Capítulo 33

2.4K 108 6
                                    

Christopher estaba parado en la puerta con una mochila en la espalda, ropa de frío y un gorro en la cabeza, con la sonrisa más linda del mundo mirándome, y él traía la botella...

Llevé mi mano al corazón para ver si realmente latía, porque por un segundo no lo sentí dentro de mí...

"¿Te vas a quedar ahí parada mirándome?".

Juro que no sabía si darle un golpe o tirarme a su cuello y besarlo hasta matarlo de tanto amor...

Yo siempre tenía que tomar la iniciativa, y entró, me cogió por la cintura y buscó mi boca. Yo aun estaba intentado asimilar cómo, por qué y cuándo...Quien necesita de respuestas, necesitaba de actor, y fue así. No vi cuándo me llevó hacia la cama. No vi cuando mi ropa iba siendo tirada por el piso. Cuando lo que estaba leyendo acerca de la piel y la química, de cuerpos conectados, lo estaba poniendo en práctica en ese momento. Cuándo sentía sus manos buscando cada parte de mi piel... Cómo es de increíble que siempre era igual y diferente, cómo podía ser tan único, tan bueno e increíble... Cuándo veía en sus ojos amor, amor y más amor, cuándo me susurraba palabras de amor en mi oído, cuándo morí en sus brazos tratando de buscar el aire que me había quitado...

Intenté buscar algo con qué taparme, cuando sentí una mano que me agarraba y me atrapaba de nuevo...

"¿Dónde crees que vas?".

"Voy a beber algo, mi boca está seca...".

"No, regresa aquí, aun ni comencé...".

Me abrazó fuerte pegando nuestros cuerpos...

"Te extrañe tanto Dulce...".

Miré sus ojos... Chris era tan transparente que era tan fácil de saber todo lo que él pensaba y sentía sólo con mirar sus ojos.

"Joven, ¿y qué haces tú aquí?".

"Si no te gusto me lo dices, me puedo ir fuera...".

"Qué menso me saliste".

"No teníamos programado esto...".

"Las cosas programadas a veces no son las mejores".

"Sí, pero me dejaste todo el día agonizando sin atender el teléfono. ¿Y Fran lo sabía, verdad? Porque solamente estando enferma es capaz de quedarse sin salir a beber algo...".

"Dulce, eres tan lenta... Cómo iba a hablar contigo si yo estaba en el avión...Piensa que tu amiga sólo quiere tu bien y verte feliz, y ella sabe muy bien dónde tú encuentras la felicidad... Yo tengo mis contactos...".

"Lo bueno de todo es que no estás nada convencido...". Él se rió.

"Yo amo cuando pones esa cara de tontita...".

"No te burles de mí idiota...".

"Linda"; y me besó... "¿Cómo consigues estar cada día más linda...?".

"A veces el amor ayuda..."; él me abrazó y me besó rápido.

"Sólo pasé para despedirme, mañana temprano tengo que estar en Brasil".

Increíble cómo esa palabra tenía un poder sobre mí, sobre cosas buenas y cosas malas... Pero no fue eso lo que me llamó la atención. Me senté rápido y lo miré.

"¿Te cortaste el cabello?".

"Me obligaron, no fue tanto...".

Mi humor se fue, me levanté y fui buscando mis cosas por el suelo, y entré en el baño. Me di la vuelta y Chris estaba aun en la misma posición en que lo había dejado.

"Chris, no me vas a decir nada...".

"Qué te voy a decir, ¿que tienes el poder de estropearlo todo? Realmente Dulce, no estoy para peleas...".

"Ah claro, ¿vas a Brasil con el cabello así, y todavía quieres que yo sea la persona más normal del mundo?".

"Realmente no sé qué puede influenciar en la vida de alguien el cabello, pero bueno, está bien...".

"No te hagas el idiota, tú sabes muy bien cómo son las cosas allá, las historias...".

"Dulce, cuando tengas alguna prueba de esas cosas que hablan, entonces conversamos, ¿ok?".

"Que sepas que seré cómo un radar. Lo mejor que han inventado en la vida es el Twitter, la voz que lo sabe todo...".

"Y después no te gusta el chisme...". Nos pusimos a reír, realmente no conseguimos pelear en serio. Me senté a su lado y le toqué su cabello...

"Dios mío, cómo detesto tu cabello así...".

"¿Dulce, qué quieres? Tengo 4 años que no salgo con nadie, hasta fama de gay me echan... Por ahí hasta dicen que tengo algo con Guillermo".

"Y van a decir que no te gustan las rubias...". Nos reímos todavía mas...

"Claro, las rubias, cómo no...".

0. Relatos de mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora