•Dulce Tentación•

Capitulo 40

Lauren pov

Amanecí con un fuerte dolor de cabeza, luego de que Camila se haya ido del club bebí como si no existiera un mañana.

Me molesté por la actitud que Camila tuvo conmigo cuando me intenté acercar a ella, pero no la culpo.

No sé que haría hoy para ver a Camila, tengo un deseo horrible de ver a Camila y hablar con ella, porque sé que tenemos mucho de qué hablar.

Bajé las escaleras y fui hasta la sala, ahí estaban Christopher y Normani quienes me regalaron unas miradas fulminantes.

-Lauren eso fue una falta de respeto hacia Camila, que por cierto está haciendo todo lo posible e imposible para estar contigo.- Normani parecía mi madre regañándome.

-Tú también?- Bufé con cansancio.

-Quieres perder lo que tanto te costó tener?- Preguntó Christopher.

-No, no estoy dispuesta a perder a camila.-

-No debiste permitir que Rosalía entrara a tu vida, esa mujer lo va joder todo- Normani dijo.

-No, no lo va joder todo, ya la saqué.- Me encogí de hombros.

-Esa tipa es una trepadora, no saldrá fácil- Christopher gritó molesto.

Nunca había visto a mi hermano así, él era de aquellos que me apoyaban en todo, pero ahora es evidente que no me apoya.

-Quiero ver a Camila y hablar con ella-

-Bueno, la tienes difícil, hablé con ella luego de que se fue anoche y dijo que no desea verte ni hablar contigo, está realmente molesta- Normani hizo una mueca con sus labios.

-Mierda- Susurré.

Regresé a mi habitación para darme un baño caliente, y salir a tomar un poco de aire fresco.

______

Iba de camino a Starbucks, aquella cafetería se ha vuelto mi lugar favorito para pasar un rato tranquilo y pensar en todo.

Entré a dicha cafetería y en la barra ví una silueta familiar para mí.

La suerte hoy está de mi lado.

Era Camila.

Me acerqué con sumo cuidado.

Ella estaba esperando algo, se veía hermosa, ella estaba sumergida en su celular. Mi corazón se aceleró cuando ella levantó la cabeza pero no me vió.

De verdad amo a esa mujer.

Decidí acercarme, me paré justo detrás de ella.

-Camila- Murmuré para que solo ella lo escuche.

Ella se estremeció y eso me hizo sonreír.

Ella se dió la vuelta para quedar frente a mi. Nuestras miradas se conectaron.

-Qué quieres?- Dijo en un tono seco.

Su actitud me recuerda mucho a los primeros días que la conocí.

Yo le sonreí.

-Te quería ver y por casualidad te encontré aquí.-

-Ya me voy, no duraré mucho tiempo aquí- Ella respondió cortante.

Me dió la espalda otra vez.

-No me des la espalda, por favor-

Ella se encogió de hombros y no se volteó.

-Quiero hablar contigo-

-Sobre?-

Ella aún no me miraba.