Capítulo 17

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Cerré una página de mi vida, RBD... Pero siempre llevaré la marca de ex rebelde, algo que siempre llevaré con orgullo porque yo lo viví, era rebelde y ya era parte de mi historia... Estaba en México, se acercaban las Navidades y mi teléfono no paraba de sonar, mis amigos querían entender qué paso, qué fue ese beso de Madrid. Mientras tanto, Pedro intentaba por todos los medios que no saliera en las revistas y no fuera ese el tema de debate para toda la semana... 

Sam me llamó diciéndome que había visto el vídeo más de mil veces y que estaba loca, no quería asumir mi relación, pero dejaba dudas. Yo le dije que era nuestro momento, el de Chris y mío por tantos años de silencio. Durante el tiempo que duró el grupo no pudimos decir nada por miedo a que todas las miradas fueran hacia el noviazgo de dos de los integrantes. Gracioso, porque RBD fue construido por las parejas, la mayoría de los fans iban a ver los traumas y ni se preocupaban demasiado por la calidad de la música que hacíamos...

Pasé la Navidad muy bien, contenta con mi familia, después nos fuimos a la playa, fue simplemente maravilloso... Eran los últimos días con Chris porque él se tenía que ir enseguida a Los Ángeles para continuar sus proyectos... Gran parte del tiempo él no estaría en México y yo le daba gracias a Dios por eso, porque yo tendría  que dejarme ver en antros, restaurantes, calles, para que así quedara constancia de mi felicidad .

Era 2009, en pocos días tenía que regresar a Tlacotalpan, donde se grababa la novela, una ciudad pequeña pero acogedora y muy calurosa. Era el escenario perfecto para el amor de verano, caliente, intenso y rápido como la estación... Y el amor comenzó y con él la revolución y los grandes días interminables de infierno en mi vida... Y todo se dividió de una manera  que me encontraba en una situación insoportable, los que me amaban y los que me odiaban doblemente... De la noche al día Dulce se transformó en la peor persona del mundo, de la persona que hablaba de sueños y una cualquiera... Era increíble ver cómo la mayoría de los fans sólo se preocupaban de mi vida personal... Poco importaba que yo estaba allí dando mi sangre para hacer una novela... La ciudad se transformó en un escenario, la gente simplemente iba a verme a mí y a otra  persona demostrando su amor... A veces me paraba a pensar en la gente que decía que me conocía, pero no veían la tristeza que había en mi corazón, como allí no era yo, yo jamás pondría mi vida para que todo el público viera... Yo tenía tantas ganas de gritar, a nadie le importaba la novela, si se hablaba mucho o poco de ella, sólo el gran romance del año, y yo tenía que seguir demostrando el amor... Cuando leía las entrevistas de las revistas me preguntaba cuando había dicho yo aquello que ni me acordaba... A mí me gusta decir las cosas en poesía, en versos que hablen de los sentimientos del alma, que hablen de amor de otra forma ligado a los fenómenos de la naturaleza, de la magia que tiene el universo... Los planes de Pedro no marchaban como él quería, la novela no estaba teniendo el éxito que esperaba. Un día le hice una sugerencia a Pedro, que el tema de marketing para la novela no se enfocara tanto en mi vida, si no en la historia de la novela. Pedro dijo con mal humor, como enojado, que no se podía esperar nada de la novela sino por Dulce, y que el tema del novio era lo único que tenían porque el novio sólo podía tener eso, ser el novio de Dulce sin nada de talento que ofrecer... Pero lo que ellos no sabían es que detrás de ese novio había un ser humano con sentimientos y que también sufría con toda la situación... Luis tenía una pelea particular con las fans, él quería demostrar a todo el mundo que el amor estaba allí, era insoportable entrar a los foros, mejor dicho, era ridículo... Me aparté de todo, no quería  saber lo que decían de mí, ni vivir allí esos momentos... Si yo estaba haciendo todo eso era por mi familia, por mí, por mi sueño... Y como siempre, los sueños tienen un precio, el mío fue casi acabar con mi vida para poder cumplir. Yo siempre decía "No desistan de sus sueños", y cuántas veces quise desistir de los míos y salir de allí corriendo como loca, pero yo tenía el apoyo de la única persona que realmente me importaba: él. No hubo ni un sólo día en que Chris no me llamara o me enviara mensajes de fuerza y de cariño, que todo iba a pasar y todo iba a estar bien. Cuántas veces le grité diciendo que no iba a soportar, que no era fácil reír cuando lo que quieres hacer es derramar un par de lágrimas en todo momento, y todavía era juzgada de la peor manera. ¿Por qué la gente no podía quererme por ser Dulce Maria, no por ser la novia de alguien? Pero yo sólo era buena si estaba con Chris, con Poncho o para algunas incluso con el que supuestamente era ahora mi novio...

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