Capítulo 6

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Al día siguiente me levanté con dolor de cabeza, había tomado más de la cuenta entre las risas y las conversaciones. Pero mi día mejoró cuando le vi sentado, esperándome con sus Ray Ban Wayfarer. Estábamos solos en la sala, fui a sentarme en sus piernas y le di un fuerte abrazo. Un beso en su cuello, sentir su olor…, que lo sentía siempre en mí, tanto como mi propio olor. No nos besamos, y nos separamos rápidamente, alguien podría entrar por error allí, alguien que no podía saber…

Pedro llegó junto con Luisillo, nosotros revisando los contratos que teníamos en las manos, Pedro hablaba y hablaba, decía que estaba feliz por haber escogido bien, que fue un acierto como en Rebelde. Pero Christopher ni miró el contrato, solamente se lo devolvió a Pedro y dijo tranquilamente:

- “Sé que te debo mucho Pedro, pero yo no puedo ser parte de este proyecto, pido disculpas por el transtorno pero no voy a dar marcha atrás en mi decisión, en este momento no es lo que quiero, hay cosas en las que no estoy de acuerdo, y no quiero hacer de mi vida un comercio”.

Tragué saliva, aun no podía dar crédito a lo que estaba escuchando, me gustaría no haber oído nada de aquello, pero al ver la cara de sorpresa de Pedro, me di cuenta de todo lo malo que pasaría en ese año.

Fui juzgada, reprimida por mucha gente, me criticaron muy duramente, pasé una agonía… Y a veces me pregunto… ¿El error fue sólo mío? ¿Fue sólo de Pedro? Una persona lastimada hace cosas que la propia razón desconoce. En mi interior yo sabía que Christopher no iba a continuar con eso, pero no lo quería creer. Pensé que él aceptaría como yo acepté, pensé que sería también una buena oportunidad para él. Pero realmente me sorprendió… Y me sorprendió como si él me dijera a la cara que yo era una corbarde por no hacer lo que realmente quería, me sentí realmente mal. Él sabía que yo simplemente no tenía otra opción.

Christopher se disculpó nuevamente con Pedro y salió de la sala sin mirarme siquiera. Me levanté de un salto, pero me senté otra vez. Nos quedamos Pedro, Luisillo y yo en un total silencio no sé por cuanto tiempo. Entonces Pedro se levantó rezongando y dijo:

- “Si él no quiere, muchos otros querrán…"

Pedro se fue seguido de Luisillo y yo me quedé sola con mi decepción, no con él. Christopher no se equivocaba en querer lo mejor para él. Pero aun así yo me sentía decepcionada.

Ese día lo pasé todo el tiempo pensativa. Intenté hablar con él por celular, pero quien lo conoce sabe que cuando él toma una decisión ni su propia madre es capaz de hacerle cambiar de opinión.

En el primer momento que estuvimos solos, como una idiota volví a tocar el tema, le pedí que aceptara, que no dejara pasar esta oportunidad. RBD se terminaba y necesitábamos tener trabajo garantizado. Sin hablar de que nuestro contrato con Televisa aun no terminaba.

Me dio miedo la forma en la que me miró, nunca me había mirado así, como si no conociera a la persona que tenía enfrente, sólo me dijo:

- “Tú,  una persona que habla tanto sobre sueños, que sueña tan alto, que cree que los sueños se pueden realizar… Tú que sabes que mi sueño coincide con el tuyo, yo quiero realizar mi sueño, Dulce”.

Estaba tan irritado que me llegó al fondo.

- “Yo aun no entiendo cómo tú aceptaste eso, tú sabes lo que quieren hacer con las fans, yo no quiero hacer más novelas contigo, no quiero exponernos, lo que quiero es vivir en paz contigo, ya no aguanto más tener que estar escondiendo todo, tener que fingir que no siento nada cuando siento mucho. ¿Ahora qué vamos a tener que esperar? ¿Diez meses? ¿Cuántos meses? ¿Un año? No Dulce, yo quiero ser libre".

Yo quedé totalmente atónita, porque él estaba diciendo todo lo que yo ya sabía, pero oírlo así de esa forma, hizo que nuestros ojos se llenaran de lagrimas. Yo también quería ser normal como todo el mundo, también quería paz como él. Quería poder decidir el rumbo de mi vida, y saber que no podía hizo que la desesperación se instalara por primera vez en mi corazón.

En ese momento ninguno de los dos pensaba que las cosas se pondrían muchísimo peor. ¿Sería que el cuento de hadas estaba por teminar? Sentí en mi alma cómo si todas las tempestades cayeran encima de ese cuento de hadas. Sacudí mi cabeza rápidamente para borrar ese pensamiento, respiré profundamente y me tomé otro café.

***

Allí estaba el mar delante de mí otra vez… Mi guerrero seguía dormido, dos metros separaban nuestros cuerpos y mi corazón se llenó de alegría otra vez. Aveces no me sentía digna de tener este amor, pero digna o no, sabía que eso era una de las cosas que más me hacen feliz hoy. Y me reí del pasado, sí me reí mientras tomaba otro sorbo de café.

Como siempre dice una amiga, 98% a favor 2% en contra. Y a veces ese 2% incomoda tanto que ni se lo pueden imaginar. Hoy puedo decir que estoy muy feliz, contenta y realizada… Si alguien observa bien, en mi disco narro todo lo que sufrí, y que no fue nada fácil...

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