induce a saborear tu piel, me siento extremadamente excitado.

— Entonces hazlo, quiero hacerte mío y que me hagas tuyo — contestó Sasuke completamente seducido por las palabras del rubio.

Los labios del rubio se encontraron con el cuello de Sasuke, este último estiraba su cabeza dando espació para que lo lamiera a su antojo, presuroso, con aquellas manos que temblaban de impaciencia comenzó a retirar la capa que llevaba puesta el moreno, con torpeza desabrochaba el chaleco para continuar con su camisa, cuando terminó se detuvo un momento guardando distancia entre sus cuerpos, frente a Naruto yacía un blanco y tonificado torso desnudo, su expresión se mantuvo seria, su respiración profunda, su mirada intensa viajaba por todo el Uchiha, pretendía admirarlo, se deleitaba con tan fascinante panorama. Una mirada intimidante lo estudiaba o así lo hacía sentir su amante.

Naruto se relamió los labios después de examinarlo por varios segundos.

— Tómalo Naruto, sé que lo necesitas — dijo Sasuke avivando el deseo — no se puede negar tu apetito, lo sé porque justo ahora estoy igual de caliente, lo comprendo perfectamente, estas enganchado en mí, como yo de ti.

Incitado por el Uchiha, Naruto regresó a los labios de Sasuke, quería profanar su boca y llevarse hasta el último aliento. Encima del pelinegro y con su miembro completamente erecto empezó a frotar sus penes, ambos estaban muy duros, el placer humedecía sus pantalones, gemidos de satisfacción se escuchaban en la habitación, al principio los movimientos eran suaves, pero eso duraría muy poco, el calor de sus cuerpos los obligaba a restregarse con vigor.

— ¡Ah! ¡Argh! — gemía y se quejaba el rubio — Amor, me tienes ardiendo — acentuaba, expresando en el rostro el sufrimiento que ejercían sus ganas contenidas.

— No pares, solo no dejes de hacerlo, quiero que me ames — Ordenaba el Uchiha excitado.

— Lo hago, y esta no será la única forma en la que te lo demuestre.

— Quiero más, aún no obtengo suficiente, solo ámame — contestó Sasuke, observándolo detenidamente a los ojos, relamiendo y mordiendo sus labios.

Sus penes palpitaban de lo ardientes que se encontraban y sin esperar más, ambos desabotonaron las prendas que cubrían sus miembros viriles, Naruto por su parte, continuó con la ropa que cubría sus fornidos músculos, deseaba quedar por completo piel con piel.

Por otro lado, Sasuke ya no tenía que seguir reprimiéndose, con su mano acariciaba los relieves del abdomen de su hombre, en ese momento él era de su propiedad, levantó su espalda del suelo para encontrarse con los senos de Naruto, lamió aquellas tetas rozadas que le incitaban a mamar, con la punta de la lengua giraba en torno a su aréola para después chupar su pezón una y otra vez dejando toda la zona chorreante de saliva, Naruto gemía de placer, apretaba los dientes y labios, fruncía el ceño evidenciando su ardor, la baba derramada recorría su abdomen y eso le prendía bastante.

— Es...pera amor, es...toy en mi limite — dijo el rubio, con la respiración entre cortada — No quiero detenerme ni un segundo, quiero ser completamente imprudente, y sucio contigo, amo tenerte tan cerca, me siento en el paraíso y no pienso hacer que termine pronto.

Volvió a recostar a Sasuke para que sus penes volvieran a rozar, siguió frotándose contra él, esta vez no había ni una sola capa de prenda entre ellos, podía sentir la carne haciendo fricción, el líquido preseminal se impregnaba entre sus genitales, no paraban de gemir de placer, cada vez más, sus instintos más salvajes se despertaban como nunca antes habían experimentado, sus movimientos seguían sin ser suficiente.

Naruto bajo la mirada para observar como sus penes seguían unidos y mojados, la boca se le hizo agua, tragó saliva y comenzó a deslizar su lengua por el pecho del Uchiha, lamió sus pezones tal y como se lo había prometido, se entregaría del mismo modo que su hermoso hombre, aunque para él no representaba mayor dificultad, el hambre por experimentar todo con Sasuke lo sobrepasaba.

Dejaba un camino de saliva por su torso, hasta que se detuvo en la entre pierna del Uchiha, admiraba un pene bastante duro, las venas podían sentirse al tacto, su glande aún vertía fluidos, su tamaño era grande y sugerente.

¿Quiero probarlo? ¿De verdad, quiero llevarme su pene a la boca? Me lo estoy saboreando, deseo tanto lamerlo, pero quiero, no, necesito que sea él quien me pida más y complacerlo.

En el rostro de Naruto se podía comprobar el deleite que le causaba ver semejante miembro.

— ¿Quieres probarme? — preguntó impaciente, Sasuke.

— Si amor, quiero complacerte e indemnizar todo el tiempo que hemos perdido.

— Pruébame, a partir de hoy mi pene siempre será para ti.

¿Siempre para mí?

Por un momento le paso una peli rosa por la cabeza y sintió celos, mismos que lo impulsaron a colocar las manos en ambos extremos de las piernas del pelinegro y llevarse el miembro a su boca con extremo desespero, ese Uchiha era suyo y de nadie más, su cuerpo estaría marcado por él, no iba a permitir que volviera de nuevo a ser tocado.

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