0. Relatos de mi historia

Capítulo 30

Llegamos, y siempre era así: yo me quedaba en una esquina y él en otra. Anahí siempre tan intensa me abrazó, me apretó, me mordió, ella estaba feliz. Any cambiaba del agua al vino cuando está con alguien... Ella estaba radiante, feliz... Ella sí merece conocer el amor verdadero, ser amada, ella siempre me decía que sentía algo de envidia sana de Christopher y de mí porque nosotros conocíamos y teníamos el verdadero amor, y yo le decía que no iba a tardar de llegarle a su vida...

Los amigos de Anahí se dividían entre ricos, gays y locos, pero todos eran súper buena gente. Conocí a varios y siempre tuve debilidad con los gays, su alegría me encantaba.

Ya era muy tarde y yo tenía totalmente perdido de vista a Christopher... Estábamos hablando de Europa y diciendo que sentía necesidad de ese clima y que estaba próxima a regresar, cuando de repente mis ojos se paran sobre una escena que me dejó el cuerpo helado.

Chris conversando con dos mujeres, que ni de lejos sabía quiénes eran...

Miré a Nate y pregunté:

"¿Quiénes son ellas?".

"Creo que son de Los Ángeles, nunca las vi por aquí...".

Cuando vi que ellas reían de lo que él decía y la forma que una de ellas pasó su mano por el pecho de Chris y lo abrazó riendo, mi corazón se arrugó dentro de mi pecho... No es que yo sea celosa, pero no las conocía y él tampoco hizo el mínimo gesto de presentármelas. ¿Por qué no me las presentó? Y ellas vivían en Los Ángeles, entonces ellos estaban siempre en contacto... Mi cabeza empezó a pensar en mil posibilidades posibles e imposibles... Nate, como buen chismoso, descubrió los nombres. Agarré mi Blackberry y entre al face de él, y vi que las tenía a las dos. Era la prueba que necesitaba.

Le mandé un mensaje: "Debe estar muy interesante la conversación para hacer que te olvides de que yo estoy en la fiesta... Disfruta. Me regreso a DF. DM".

Me despedí de la gente y me fui.

Tenía ganas de romper todo, sabía que no podía acabar bien, Chris y yo en la misma fiesta con amigos de Anahí. Con los amigos de Guillermo nunca terminábamos bien . Quería llamar a Fran, pero ella estaba en una fiesta. Quería llamar a alguien para contar cómo me sentía de mal en este momento. Mi corazón se transformó en un río de dolor... Las lágrimas eran poco para expresar lo que sentía... Los años que tuve miedo de esto y ahora lo vi delante de mis ojos.

Escuché el golpe de la puerta . Ni sé por qué vino, nada de lo que pudiera decirme podía cambiar la imagen que vi. Imaginar cómo era cuando yo no estaba. Miré la alianza en mi dedo que él me dio como prueba de fidelidad y amor. Sentía ganas de tirarla, ahogarla en el medio del mar junto con este sentimiento, pero no era así tan simple...

"¿Dulce?"; dijo él entrando ya con miedo.

"¿Que estas haciendo aquí?".

"Me pregunto por qué te fuiste".

Yo entré poniendo mi maleta encima de la cama. La cara de él de asustado hasta me dio ganas de reírme, mirado la maleta sin entender nada...

"Porque yo no iba a hacer el papel de ridícula delante de todo el mundo, a pesar que ni eso podía hacer porque ni tuviste la decencia de presentarme como algo tuyo...".

Él me miro incrédulo.

"Dulce, todo el mundo sabe de nosotros...".

"Ah si, ¿hasta tus amigas íntimas de Los Ángeles, que te hablan y te tocan?".

"Dulce...".

"Mira Chris, por estas y por otras cosas no sé por qué aun seguimos juntos, yo creo que estamos impidiendo al destino cumplir su papel. Esto nunca va a funcionar. Tú no me respetas, me mientes y me escondes de las personas...".

"Dulce, ellas no son mis amigas...".