Capítulo 21. Deseo inquebrantable

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___ se quedó helada al verlo ahí. No se imaginó que el guerrero del universo 11 hiciera acto de aparición así sin más. Jiren la miraba y luego analizó la tumba que estaba detrás suya. Le pareció que llegó en un mal momento por lo que hizo una pequeña reverencia a modo de disculpa.

—Siento molestarte.

—No… tranquilo —lo reconfortó—. Iba a terminar de todas formas.

El cuerpo del guerrero se relajó bastante al escuchar esas palabras de su boca. No era un maleducado. Él sabe el significado de perder a un familiar, amigo o maestro cercano porque él pasó por lo mismo. El alienígena caminó hasta ella para ponerse a su lado acompañándola en el último momento. La tumba de su madre. Una Kauneus que llegó al planeta Tierra en busca de amor y lo consiguió por poco tiempo. Al menos tuvo a su hija en los últimos momentos de su vida.

El silencio no fue una molestia. Era una señal de respeto y armonía hacia los muertos. En el fondo, la mujer de cabellos (c/c) agradece este momento con una leve y pequeña sonrisa, mientras se arrodillaba ante la tumba nuevamente y rezar por lo bajo. Jiren no se quedó atrás. Se agachó para estar a su altura. No rezó, pero se mantuvo callado por un largo tiempo.

—¿Me estabas buscando? —preguntó, ya irrumpiendo el silencio.

—Vi que te demorabas mucho.

—Acuérdate que fui a entrenar con Piccolo. —Un dedo se colocó en la cabeza de Jiren para empujarlo suavemente.

—Pero no pensé que fuera tanto.

—Estaba meditando. Se me pasó toda la tarde volando —confesó.

—Al menos, has estado más tiempo con el Namekiano.

La oji-(c/o) se asombró ante el comentario que dio Jiren. Eso daba señales de que estaba celoso de Piccolo. Esto pasó con Hit cuando los dos lo hicieron. La mujer no evitó sonrojarse un poco y miró hacia otro lado.

—No hemos hecho nada, si es lo que piensas.

—No he venido a juzgarte —reiteró—. Eres libre de hacer lo que quieras.

Y era cierto. Jiren no estaba ahí para eso, sino simplemente porque estaba preocupado y quería verla. Hasta él mismo se daba cuenta que se estaba volviendo un poco posesivo con la joven. ¿A qué os suena? Efectivamente, ___ hacía lo mismo con ellos y era muy pesado. Ella tenía cierto don para volverlo loco. Quería tocarla y no lo hacía por respeto, no obstante, se sorprendió un poco que ___ acarició con suavidad su mejilla. Ella le estaba dedicando una tierna sonrisa.

Un guerrero serio y frío como él sintió su corazón ablandarse cuando estaba cerca de ___. Jiren hizo el mismo procedimiento: tocó su mejilla rosada notando esa pequeña calidez. Pensar que él fue el provocante de esa dulce reacción le enterneció. 

Obsesión alienígena (Dragon Ball x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora