Capítulo 19

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Regresé a Tlaco con el corazón destrozado, ahora sí podía hacer todo lo que hasta en ese momento no estaba haciendo, yo era libre... ¿Libre? ¿Cómo podía ser libre si ese sentimiento estaba presente en mí, vivo, latiendo, corriendo por mi cuerpo como cada gota de mi sangre?

Lo único que podía hacer era seguir con mi vida. El tiempo pasaría y el destino se encargaría de encarrilar el barco de mi vida. Me sentía como un náufrago que no quería ser rescatado. Seguiría en mi barco, flotando sobre las olas hasta que ellas se encargaran de llevarme a algún lugar.

Aun así sentía una puntada en mí corazón, sentía cómo el miedo me invadía al imaginar todos los días el ver una foto de él con alguien más... Disfrutando de algo que había sido sólo mío, y ahora no me pertenecía más.

Intentaba no pensar en él... Lo intentaba con todas mis fuerzas, pero solamente con mirar hacia el cielo me hacía recordarlo. Todo me hacía recordarlo, el cielo, las flores, mi ropa... Mi falta de ropa. Era sólo cerrar mis ojos y  podía sentir  su olor aun impregnado en mí, su voz susurrando en mis oídos... Casi como en el libro Luna Nueva.  Hubo días en los que llegué a pensar que estaba loca, días que no conseguía quedarme sola, saltaba cada vez que sonaba el celular con la esperanza de que era él... Pero no había nada más que hablar... Yo lo había dejado.

Muchas personas venían a decirme que eso sería una cosa pasajera, que yo olvidaría... Pero cuánto más quería olvidar más lo recordaba, más escribía, más disimulaba, más lloraba... Y menos me reía, menos me sentía feliz, menos me encontraba bien... No era algo pasajero definitivamente. Sentía con cada célula de mi cuerpo que contra más tiempo pasaba, mucho más intenso sentía todo dentro de mí.

Pero aparte de todo eso el show debe continuar.  Recuerdo que no le conté a todo el mundo del fin... Aunque para algunas personas era perceptible. Pedro me dijo que fue la mejor decisión, que sufriría unos días y después estaría 100% en el proyecto, ahora ya no había más distracciones. Dulce María estaba 100% en su trabajo.

Fotos, entrevistas... Yo sonriendo cuando decía que el amor llegó a mi puerta...Era como una comedia romántica para todos, y una película de terror para mí.

En Tlaco estaba protegida. Yo sabía que Chris no aparecería jamás por allí, Pedro se lo hizo prometer, porque tanto Pedro como yo sabíamos que él era capaz de todo.

Yo me sentía tan sola... Vacía. Cuando me miraba al espejo me sentía fea.  Él no me buscaba, yo no sabía nada de él. Me tentaba buscar alguna información en internet. Pero sólo había cosas que yo ya sabía, nada nuevo, ninguna noticia.

En varias ocasiones estuve a punto de llamar a Guillermo. Necesitaba saber cómo estaba él... Pero no llamé, no quería meter a Guillermo en eso otra vez. Yo había terminado y estaba segura. Pero había días que no soportaba esa situación. Sólo quería que las cosas fueran como antes. Quería oír sus palabras cariñosas por la mañana, o despertar con sus besos o con su voz... Quería oír sus bromas antes de dormir. Me preguntaba si había hecho cariños a mi supuesto novio, a veces me enojaban algunas  bromas, pero la mayoría de las veces me hacía reír. Me encantaba cuando me decía que yo me tenía que esforzar más, porque ni una niña de 6 años se creía ese amor. Esos eran momentos de risas, de besos, de mordidas, de cachetadas suaves.... De amor, claro. Yo sabía que por dentro él no se sentía bien con esa situación, igual que yo. Pero intentábamos llevar todo lo mejor posible, olvidarnos de lo malo y divertirnos cuando estábamos juntos.

Pasé días tratando de detenerme para no llamar a alguien que pudiese saber de él, aunque en mi mente yo pensé en llamar a mil personas. Diego y Samantha pasaron por mi cabeza. No quería que él supiera que yo había llamado. Y Samantha era una de las personas que no se conformaba  con lo que yo le dijera. Ella le contaba todo a él. Él me buscaría y yo tendría que dejarlo otra vez. No iba a hacer eso..., otra vez no.

En momentos de consciencia, yo sabía que no quería saber de nada, sería peor si yo me enterase que él estaba con otra. Realmente no tenía por qué intentar saber esas cosas... Yo sabía que sería lo primero que me contarían, si él estuviese con otra. Lo sabía tan bien como sé mi propio nombre.

Fui para DF, para una fiesta de una amiga en común. Fui rezando para no verlo, aunque era lo que más quería. Había pasado mucho tiempo y no sabía cuál sería mi reacción. El tema de mi supuesto novio entre mis amigos no era comentado, como si no existiera... Él no fue y yo me quedé muy triste. Un día más sin él. Ya llegaba febrero y yo no creía que pasaría San Valentín sin él. Tomé un poco más de la cuenta en la fiesta y terminé desahogándome con mi hermana Claudia...

"No aguanto, en serio... Hay  días en los que no soporto ni levantarme".

Ella no entendía, así como nadie entendía el fin...

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