Gyutaro se encontraba caminando de vuelta a su casa. Luego de lo sucedido se encontraba más relajado. Se sentía más liviano al poder abrir sus sentimientos con t/n. Pero no podía dejar de sentir una punzada en su pecho, algo le molestaba, pero no sabia qué. Ignorando esta sensación, se preocupó por la reacción de su hermanita al llegar, él no le había dado aviso de que no llegaría.
Seguro no le importará mucho, eso espero.
Pensó.
No tardó mucho en llegar a casa, lo primero que logró visualizar fue unos charcos secos de sangre. En ese instante sintió un vacío en su estómago, ¿qué había pasado?
¿Ume?
Pensó con rapidez entrando a la casa.
-¡Ume!-la llamó subiendo las escaleras al segundo piso.
Abrió la puerta de la habitación de su hermana pero no vio a nadie. ¿Dónde diablos estaba? Continuo buscando por toda la casa pero no la encontró. Ella no estaba por ningún lado.
En ese instante su mundo se le vino abajo, algo había pasado durante la noche. Algo le había pasado a Ume y él no estaba ahí para protegerla.
Volvió a salir de casa y caminó hacia aquellas manchas de sangre, y ahí lo vio, ese maldito sobre que tantas veces le había quitado los ánimos. Se acercó y lo cogió entre sus manos para abrirlo con brusquedad. Leyó aquella carta.
"Te dijimos en aquella carta que siguieras las instrucciones, pero no lo hiciste, ahora tu hermana fue quien tuvo que pagar las consecuencias"
Dejó que aquella carta de deslizara entre sus manos. Esto era peor que recibir una paliza, mucho peor. Su querida Ume estaba en manos de esos cerdos, ella ya no estaba bajo su seguridad, ya no estaba segura, y todo por culpa de él. Todo por su maldita culpa. Si tan solo hubiese seguido las instrucciones de aquella carta y no hubiera hablado con esa niña, esto no estaría pasado, ella estaría aquí, a su lado, quejándose de lo aburrido que era ir al colegio. Ella no merecía pagar aquella estupidez de él. Él debería estar en su lugar pagando. Se odiaba tanto por ser tan idiota y confiarse, "dejarla sola una noche no será malo, ella estará bien", pensó durante la noche, pero cuan equivocado estaba. Por su culpa se la habían llevado. Debía recuperarla.
En cuanto a t/n, ella se encontraba en una farmacia.
-Em...me da de esas píldoras-dijo señalando las pastillas del día después.
-Esta bien-dijo la señorita que la atendía-¿sabes cómo usarlas?, ¿verdad?-le preguntó entregándole la caja.
-Si-respondió ella con nerviosismo.
-¿Quiéres un vaso de agua?, ya sabes, para tomártela ahora, mientras más rápido te la tomes es mejor-le dijo la chica como corto consejo.
-Esta bien-respondió la joven abriendo la caja.
La encargada le trajo agua en un pequeño vaso de plástico transparente. T/n lo recibió pero se detuvo antes de echarse la pastillas a la boca. Pareció perderse en sus pensamientos.
-Oye, amiga, ¿acaso ya te arrepentiste?-le cuestionó.
-¡Para nada!-exclamó tomando la pastilla y tragando del agua.
-Sabes, quizás deberías leerte esto-le entregó un folleto que hablaba sobre lo importante que es usar preservativos-¿y no quieres llevarte de estos?-le mostró una caja de condones-te los regalaré, son de reserva.
T/n recibió ambas cosas.
-Gracias, aunque son bastantes...-leyó la información de la caja averiguando la cantidad de preservativos que contenía.
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"El interior" (Gyutaroxrayis)
FanfictionAquella chica solía ir a visitarlo, pero él no lo sabia. Ella tenia sentimientos por él, en cuanto a él, ni siquiera sabia de su existencia. Él no era perfecto, pero eso no le importaba a ella, lo querría a pesar de su apariencia.