Otro nuevo día para nuestros Guerreros Z. Un día más en que la paz reinaba el planeta Tierra. No había enemigos que amenazaran en conquistar o destruir el planeta. Sin embargo, cada uno de ellos entrenaban porque uno no sabe cuándo llegará la siguiente amenaza. Aunque algunos no podían entrenar porque había cosas más importantes. Como eran los casos de Gohan y Krillin que tenían un trabajo. Y Piccolo también. Ser de niñero de Pan. El Namekiano no paraba de vigilar a la pequeña Saiyan porque era una revoltosa y volaba a sus anchas sin ningún tipo de impedimento.
El cariño que sentía por esa niña era tan grande que le era imposible describir. Y todo por hacerle un gran favor a su alumno más preciado. Pan no paraba de llamarlo "Piccoyo". Era un bebé todavía y aún no pronunciaba ciertas palabras. Pero al alienígena no le importaba en absoluto. Tenerla vigilada también era una forma de entrenar su mente. A veces ella volaba en dirección a él para abrazarle o hacía muecas graciosas para que jugara con ella. Eso último le daba un poco de vergüenza al Namekiano, pero no había nadie presente; así que, podía hacerlo sin ningún problema.
Además, esto le ayudaba a él a tener la mente distraída. Ayer lo pasó gravemente mal con esa loca amiga de Goku. Se pasó todo el día en el aire no queriendo escucharla o alejarse de ___. Para tener la misma edad que el Saiyan era una pesada. La joven no paraba de llamarlo cada dos por tres para que bajase y comiese algo. No le hacía falta. Podía aguantar sin comer por mucho tiempo. Eso sí, el agua era muy importante para su sistema. Gohan, muy preocupado, tuvo que volar hasta él para entregarle una botella de agua para hidratarse. Y menos mal que la pesadilla se acabó y rezó a Dende y a todos los dioses que no volviese a pasar.
Sus oídos se agudizaron al escuchar a Pan balbucear palabras sin sentido. Ella estaba en la puerta de entrada levitando y con los brazos extendidos hacia ella. ¿Había alguien? Oh, reconoció su ki perfectamente. Son Goku estaba delante de la casa de su hijo, pero ¿qué hacía aquí? Era muy extraño porque él no solía ir muy a menudo a esta casa para ver a la bebé. Se levantó del sofá para caminar hacia allí, mientras cogía a Pan en sus brazos. No paraba de decir «abuelo». Estaba claro que ella también tenía la habilidad de sentir los kis. Esta niña era una sorpresa para todos.
El Namekiano tomó el pomo de la puerta para abrirlo lentamente y encontrarse al Saiyan con una sonrisa de oreja. Se repitió así mismo que algo malo estaba pasando. Lo lógico sería que Goku estuviese entrenando con Kaiō-sama o con Whiss para seguir perfeccionando la "doctrina egoísta". Arrugó un poco el ceño intentando leer su mente, aunque no tuviese la capacidad. Pan voló en dirección a su abuelo para abrazarlo y él aceptó encantado.
—¡Buenos días, Piccolo!
—¿Qué te trae por aquí, Son? —preguntó sin rodeos.
—Quería ver a mi nieta Pan y saber si necesitabas ayuda.
¿Escuchó bien? ¿Dónde estaba el Goku que conocía? Su rostro no cambió para nada, simplemente miraba a abuelo y nieta riendo y jugando un poco. Algo no le estaba cuadrando a Piccolo.
ESTÁS LEYENDO
Obsesión alienígena (Dragon Ball x Reader)
Fanfiction___, una chica peculiar que es amiga de Krilin y Goku, y alumna antigua de Mutenroshi. Esta joven chica aparenta tener veinte años, pero en realidad tiene la misma edad que su joven amigo Goku. Un día, el moreno la visita porque hacía tiempo que no...