"El interior" (Gyutaroxrayis)

Capítulo 17

Ume había optado por prepararse un tasa de chocolate caliente. No sabia la razón por la cual su hermano no llegaba, pero ya era más tarde lo normal, solía llegar antes de que el reloj marcase las 22:00 hrs, pero esta vez ya eran pasado las 1:20 hrs de la noche.

Quizás tubo que hacer más favores.

Pensó. Ella ya sabia de lo que debía hacer él para que estuviesen seguros, pero de lo que no sabia era del tipo de favores que el mayor debía soportar. No tenia idea de las cosas que debía ver cada vez que recibía una carta.

-Espero que este bien-murmuró tambaleando en la silla.

A pesar de lo tarde que era, no quería dormir aún, quería asegurarse de que él llegase bien a casa, esos sujetos que lo amenazaron eran peligrosos, y ella tenia miedo de que le volviesen a hacer algo.

Para pasar el tiempo se sentó en el sofá a ver alguna pelicula que fuese de su interés. Quizás algo del genero de terror la mantendría despierta.

Estuvo viendo peliculas hasta que sin darse cuenta, cayó dormida, el sueño la había vencido. La posición en la que se encontraba no era para nada favorable, seguro al despertarse terminaría con alguna parte del cuerpo adolorida. 

Durmió plácidamente hasta que de repente despertó por el insistente sonido de la manilla de la puerta. Desde a fuera, alguien intentaba abrir la puerta. De inmediato se levantó del sofá evitando se ruidosa. El insistente forcejeo de la manilla no se detenía, era como si quien quiera que estuviese fuera tenia una extraña desesperación por entrar a la casa.

Ella con sumo cuidado se acercó a la puerta y se quedó parada observándola.

-¿Sabes abrir la puerta o no?-se escuchó una voz desde el otro lado.

-Claro que si-respondió uno de ellos.

-A este paso terminarás alertándola-dijo otro.

Ume se alejó de la puerta asustada, reconocía esa voz, era aquellos sujetos que habían lastimado a su hermano.

-Entonces dices que el chico no esta dentro, esta sola, ¿no?-volvió a hablar alguien.

-Si-le respondió otro.

-Será más fácil entonces.

¿Y ahora qué haría?, ¿cómo podría salir de esta situación?, detrás de aquella puerta de madera estaban los mismos sujetos que lastimaron a su hermano, y ahora querían dañarla a ella, debía hacer algo rápido, ya que estos sujetos no tardarían demasiado en lograr entrar. Quizás escapar por la parte trasera de la casa no era una mala idea. Podría aprovechar el tiempo que perdían en abrir la puerta para salir por la puerta de la cocina.

Con sigilo fue a la cocina para escapar de ahí. Pero al apoyar su mano en perilla y poder abrir la puerta se topó con un sujeto que llevaba un abrigo.

-Pero miren a quien tenemos aquí-dijo mientras apoyaba su mano en el marco de la puerta-que jovencita más linda.

-¡No te me acerques!-gritó cerrando la puerta, aplastando los dedos del sujeto. 

Aquel hombre aulló del dolor y quitó su mano del marcó de la puerta adolorido. Ella no perdió el tiempo y cerró la puerta con seguro. Luego de esto corrió escalera arriba hacia la habitación de su hermano encerrándose dentro. Desde arriba pudo escuchar como la puerta del primer piso se abría. No pasaron muchos minutos para que la puerta de la habitación en la que estaba ella comenzara a sacudirse.

-¡Abre niña!-exclamó uno de ellos.

Ella por la desesperación tomó como escape la ventana. Se acercó y abrió la ventana. Justo en el instante en el que la puerta se abrió de golpe ella saltó.