Capítulo 12

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Me gustaba mucho estar allí, guardaba recuerdos lindos, pero también los había malos, de esos que no se es capaz de olvidar. Los conciertos iban pasando y nosotros nos aproximábamos... Yo no podía apartarlo de mí, porque yo también quería corresponderle. Una parte mía quería que se supiese lo que había entre nosotros, una pequeña parte, diminuta como un grano de arena, por supuesto. En ocasiones yo resultaba demasiado obvia y me apartaba. Otras me importaba poco lo que podían decir. Era difícil estar a su lado y fingir que no sentía lo que estaba sintiendo. Pero yo tenía miedo. En fin, estaba por comenzar una nueva etapa, tenía que aguantarme... Recuerdo una vez que Anahí me dijo algo interesante: "Dul, haz tu show en el escenario, tú tienes la excusa perfecta diciendo que era parte del show". Y yo seguí sus consejos una vez, y otra, y otra, y muchas más... Arriba del escenario yo podía ser quien realmente era.Todo lo que Pedro dijo que iba a pasar, realmente pasó. Me tuve que preparar mentalmente para las fotos. Confieso que estaba nerviosa, todo aquello era nuevo para mí, estar allí, esperar... Yo contaba los minutos, los segundos para poder tener de nuevo la libertad. Para poder correr a los brazos de quien yo realmente deseaba que me abrazara y me protegiera... Aquella noche fue difícil. Soportar el resto de la noche fue aun más. Una noche más de insomnio, de malos pensamientos, de las primeras lágrimas...

Cuando nos encontramos al día siguiente traté de no demostrar lo nerviosa que estaba, y mucho menos los resquicios de las lágrimas que había derramado. Fue como si no pasara nada. Él no me preguntó nada. Yo no dije nada. Nos quedamos quietos, pero muy juntos.

Las palabras no servían en aquel momento, los gestos sí. Los besos sí. Las caricias sí.

Mi fuerza regresó totalmente. A su lado yo era completa, tenía fuerza, ánimo, estímulo para seguir adelante. Era como si a su lado pudiera recargar la batería que me daba vida. Increíble  cómo sólo al estar abrazada a él me sentí tan bien, escuchando su voz, riendo de sus bromas, que no eran pocas. Una de las cosas que más me gustan de él, es el modo en que me hace reír de todo. Y reír para mí es un sinónimo de felicidad. Y si él es quien me hace reír, significa que él es mi felicidad... Y una vez más yo divagaba...Cuando llegamos a Los Ángeles, Fran estaba conmigo, además era mi cumpleaños. Me sentí bien con ella allí ese día. Fran me entendía solamente con mirarme a los ojos, y ella sabía que yo no estaba bien. Ese día ya no se hablaba de otra cosa en México que no fuera el "nuevo amor" de Dulce María. Antes del concierto Chris estaba extraño, callado más de lo normal, y era obvio que me estaba ignorando, hasta no quiso bailar conmigo. Cuando estábamos en la parte de atrás del escenario, yo le dije: "Tienes que ser profesional. Nuestros problemas están allí afuera". Él sólo levantó la cabeza y me miró. Pasando por mi lado me dijo: "¿Me das unos minutos para digerir las escenas en la calle?". Me quedé helada, pero no tuve miedo de decirle: "Si las cosas van a ser así, ¿por qué no lo dejamos aquí?". Él se dio la vuelta y tocando mis brazos me dijo: "Tú y tus miedos siempre... No voy a pelear contigo aquí, el día de tu cumpleaños. Dulce, sólo te voy a decir que de hoy en adelante no tocaremos ese tema, ¿ok?". Yo sólo asentí.

- "Mira, esto está siendo difícil para mí, pero sé que es aun más difícil para ti. Yo no estoy preocupado con lo que va a pasar, porque yo se que tú me amas, yo estoy preocupado por ti, solamente por ti, por que sé que tú no vas a poder aguantar. Ver tu vida personal embarrada, y tú teniendo que sonreír y diciendo que viva el amor"

- "Chris, tú no puedes saber lo que pasará de aquí a unos meses".

- "Mi amor, nadie vive de mentiras...".

- "Yo sé, pero será rápido, ya verás cómo pasa volando...".

- "Eso espero, de verdad Dulce, eso espero".

Enseguida nos llamaron y Chris hizo lo prometido. Fue demasiado hermoso, nunca dejó de demostrar lo que sentía por mí, dentro y fuera del escenario. Yo estaba ya medio triste, el día de los cumpleaños la gente nos dejaba un tanto emotivos... Cuando cantaron las mañanitas yo busqué a Chris y no podía dejar de tocarlo, en ese momento necesitaba su contacto. Ya más tarde salimos a festejar sólo los amigos, como siempre...En las otras ciudades no fue diferente, él estaba conmigo en todo momento. Luis, Ricardo y compañía estaban haciendo su trabajo, por donde pasaban comentaban a todo el que preguntaba de mi vida, de mi amor loco por quien yo ni siquiera tenía amistad, quien no sabía nada de mi vida... Un día llegamos cansadísimos, yo solo quería dormir, tomé un largo baño y cuando salí Chris estaba sentado jugando... Él quería salir, pero yo sólo quería estar a oscuras en el silencio de mi cuarto, quería paz, al día siguiente nos íbamos para Chile... Él vino hacia mí y me dijo: "Quiero un beso". Yo le miré asustada, ¿desde cuándo Chris me pide un beso?, él viene directamente y me besa, me toma en sus brazos sin pedir permiso... Yo me acerque a él y le besé, pero él no me correspondió, entonces yo abrí mis ojos. Le vi parado, mirándome, en ese momento me sentí muy perdida...

- "Chris, me pides que te bese, ¿pero tú no me besas?".

 

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