Capítulo 4. La desesperación de una loca

499 62 11
                                    

Era hora de cultivar diferentes tipos de verduras porque era la mejor época del año

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era hora de cultivar diferentes tipos de verduras porque era la mejor época del año. No obstante, Goku no estaba muy concentrado en hacer su labor. Más bien estaba quieto en su sitio calmado y concentrado. Quería llegar a esos límites que descubrió peleando en el Torneo de la Fuerza. Dominar ese poder no era nada fácil y más cuando cualquier enemigo podría aparecer sin que lo supiera. Y no solo eso, sino también estaba ansioso de que apareciese cierto rival. Un rival digno de pelear por sus habilidades increíbles.

Siempre estaba alerta y cuando pensaba que era esa persona, se giraba para encararlo. Pero era un simple animal o una hoja que cayó de la copa del árbol. Esto a Goku le desesperaba demasiado. Quería que apareciese cuanto antes para enfrentarlo como era debido porque, la última vez, les interrumpieron. Como odiaba esos momentos sin disfrutar de un buen combate. Podría pasar días así en modo concentrado. De repente, notó movimiento que todo su cuerpo se tensó al momento. Ni siquiera quería abrir los ojos, solo sentir el ki.

No obstante, le estaba pareciendo difícil porque su rival lo estaba ocultando perfectamente. ¿Acaso lo había perfeccionado? Ni él estaba muy seguro. Aunque sentir los pasos en la tierra le era suficiente para detectarlo. Cada vez se acercaba más a él. Ya estaba casi. Un poco más. ¡Y zas! Se giró bruscamente para golpearlo, pero se detuvo en seco. No era la persona a quien estaba esperando. Era ni más ni menos que ___. La mujer parpadeó sus preciados ojos (c/c) queriendo entender a que venía eso. Un poco más y la hubiera golpeado de verdad, y tendría problemas luego.

—¡___! —exclamó—. ¿Qué haces aquí?

—Chichi me dijo que estabas labrando el campo —comentó, mientras miraba a su alrededor—. Yo a esto lo llamaría un campo de mina.

Efectivamente, el campo estaba lleno de agujeros a causa de los duros entrenamiento de Goku porque Chichi le impidió que fuera a entrenar con Whis o con otro personaje. Le dijo específicamente que, si no ganaba dinero, pues tenía prohibido entrenar. Y eso al Saiyan lo mataba por dentro.

—Bueno, me es difícil estar quieto —se sinceró. Una mano estaba colocada en su cabeza para rascarse la nuca—. ¿Te envió Chichi para que me espiaras? —preguntó.

—No —negó rotundamente—. Es solo que... ¡Piccolo no está en la casa de tu hijo! —vociferó casi llorando de tristeza.

Goku rio con nerviosismo ya sospechando que vino solo por eso. Estaba claro que ___ iba a volver a la casa para reunirse con Piccolo, pero el Namekiano debió de huir al sentir su ki casi diminuto. ___ tenía las manos en sus mejillas, casi no queriendo llorar. Ella era una guerrera también, pero le era imposible encontrar al hombrecillo verde.

—¿Podrías ayudarme a encontrarlo? —le sugirió.

—Me encantaría, pero no puedo porque Chichi me matará si me voy de aquí —le explicó Goku.

—¿O te matará cuando le cuente que no estás labrando, si no entrenando?

—No serías capaz, ¿verdad?

Obsesión alienígena (Dragon Ball x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora