Capítulo 19

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Connecticut

Edan

Llego después de un viaje recorrido desde Georgia hasta Nueva York y finalmente Connecticut.

Me encuentro en la casa que tienen mis padres en la ciudad, no siempre están en un punto fijo ya que prefieren trabajar lo máximo posible, mi madre sobretodo así que tienen muchos bienes inmuebles.

Ha sido un completo caos estos últimos días pero son cosas inevitables; no he regresado a la universidad, pero espero que pronto todo pueda regresar a la normalidad. Me encuentro sentado en la biblioteca de la casa tratando de tomar un momento de tranquilidad.

No he hablado con Ava desde que Kalen hizo esa llamada y me sorprendió lo abierto que fue con ella, suele ser demasiado contraído, pero al parecer esa castaña se ganó el cariño de mi monstruo.

No he parado de pensar en estos días en Ava y el cómo soltarle la bomba que está a punto de explotar en mis narices, más no quiero pensar por ahora en eso, aún tengo una semana para planear la manera más adecuada de sincerarme con ella.

Sé que he cometido mis errores y aún los sigo cometiendo, pero mi intención jamás sería lastimarla.

Me encuentro muy confundido con respecto a mis sentimientos hacia ella, sé que me gusta, me fascina y hay algo en ella que no me permite pensar con claridad y alejarme. Por el contrario, soy muy cerrado y no admito mis sentimientos fácilmente, sé que todo este acuerdo con ella se ha vuelto algo complicado y que ninguno de los dos está seguro de tocar ese tema pero lo que es claro es que ninguno puede alejarse ni negar la conexión qué hay entre los dos.

Me siento en un terreno completamente nuevo y me desconcierta que aunque lo haya querido no pueda Ava ser como las demás con las que he estado, con las que fácilmente me puedo olvidar.

He pasado a lo largo de mi vida con muchas mujeres, de todo tipo. Podrán llamarme ligón, mujeriego, lo que sea, pero en realidad jamás he tenido ese sentimiento de apego, el que una mujer me vuelva jodidamente loco; Hasta ahora, conocer a Ava me movió todos mis planes, fue tan inesperado que no pude controlar las ganas de tenerla.

Soy consciente que arriesgo demasiado al llevar a la cama a una alumna, es solo que no razono y solo doy pie a la necesidad de arrancarle la ropa, hacerla mía de todas las formas posibles y no voy a mentir, lo prohibido es lo que más se disfruta y yo disfruto pecar mil veces con ella.

Unos pasos por mi lado me sobresaltan sacándome de mis pensamientos y me tranquilizo al ver a mi padre parado junto a mi con un vaso de wisky, no tenia ánimos de escuchar a mi madre en estos momentos y menos cuando estaba disfrutando de pensar a una hermosa castaña de ojos olivos y un trasero exquisito.

-¿Así que te ocultas de tu madre?.

-¿Te ocultas de tu esposa?.- Devuelvo enarcando una ceja.

Me mira de reojo dándome una sonrisa ladina.

-¿Estás feliz por tu empleo como profesor?.

Feliz por tener a una alumna con la que follo increíble.

-Si, me siento muy bien enseñando y compartiendo lo que se de este asqueroso mundo.

-Pero... - Da hincapié para que siga.

Mi padre toma asiento a mi lado observándome fijamente y antes me intimidaba su forma de conocernos y sacarnos toda la verdad, pero ahora creo que me sirve.

-Hay alguien... y creo necesitaré buenos abogados cuando me demanden.- Lo digo en tono burlón pero tal vez lo necesite en serio.

Sus ojos se explayan sutilmente y toma esa postura en la que conecta pensamientos.

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