Capítulo 6

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"Hola, ¿qué tal te ha ido?, quizás no sepas quien soy o quizás si, por si no sabes quien soy, soy aquella chica que se disculpó contigo por tener una foto tuya sin tu consentimiento, aunque ya me haya disculpado por eso, quería volver a disculparme, si hubiese sabido que no te gustaba que te tomaran fotos jamás lo hubiese hecho, no tenia intenciones de molestarte con ella, es solo que  pensaba devolvértela para que no pensaras que tenia intenciones raras con ella, pero al parecer te hiso enojar mucho cuando la viste, eso me entristeció, no era lo que esperaba. Luego de que te fueses, pensé mucho en ti. Quería remediar la cosas contigo, aunque quizás a ti no te interese, ¿me darías la oportunidad de poder conocerte?, si no quieres, lo entenderé.

Pd: Sabes, he notado como te miran las personas al verte pasar, ¿es por esto que sueles usar ese cubre bocas?, es una lástima que cubras tu rostro con ella, me gustan aquellas manchas en tu piel, te hacen lucir bien"

Luego de leer aquella carta, Gyutaro no pudo evitar sentir sus mejillas arder, ¿qué sensación de nauseas es esta?, nunca antes la había sentido, además, ¿de verdad acababa de decirle eso?, era un, ¿cumplido?, no, seguro solo lo estaba molestando. Aunque si lo hiciese solo por molestarlo, estaba siendo bastante insistente con la broma, ¿no?

-Que fastidiosa es...-murmuró cubriendo su cara con una mano.

"Aquellas manchas en tu piel te hacen lucir bien". Aquella frase provocó, que de manera inconsciente llevase una de sus manos a su cara. ¿Le hacían ver bien?, era la primera vez que alguien le decía aquello. Sin perder aquel rubor en sus mejillas se acercó a la ventana poder ver su cara en el reflejo del vidrio. A pesar de no verse con claridad, podía divisar su rostro y aquellas manchas regadas por su piel. Aunque le pareciera un poco raro, la verdad no era tan desagradable a la vista.

-¿Gyutaro, estas bien?-le preguntó la señora mientras salía de una habitación trayendo consigo una canasta con panes.

-S-si-respondió un poco avergonzado.

-¿Ya leíste la carta?, ¿qué decía?

-Nada importante-dijo negando con su cabeza.

Guardó aquella carta en el bolsillo de su pantalón.

-Casi olvido decirte, ella dijo que volvería hoy-le dijo recordando aquellas palabras de la joven.

Gyutaro permaneció en silencio mientras pensaba en aquellas palabras. Así que ella vendría...

Pasaron las horas, hasta que cayo la noche. Gyutaro seguía ahí por alguna razón.

-¿La estas esperando?-le preguntó la señora-hace media hora que terminó tu turno.

-¿Eh?...¡claro que no, no espero a nadie!-dijo apresurado-como sea, me voy.

-Esta bien, ve con cuidado Gyu, ya es bastante tarde.

-Claro-respondió con calma para luego ir se.

De camino a casa se preguntaba cómo es que se le había ocurrido quedarse de más esperando a que esa tonta chica apareciera. Era obvio que se estaba burlando de él.

Al día siguiente...

Gyutaro estaba en su trabajo, el horario había transcurrido normal, como cualquier otro día, o al menos eso pensaba hasta que cierta chica decidió entrar al local.

-Hola, jovencita-la saludó la señora.

-Buenos días-le sonrió.

El de puntas verdes estaba sorprendido, no esperaba a que ella llegase.

Luego de saludar, t/n se quedó en silencio, había olvidado para lo que había venido. Como era de esperarse, se quedo quieta sin decir nada. La señora miró a ambos muchachos, y decidió ir a otro lado para que hablasen tranquilos.

Ante el silencio de la chica, Gyutaro enarcó una ceja con un poco de irritación.

-¿Dirás algo o qué?-le preguntó él de golpe.

-S-si-dijo saliendo de su trance-bueno...quería hablar contigo, recibiste mi carta, ¿no?-le preguntó sin poder mirarlo  los ojos directamente, estaba un poco avergonzada. 

-Si, ya la leí-respondió.

-¿Y...qué dices?

-No-dijo sin titubear.

-P-pero, podrías pensarlo-insistió ella.

-No, ya vete.

Aquella jovencita solo pudo guardar silencio. Parecía ser como si estuviese pensando en qué decir. De todas formas insistir no servía de nada, seguramente el chico seguiría negándose. ¿Y ahora qué haría?, al parecer él no quería tener ninguna relación con ella, pero, ¿por qué?, ¿Qué es lo que había salido mal?, acaso las palabras en aquella carta no fueron suficientes, ¿debía sincerarse más?, o quizás simplemente no gustaba de ella.

Antes de salir ella decidió mirarlo a los ojos atrayendo la atención del bicolor, quien no pudo evitar poner su vista en ella.

-¿Acaso no soy tu tipo?-le preguntó con una presión en su pecho.

Él solo la miró sorprendido, ¿a qué se refería con esto? Iba a preguntarle pero no pudo debido a que la chica salió de ahí con rapidez. 

Luego de esta "conversación", Gyutaro no podía dejar de pensar en esa chica. ¿qué rayos le pasaba,  de verdad tenia tanta necesidad de acercársele?, bueno, de todas formas no le importaba, lo que sea que ella planease no le funcionó para nada.

T/n sentía como su interior se destruía, ¿por qué él era tan cruel con ella?, ni siquiera le había dado la oportunidad de conocerlo. A pesar de sus esfuerzos por acercársele, él ni siquiera había cedido ni un poco.

Observarlo desde lejos siempre fue la mejor opción.

...

-Oye chica, no has tocado tu desayuno, ¿todo esta bien?-le preguntó su tía con preocupación. 

-Lo sé...es solo que no tengo hambre-mintió.

-Llevas así toda la semana, si no fuera porque te obligo seguro no comerías. 

-Lo sé tía, ¿si?, ya debo irme-dijo levantándose de su silla-dentro de poco empieza mi clase de matemáticas.

-Esta bien, pero al volver te haré tragar tu comida, ¿comprendes?, y no habrá "peros"-le advirtió.

T/n asintió para luego abandonar su hogar.

El camino a la universidad últimamente se había vuelto más solitario de lo normal. Cada que miraba a su alrededor para buscar un buen lugar para fotografiar algo, no hallaba nada bueno. Solo escenarios que no destacaban en lo más mínimo. 

Para t/n, las clases se habían vuelto  tediosas y difíciles, seguramente se debía a que estaban llegando al final del primer semestre. Esto había provocado que la muchacha se la pasara en la biblioteca de la universidad. Tenia varias pruebas y trabajos que entregar en lo que le restaba de esas 2 semanas.

Aquel día, t/n, por el cansancio, sin darse cuenta se había quedado dormida sobre un libro de física. Mientras pasaban las horas, la biblioteca se fue quedando sin estudiantes debido a que se hacia tarde y todos volvían a su hogar. Gracias a una encargada de la limpieza del lugar la pobre chica despertó.

-Jovencita, despierte, la universidad cerrará dentro de poco-le dijo con amabilidad la señora mientras movía con suavidad su hombro.

-¿Eh...?-al percatarse de donde estaba se levantó de golpe-¡¿Qué hora es?!

-Son las 19:30...

La joven tomó sus cosas y con apuro salió de la biblioteca, no sin antes despedirse de la señora. 

Al salir de la biblioteca una brisa helada recorrió su cuerpo. Esta seria una noche fría, de seguro.

A paso rápido, siguió su camino a casa. Debido a la época en que estaban, se había oscurecido antes de tiempo. Caminar a estas horas no era buena idea.

Mientras seguía su camino a casa, pudo divisar a la distancia a una jovencita peliblanca, quien estaba sentada en una banca en la orilla del camino. Lo que le llamó la atención de aquella chica era que estaba desabrigada y parecía estar sola.

Al ir acercándose a esta jovencita supo de quien se trataba, era Ume.


"El interior" (Gyutaroxrayis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora