0. Relatos de mi historia

Capítulo 10

Definitivamente yo no quería irme de aquí, pero el deber me llamaba, eran los primeros días, las cosas comenzarían a salir y yo tenía mil compromisos…

Chris nació para ser un osito, nunca en mi vida vi a nadie dormir tanto como él, sin embargo yo era lo opuesto, el sueño para mí era mi enemigo, me gusta mucho la noche, ver cada minuto de la luna. La noche es buena para pensar en la vida, para poder crear, hacer poesías, recordar cosas, imaginar lo inimaginable… La noche era mi momento.

En  ocasiones yo pensaba si una persona podía ser tan feliz como yo lo era en aquel momento. En ese instante yo me sentía dueña del mundo, tenía todo lo que más deseaba y tenía algo que el dinero nunca podía comprar. Tenía el amor de alguien, de un hombre, de mi Gigante Bebé. Un amor que no pide nada a cambio, solamente que lo ame con la misma intensidad. Amor que no se puede medir, que se siente con todo el corazón abierto. Amor que te hace feliz, que hace sonreír, amor de verdad. De esos que sientes su ausencia, que reclama su presencia… Amor del bueno. Yo podía decir y repetir que era feliz en el amor, porque después de tantos problemas, ese amor había nacido y perdurado por tanto tiempo. Amarlo era mi secreto, mi refugio, mi felicidad. Yo sabía que algunas de mis amigas tenían envidia, no, envidia no… Tenían sentimientos encontrados en relación a nosotros dos.

Como Pedro y Luisillo que también insinuaban que él nunca se enamoraría, y varias personas también me decían lo mismo. Amigas que yo tengo como hermanas, mi propia familia llegó a dudar de él, hasta yo misma en alguna ocasión… Todos llegamos a dudar que él sería la última persona de quien yo me podía enamorar. Me decían que lo dejara, porque él sería peor que los otros, que no era fiel, que era un caradura que no se tomaba nada en serio, inmaduro… Siento ganas de reírme de todo eso, todas esas personas se equivocaron, yo me equivoqué. Ese hombre que tengo conmigo, era un diamante en bruto que la vida pulió en parte y que me entregó para que yo hiciera el resto.

Cuando yo no creía que esta relación funcionaría, él luchó por mí, él hizo que esto funcionara, él llenó mi corazón de amor. Por él luché contra las críticas, le di mi confianza y no me arrepiento de para nada.

Aunque a veces nuestra relación no era tan pacífica, nosotros siempre nos guardamos mucho respeto. Cuando una persona me decía que él había estado con alguien en algún lugar X, yo me hacía la loca y no contestaba. Antes no era así, yo no sabía controlar mis celos y nos peleábamos mucho. Pero esa era la época en la que el amor estaba naciendo, por lo menos de mi parte, porque yo no asimilaba que podía estar con otro del grupo, para mí fue difícil el periodo de adaptación. Hoy soy otra persona, mi amor ya es adulto, ya tiene raíces, tenemos madurez en contarnos todo, ya no hay recelos. Somos compañeros, estamos del mismo lado, no existen reservas. No admito que nadie más se entrometa entre nosotros, no vale la pena contar a nadie algo tan lindo que comparto con él. Solamente le cuento a mi madre, mis hermanas y Fran, claro.

Sé que estoy divagando mucho de nuestra relación, pero en este momento estoy viendo cómo él se gira en la cama, dejando al descubierto sus piernas y su pecho… Esa es una imagen que vale la pena estar mirando toda la noche, no me cansaba de mirarlo, de admirarlo. Mi madre una vez me dijo que yo estaba obsesionada, que estaba loca… No creo que sea locura, sólo que tengo que aprovechar las oportunidades que tenemos de estar juntos. Aun es muy difícil… Mentir todo el tiempo, toda esa tensión que tuve que soportar ese año. Pasamos por cosas tan difíciles, pero aun estamos juntos en el mismo camino.

Y aquí estaba yo, amaneciendo un día más. Con mi sol tumbado en la cama. Estaba todo tan calmado. Todavía teníamos todo ese día y yo no lo iba a perder durmiendo, me mantendría despierta mientras estuviese a su lado, aunque eso me costara una jarra de café.

Mucha gente dudaba y seguiría dudando del amor que sentía por él. Soy muy discreta e intento al máximo no demostrar todo lo que siento por él. Por nuestro bien. Pero en cuanto a demostrárselo a él…, es otra cosa totalmente diferente, yo se lo decía cada vez que estábamos juntos. Él sabía cuánto lo amaba y eso era suficiente. Siempre traté de decirlo  con canciones, poesías… Yo gritaba al mundo, pero las personas creen más en lo que ven y no en lo que oyen. Una vez en un concierto yo dije todo lo que sentía en apenas una poesía, lo recuerdo como si fuera hoy, él diciéndome que  pasó todo el resto del concierto pensando si era merecedor de todo ese amor. Yo simplemente respondí que el secó muchas de mis lágrimas, y aun le faltaban por secar muchas más, previniendo  lo que yo pasaría en ese año.

Él era mi sueño hecho realidad, era como vivir en un mudo mágico dentro de la realidad. Suspiré, era imposible estar a su lado y no sentir mil cosas al mismo tiempo, todo de él me fascinaba,  sus ojos, su boca, sus manos… Y lo más precioso que él tenia su corazón… Y yo sabía que era solamente mío. Ese corazón tan lindo y tan joven me pertenecía y nadie lo notaba. Hace mucho tiempo que él “no tiene” a nadie. Como yo antes de ese “acuerdo comercial” tampoco “tenía a nadie". Yo ya lloré, pero hoy me río mucho. No puedo imaginar a otro hombre ocupando su lugar. Mucha gente me cuestiona: "Si tanto lo amas, por qué no asumís…”. Esas personas que dicen eso no viven como nosotros, no saben por lo que pasamos, no saben las consecuencias… Yo no podía gritar y mucho menos él. Si queremos ser lo que somos, tenemos que bailar la música que tocan otros. Tal vez todo eso tiene un lado bueno, la prensa se mantiene a parte y no se crean expectativas, y nosotros no vivimos en tensión todo el tiempo. En relación a él no soy dada a compartir, soy posesiva, soy  loca… Pero él es sólo mío y yo soy sólo de él, y ese es nuestro secreto.

Mi ángel sin alas se movió otra vez en su sueño, y fue en un momento como ese cuando en el pasado lo tuve que despertar, yo me tenía que ir y él cómo siempre no quería que me fuera, pero era necesario. Al final yo tenía una vida, aunque quisiera estar siempre en ese sueño… Recuerdo que ese mismo día yo tenía que ir a un evento, a la inauguración de una tienda. A pesar de mis protestas él me dijo que pasaría a recogerme después…