Capitulo 1

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En lo profundo del Amazonas, tenemos a una tribu de guacamayos spix. Tranquilamente la noche se hacía presente, y todos los spix comenzaban a refugiarse en sus hogares. Cada familia estaba tranquila, pues al fin la preocupación de que los taladores hayan huido espantados de su hogar, los daba al fin la paz que anhelaban hace varios años. Sin embargo no todo era color de rosa para todos, pues había uno que no estaba conforme con ello. Había solo uno que no quería ver a alguien junto al amor de su infancia.

Aquel guacamayo frustrado y molesto llegó a su nido, pues quería desahogarse en sus propios gritos.

Roberto: Como Eduardo pudo permitir esto! Porque dejó que esos humanos convivieran con nosotros! Que acaso se volvió loco - grito aquel guacamayo atractivo por todas las guacamayas - pero todo tiene un culpable! Blu! - dijo con tono de rabia.

Roberto se sentía muy inferior a Blu, pues el había logrado algo que nunca pudo hacer el, enfrentarse a los humanos cara a cara, y sin temor, mientras que el huía como un cobarde. Y solo por hacer eso, y salvar el hogar de la tribu, Eduardo, aquel padre de su mejor amiga, le dio su mayor atención, y ahora a Blu lo consideraba ahora el preferido, como su yerno. Algo que molestaba mucho a Roberto, pues él había sido el preferido de Eduardo, hasta incluso de toda la tribu.

Roberto: Pensé que no causaría ningún problema, pero veo que me ha causado muchos más problemas de los que pensé! - dijo frustrado - pero el mayor problema que me ha causado ese doméstico! Fue llevarse al amor de mi vida! A Perla! - grito con mucha ira.

Nadie sabía que Roberto tenía un fuerte sentimiento por Perla, tenía un amor por su amiga de la infancia, quería estar con ella, quería ser el ave de la vida de Perla, pero un guacamayo no tan atractivo, ni con buena condición física, pudo ganar el corazón de aquella guacamaya hermosa.

Roberto: Como pudo haberme robado así a mi hermosa Perla! Si tan solo ella no se hubiera perdido en el incendio! Los dos seríamos muy felices! Incluso sus hijos no serían de ese Blu! Sino serían mis hijos! Mis hijos! - grito para luego arrodillarse y comenzar a soltar lágrimas - Como quisiera que ese Blu saliera de la vida de Perla, así yo...

De repente una idea se cruzó en la mente de aquel guacamayo, una idea, o más bien un plan, para poder alejar a Blu de Perla, y que ambos terminará su relación, para romper con su vínculo.

Roberto: Eso es... Solo tengo que hacer que Perla desprecie tanto a Blu, que lo odie demasiado para que ella termine con el, y así pueda acercarme a ella, y podamos hacer algo más. Y creo que ya tengo el plan perfecto para hacer que rompan, y que Perla lo odie demasiado. Creo que después de todo, esas cosas de humanos, me servirán mucho después de todo - dijo riéndose con malicia.

Aquel guacamayo tendría su plan en marcha, el cual era romper el vínculo de Blu y Perla. Roberto se fue directo a dormir, pues mañana tendría que poner su gran plan en acción.

Al día siguiente

Un nido común y corriente, pero decorado con mucha naturaleza, al igual que cosas de humanos, peculiares en árboles así, pero la razón de ello, fue porque ahí vivía una familia muy diferente al resto.

Una guacamaya dormía plácidamente al lado de su macho, una hermosa guacamaya que poco a poco abría sus hermosos ojos, pues había tenido unas semanas de mucha tranquilidad. Aquella guacamaya tenía su nombre, se llama Perla.

Perla miraba a su guacamayo como dormía, y le parecía divertido ver la forma en cómo dormía. Tanto que fue directo al pecho de su amado, y comenzó a morder algunas plumas de su macho, lo cual hicieron despertar a aquel guacamayo.

Blu: Vaya forma de despertarme eh? - dijo con una sonrisa.

Perla: Es que me pareció divertido jeje. Buenos días mi Blu - dijo con mucha alegría.

Rio 3: La Cadena que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora