Gyutaro miraba desde el sofá a la chicas hablar. Ellas parecían llevarse bien, hablaban entre si como si se conocieran de toda la vida. Al parecer para ellas los problemas no existían, era como si viviesen en una burbuja en donde solo ellas y sus tontas quejas importaran. Él no prestaba atención a su charla, solo las observaba. No comprendía por qué estaban tan calmadas. ¿Si quiera sabían en donde se habían metido?, lo más probable es que no. Al menos eso pensó Gyutaro hasta que una de ellas se sentó a su lado mientras en una de sus manos sostenía una copa con un licor rosado.
-La noche esta linda-habló ella sonriendo.
Era una chica que seguramente no superaba los 20. Lo que resaltaba de esta chica era su belleza, era mucho más atractiva que las jovencitas que hablaban en el grupo. Su cabello azabache liso, su atractivo cuerpo con curvas delicadas, sus hermosos ojos verdes y los rasgos finos de su cara podrían llamar la atención de cualquiera.
Él se asustó por su repentina aparición, ya que no la había visto llegar.
-Lástima que alguna de ellas no podrá ver otra noche como esta-bebió de la copa.
Él permaneció en silencio, no le interesaba en lo más mínimo escucharla o charlar con ella.
-Pensar que yo estuve alguna vez en el lugar de ellas, casi me convertí en un estúpido bocadillo-dijo soltando las palabras con asco. Luego fijó su vista en él mientras se acomodaba en el sofá-¿trabajas para Doma, no?-le preguntó alzando una ceja.
Él no respondió.
-Yo también trabajo para él. Y no es algo de lo que me siento orgullosa.
De todo lo que le había dicho esta mujer, él pudo sacar una conclusión: esta tipa seguramente no tenia con quien hablar y quiso joderle la noche al primero que viera solo, él. Vaya suerte la suya, solo quería pasar desapercibido sin que nadie lo molestase pero esta chica le había arruinado los planes.
-Entré aquí desde los 15 años, quería hacer algo por mis seres queridos-continuó ella.
Ay mierda, no me cuentes tu maldita historia, ya déjame en paz.
Pensó el bicolor entornando sus ojos
-Una mujer me trajo aquí convenciéndome de que ganaría bastante dinero. Y pues, me convenia, mis padres estaban metidos en una deuda horrible, hablamos de, cantidades grandes de dinero, sumas millonarias...
¿De verdad me vas a contar toda tu vida?
Pensó el chico manteniendo su silencio y sus brazos cruzados.
-Yo era demasiado joven para comprender en donde me había metido. Pasé semanas aquí hasta que me enteré lo que sucedía con las chicas que venían aquí. A pesar de estar asustada, decidí quedarme, me importaba más el bienestar de mi familia antes que el mío. Para mi suerte, la mujer que era la encargada de traer chicas, fue asesinada, así que, como había logrado ganarme el cariño de Doma, terminé tomando el cargo de aquella mujer-volvió a tomar de la copa.
No me digas...
Suspiró volviendo a entornar sus ojos. Menuda historia de mierda. Seguro la olvidaría luego de dormir.
-¿Te aburrí con mi historia?, es solo que no hay muchos en quien confiar para sacar esto...-soltó un suspiro con melancolía mientras tomaba lo último que quedaba del trago.
1 hora después...
-Esa mujer era una zorra, ¿sabes?, estoy feliz de que se haya ido con ella, de todas formas era aburrido, literal, a penas me daba algún detalle, o si quiera me decía que me quería, era un idiota-terminó nuevamente del contenido de la copa. Ya era su sexta ronda del trago.
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"El interior" (Gyutaroxrayis)
FanfictionAquella chica solía ir a visitarlo, pero él no lo sabia. Ella tenia sentimientos por él, en cuanto a él, ni siquiera sabia de su existencia. Él no era perfecto, pero eso no le importaba a ella, lo querría a pesar de su apariencia.