Cassie Barbrow
Ava
Después de haberle dado la noticia del embarazo a Edan insistió en que debíamos ver al médico y se aseguró de conseguir a la mejor. No quería apresurarme pero Edan estaba ansioso por controlar que todo estuviera en orden.
Claramente consiguió una doctora porque el hombre no puede vivir sin su posesividad.
Han pasado 3 semanas desde la graduación y ha sido fatal lidiar con las náuseas matutinas, desde que me levanto tengo que pasar como mínimo media hora vaciando mi estómago en el bater. Edan se preocupa al verme fatal pero no se aleja de mi lado y busca que me sienta cómoda.
Tengo unos días libres antes de regresar a la empresa y necesito parar de vomitar todo. Lo único que puedo retener son vasos de leche fría que son mi mayor antojo, antes ni volteaba a verla ahora es mi mayor aliada. Fuera de eso estoy bastante bien.
Caminamos tomados de la mano por el consultorio donde nos indicaron esperar a que nos pasen, él y yo nos quedamos de piedra en el umbral al ver la infinidad de barrigas de embarazadas, niños gritando y bebés llorando. Intercambiamos miradas de horror y no hace falta que compartamos pensamientos para saber que nos preguntarnos si esto es lo que nos espera.
Ambos nos removemos incómodos sin saber ni dónde pararnos pero afortunadamente una doctora bajita sale con una sonrisa y habla.
-Ava y Edan Barbrow.- Alza la voz y recorre la vista de la sala hasta que posa sus ojos en nosotros.- Deben ser ustedes, adelante.
No deja de sonreírnos y empiezo a sentirme nerviosa, avanzo pero no siento a Edan así que volteo para encontrarlo mirando fijamente a un niño que grita y salta descontrolado a lado de lo que parece su madre con una gigante barriga. Regreso tomándolo de la mano para que reaccione y me da una mirada que me hace reír.
Llegamos a una sala bastante aseada y donde por fin hay silencio. Tomamos asiento frente al escritorio para hacer las debidas presentaciones y debo agradecer que no le tire los tejos a Edan porque la estamparía en el escritorio cuando las hormonas me avasallen.
»Debo imaginar que están nerviosos.
-Queda corta.- Murmuro y ella ríe.
-Es normal cuando son primerizos.
-¿Es normal que parezcan monos sin control?.- Edan se le sale la respuesta y la doctora ríe aún más negando.
-Cada quien es diferente a la hora de criar a sus hijos.- Abre su laptop.- Pero vamos a comenzar.
Pasamos media hora respondiendo las preguntas que nos hace y cada vez los nervios me apoderan, hablo de los síntomas, me manda hacer análisis, todo lo necesario para estar atenta a mi salud.
»Pues parece que todo va en orden, ahora vamos hacer una ecografía.
-¿Cómo que "Pues parece"?.- Edan se cruza de brazos y así parece más imponente, poniendo nerviosa a la doctora.
-Tranquilo, lo confirmaremos ahora con el ultrasonido.- Me ve a mí nerviosa y le doy una mirada de disculpa para que se calme.- Bien Ava, necesito que descubras tu vientre.
Sigo sin creer que esto esté pasando, siento que esto es una broma y en verdad es una falsa alarma.
¿Yo siendo madre?.
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APETENCIA
RomantizmAva Collins Baker. Belleza, sensualidad, inteligencia, simpatía, carisma. Todo hecho mujer. No teme en abastecerse de satisfacción y deseo. Control, perversidad, autoestima, ella sabe lo que vale y lo que está dispuesta a ofrecer. Sabe que no po...