Capítulo 12. Reciprocidad

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Si hay algo que de verdad le agobia a Sasuke eso es mostrarse afectado, no le gustaba la situación, pero remover todos aquellos recuerdos fue más difícil de lo que él pudo pensar, haber desnudado su alma frente al amor de su vida lo lastimó más de lo que imaginó, sentía haber perdido su dignidad, pero si con ello recuperaba la confianza de Naruto habría valido la pena.

Naruto no era más fuerte de lo que aparentaba en aquel cuarto iluminado con velas que poco a poco iban perdiendo luz, pero el oír de la propia voz de Sasuke sus sentimientos, le daba el temple de corresponder con el mismo valor.

Al ver tan destrozado a quien reconocía como su verdadero amor, se levantó enseguida para abrazarlo, lo rodeó con sus brazos apoyando su mejilla en la de Sasuke, y cerró los ojos.

— Te amo — le susurró Naruto al oído.

Sasuke, que hasta en ese momento había mantenido sus ojos y labios cerrados con fuerza, impulsó su cuerpo hacia atrás apartándose del rubio, su miraba se fijó en Naruto completamente desconcertado, pero se mantuvo en silencio. Naruto se aclaró la voz y determinado habló.

— Es lo que he estado intentado decirte, pero no me dejaste hablar, así que decidí esperar a que terminaras.

— Naruto, creo que pude haberte confundido, yo...

— Yo te deje hablar, lo propio seria que me permitas a mí también hacerlo, necesito que me escuches ...ttebayo. — aseveró el rubio.

Aquellas palabras le abrían borrado las lágrimas de antes, retomó la personalidad que lo caracteriza permaneciendo tranquilo y con serenidad, entendió lo que le decía y asintió para que se expresara.

— Es verdad que en un principio me sentía confundido — afirmó Naruto— Pero no solo fue el hecho de haberme sorprendido de tu actuar, sino, todo aquello que provocaste en mí, no sé exactamente como debería de expresarme contigo — dijo el rubio un tanto nervioso— es decir, no sé cómo lo puedas tomar, el Sasuke que ahora veo es...,bueno todo esto es tan diferente, besar tus labios, me quito la venda que mantenía en los ojos, sabía que te necesitaba pero nunca me cuestioné la razón, me duele tanto haber dejado pasar todo este tiempo, si te soy sincero creo que justo ahora no me importaría dejar de hablar y tomarte.

Sasuke abrió los ojos con asombro, su corazón latía descontrolado.

— Pero sé que te mereces todo mi respeto, quiero corresponderte del mismo modo en que tú lo has hecho, hasta hace unas horas atrás la angustia y tristeza se habían apoderado por completo de mí, por un momento sentí como mi mundo se desvanecía, pero ahora no existe nada que pueda doblegarme, el miedo que me abrigaba se ha ido, no estoy seguro si estoy haciendo lo correcto y si bien es cierto, no se ha donde me va a llevar o que pasará a partir de este momento solo sé que debo decirte todo lo que pienso. Sé que te parecerá difícil de creer y admito haber sido un idiota, aunque ahora que recuerdo con Hinata pasó algo similar, fue a través de un genjutsu y una bufanda que pude conocer sus sentimientos, lo demás es una historia que ya conoces.

Aunque el pelinegro estaba tranquilo, fue evidente que no le pareció agradable escuchar aquel nombre.

— Lo menciono porque... perdón, pero parece que así funciona mi tonto cerebro. No trato de compararlos.

— Está bien, continua.

El rubio se acercó aún más al Uchiha para quedar de rodillas frente a él, con ambas manos tomó la del Uchiha, y tiernamente comenzó acariciar sus dedos, acto que pareció reconfortar al pelinegro.

— Fui ciego ante lo evidente, siempre corriendo detrás de ti, siempre quise volverme más fuerte para que me observaras, solo me importaba que tú me reconocieras, no tengo nada que juzgarte o reprocharte, si lo pienso con claridad, me merecía todo tu rencor por ser tan despistado, la única certeza que tenía era que nunca me sentiría completo hasta que no estuvieras conmigo, incluso ahora, siempre estoy pensando en ti, lo hago más que en mi propia familia, sabes, antes de traerte de vuelta a Konoha sentía que no merecía la felicidad, si tú tampoco podías poseerla.

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