Capítulo 32

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Camila pov

De manera rápida la noche llegó, me pasé prácticamente la tarde entera en compañía de Normai y Dinah, estuvimos hablando del mismo tema que todos hemos hablado, Lauren y yo. Por fin pude comprender el comportamiento de Normani el otro día, y tiene sentido todo lo que dice pero a Lauren lo que menos quiero es lastimarla.

Al regresar a la casa no encontré ni a William ni a Lauren, me decidí por buscar a Lauren, es la que más me importa.

Fui a su habitación y allí estaba, dormida con el semblante tranquilo y sus largos mechones de cabello regado a su alrededor, se veía tan hermosa y cada vez que la miraba comprobaba que es la persona que realmente amo, todas las cosas que Lauren provoca en mi estoy segura que nadie las ha provocado.

No quisiera comparar entre Lauren y William pero es inevitable, cuando estoy con William no siento absolutamente nada, muy diferente a cuando estoy con Lauren, con ella siento millones de emociones, emociones que nacen desde lo más profundo de mi alma hasta afuera, emociones que eran desconocidas para mí antes de conocer a Lauren.
La comparación entre ellos dos es estúpida ahora que lo pienso, pero es que hay muchísima diferencia entre ella y él. Nunca me sentí enamorada con él, nunca sentí lo que sienten los adolescentes cuando se enamoran, y quería sentirlo con él, quería amarlo pero de mi alma no nació hacerlo y fue lo mejor. Aquellas emociones que sienten los adolescentes cuando se enamoran, aquellas mariposas, las sonrisas tímidas y nerviosas, las sentí cuando conocí a Lauren en aquella fiesta, al instante. Traté de negarme muchísimas veces lo que había sentido cuando ella bailó conmigo, cuando su mano se posicionó en mi cintura y cuando su mirada se clavó en la mía.

Me costó meses aceptar que caí a los pies de Lauren, me enamoré de Lauren. Cada día lo compruebo más al verla.

Me acerqué muy despacio a Lauren para no despertarla, me recosté a su lado y de inmediato su olor me invadió las fosas nasales.

Amaba su olor.

La miré con total devoción, acerqué mis dedos a su mano con miedo de despertarla, mis dedos recorrieron sus venas marcadas de su mano, ella no despertó. En cuanto mis dedos hicieron contacto con su piel sentí una corriente deliciosa por todo mi cuerpo.

A mi mente llegó una idea emocionante, dibujar a Lauren mientras dormía. Sin hacer ningún tipo de ruido me puse de pie, busqué por toda su habitación una libreta y un lápiz hasta que por fin lo encontré, le puse seguro a la puerta y me senté en la cama.

Sonreí por lo que estaba a punto de hacer, aunque para ser sincera no es la primera vez que lo hago.

Dibujé a Lauren sin dejar escapar ningún detalle, quedé enamorada del dibujo que tenía entre mis manos. Lo hermosa y perfecta que es Lauren y la combinación de mi talento, hizo una obra de arte.
Para darle terminación al dibujo le puse mi firma, cerré la libreta y la coloqué encima de la mesita de noche que había al lado de la cama de Lauren.

Volví a recostarme a su lado pero ésta vez me pegué más a ella, no tuve que hacer mucho esfuerzo para encajar en la posición de su cuerpo, me abracé a ella, sentía en mis oídos sus latidos, ella se movió más no se asustó por sentirme sobre su cuerpo, al contrario, ella me abrazó más a ella y su rostro lo enterró en mi cuello, sentí un beso corto y delicado, me estremecí.

A esto me refiero cuando digo que con Lauren siento lo que antes no sentí, la manera en que me trata, como ella me enamora con pequeños detalles sin necesidad de hablar tanto, solo demostrando.

Ésto es algo puro e intenso.

Dudaba en si hablar o no. -Estás despierta?- Susurré.

-No, aún no- Respondió con voz ronca, esa voz ronca me hizo perder la cabeza por completo.

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