Capítulo 21

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Regresamos a una vida "maravillosa"... Las cosas cada vez estaban peor y los chismes en los foros llegaron hasta la prensa.

Pedro y Luis estaban perdidos, querían hacer el lanzamiento del nuevo grupo, pero todo el mundo ya comentaba que "mi relación" era falsa. ¡No me culpen!  Yo lo intenté, me esforcé mucho para que pareciera real. Hice mil entrevistas,  hablé de él y lo llevé a mi familia... Fotos, millones de fotos, me mostré en meses más que con RBD en años.

Tlaco se transformó en lugar turístico para los fans, cada día venía más y más gente. Era como estar en un escaparate donde tenía  que mostrar una sonrisa de "enamorada hasta las manitas" total y enseñando a todos cómo amar era "Celestial". Mis superiores le echaban la culpa de esa presión al beso de Madrid. ¿Qué beso? ¿Alguien oyó hablar de ese beso? Jajajaja.

La presión aumentaba. Era realmente difícil venir a preguntarme sencillamente si me sentía feliz o bien... Nadie quisiera estar en mi piel. No me gustaba estar fingiendo todo el tiempo. A veces no me sentía como una persona de verdad, a veces no sentía latir mi corazón, no sentía ni la presencia de mi alma. A veces sentía que Dulce María no era una cantante o una actriz, sino simplemente una mujer que tenía que estar saliendo con alguien para estar en evidencia. Me daba tristeza ver las cosas en internet, no me gustaba ver peleas por saber con quién estaba saliendo... En ese momento no se hablaba de otra cosa que "el noviazgo de Dulce" y de las miles de fotos que salían... Traté de evitar la vida virtual. No fue una época fácil. No estaba contenta con nada, bueno sólo con las llamadas y los mensajes que recibía a diario de mi príncipe. Pero me entristecía también la respuesta que estaba obteniendo la novela... Que no era buena, en absoluto. Me entristecía ver que mi primer protagónico resultara tan penoso. Hasta dudé de mi capacidad de actuar... Y estuve loca y casi paranoica, porque no soy paranoica, en saber cómo estuvieron mis escenas, si me salí bien en las tomas. Tanto estaba mal, que la inseguridad que había perdido en el pasado volvió a asombrarme. Me aliviaba mucho cuando veía que a la gente le gustaba mi trabajo y me elogiaban por eso, pero en esa época ocurría muy poco.

Me transformé en una prisionera en mi propio mundo.

Pero yo tenía que estar feliz, "yo tenía un novio" que debería hacerme feliz.

Las personas estaban ciegas... Y mucho más yo por poder creer que podría fingir... Como si yo realmente pudiera sentir amor por otro hombre que no fuera por el que en ese momento estaría pensando en mi también.

Una noche en Tlaco estaba cenando con Luisillo y Ricardo, y para variar estaban platicas sobre "mi noviazgo". Esa noche recuerdo que estaba de buen humor, para variar también, equis. Había recibido un mensaje del hombre que hacía latir mi corazón. Estaba de tan buen humor que no me afectaban las barbaridades que decían esos dos.

0. Relatos de mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora