Capítulo 23

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Dolor, eso era lo que sentía en estos momentos t/n, su cabeza solía dolerle y a veces las nauseas le impedían tener apetito. Se removía entre sus sabanas con incomodidad. Había pasado todo el día en cama, no tenia hambre, su estómago le rugía a veces, pero al ver algo para comer sentía asco. De todas formas debería comer algo, no podía quedarse con el estómago vacío todo el día, no le hacia para nada bien, la combinación de hambre y dolor no era para nada linda.

De pronto escuchó el golpeteo de la madera de la puerta del primer piso. Alguien tocaba la puerta a la entrada de la casa. Adolorida, se levantó para abrir la puerta. Al abrir ella sonrió.

-Ya te extrañaba-murmuró ella abrazándolo-te fuiste por mucho tiempo-dijo con tristeza.

-Pero si nos vimos ayer t/n-le dijo con confusión. 

-¡Ya pasaron 24 horas!, ¿sabes cuántos segundos son esos?, 1 minuto son 60 segundos y una hora son 3600 segundos, entonces, si haces las regla de tres en donde en donde multiplicas las 24 horas por los 3600 segundos...

-Esta bien, ya entiendo, pero tampoco es para tanto-dijo el bicolor arrugando su nariz.

-Ven...entra-dijo la chica con desamino mientras se hacia a un lado para que entrase.

-¿Estas bien?, estas algo rara hoy-le preguntó el chico entrando.

-Es solo que estoy en mis días y no me siento muy bien-respondió sin más.

-¿No necesitas nada?

-No te preocupes-le dijo con un leve rubor mientras sonreía-por cierto, ¿has tenido noticias de Ume?

-Si, Doma me dijo que fue a verla, ella esta bien, mañana irá por ella.

Una pequeña sonrisa se asomó en el rostro del joven.

-Eso es bueno, al fin podrás volver a verla-le habló la chica sonriendo con calidez.

-Si...-luego recordó el incidente de la tarde-hoy me encontré con...¿te conté la razón por la cual tenia mi dedo lesionado?

Ella negó.

-Esa vez pensé en preguntártelo, pero me arrepentí ya que solías ser más reservado.

-Bueno, esos tipos que tienen a mi hermana fueron los mismo quienes provocaron esa lesión en mi dedo.

Lo sospeché.

Pensó ella sin dejar de prestarle atención a lo que hablaba.

-Bueno, hoy me topé con el tipo responsable de que terminara con el dedo enyesado...-a la mente se le venia la expresión de aquel hombre con la mitad de la cara desfigurada. 

-¿Y qué sucedió?-preguntó con inseguridad, tenia un mal presentimiento. 

Él pareció dudar en si contarle la verdad. Temía por su reacción. Temía que ella lo dejase luego de escuchar lo que hiso aquella tarde.

-Yo...lo maté-admitió desviando la mirada.

-¿Pero qué dices?-dijo riendo con nerviosismo-que gracioso...

-No es un chiste-se aclaró la garganta con nerviosismo.

Ella se quedó en silencio. No sabia que responderle. ¿De verdad había matado a una persona?, si era verdad, ¿cómo podía estar tan tranquilo?

-Él estaba con su hija...-agregó recordando la expresión de aquella pequeña.

T/n lo miró sorprendida e incomoda.

-¿Qué le hiciste a ella?...-preguntó esperando que no la hubiese lastimado.

-Se la di a Doma.

-¿Por qué?-preguntó mientras, sin darse cuenta, una mueca de desagrado se formaba en su rostro.

"El interior" (Gyutaroxrayis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora