•Dulce Tentación•

Capitulo 18

Camila pov

-Lista para el próximo?- Le pregunté a Lauren cuando ya había salido de mi.

-Creo que si- Me sonrió.

Lauren no me dejó tomar el control, ella me volteó sobre mi estómago en el escritorio. Gemí de aprobación.

Mis piernas y mi culo quedaron a su mera disposición.

Ella separó mis globos entre nalgadas y se posicionó. Creí que ya me iba a penetrar pero no, ella hizo algo que me gustó e hizo vibrar mi cuerpo. Con sus grandes manos y abiertas ella tocó mi cuerpo, sus manos subían y bajaban por toda mi espalda, dejaba besos por todos lados y se frotaba contra mi. Por sus caricias y besos yo gemía levemente y ella me respondía con otro gemido y podía sentir que su miembro se levantaba cada vez más.

Después de varios minutos en los que Lauren me estaba tocando el cuerpo con sus gloriosas manos, le pedí que me diera la atención que tanto quería.

Lauren rió levemente, separó mis piernas y lentamente me penetró, cuando ya estuvo lo suficientemente enterrada dentro de mi, las dos gemimos de placer, me sentía completamente llena con Lauren y el placer que me daba era exquisito y embriagante.
Ella poco a poco fue acelerando sus embestidas, tomó mis largos mechones marrones en sus manos y los haló al mismo tiempo que se estrellaba dentro de mi, un gemido gutural salió de mi boca. Lauren soltó mi pelo para agarrarme fuerte de la cintura y hundirse más y más rápido, era tan fuertes y rápidas las embestidas de Lauren que el escritorio comenzó a hacer sonidos a la par de los sonidos sucios que provocábamos Lauren y yo, poco tiempo pasó para que Lauren me hiciera venir y ella venirse conmigo. Lo que más disfruto es escuchar los suaves gemidos de Lauren y cuando ella menciona mi nombre. Eso sabe a gloria.

Unos toques en la puerta nos alarmaron de inmediato.

Mierda, se supone que William no debe llegar ahora.

Lauren me soltó y yo me incorporé para mirarla, en la cara de Lauren se veía el pánico y estaba pálida.

-Ponte la ropa, rápido- Le murmuré bajito.

Ella comenzó a buscar cada una de sus pieza de ropa. Yo me puse a buscar la mía, estaba acomodando el escritorio cuando otra vez tocaron a la puerta.

No sabía que Lauren era tan rápida, cuando volteé a verla ella ya estaba completamente cambiada. Me cambié igual de rápido y traté de verme tranquila.

Estoy consciente que el ambiente huele a sexo puro.

-Escóndete ahí- Le indiqué a Lauren un closet no tan Grande llenos de libros, ella me hizo caso y se adentró a aquel closet.

Cuando fui a abrir la puerta me topo con que es la maldita Dinah.

Ella estaba sonriendo con cinismo.

-Me asustaste maldita sea- Solté todo el aire que estaba aguantando.

-Tus sucios gritos se escuchaban desde el pasillo- Seguido de eso Dinah soltó una enorme carcajada.

-Lauren puedes salir- Vociferé para Lauren.

Lauren salió de aquel closet con una sonrisa tímida en su rostro.

-Tú le das bien duro que haces a Camila gritar con tanta intensidad- Dinah le dijo a Lauren.

Lauren se sonrojó violentamente.

-Dinah! Respétame un poco por favor-

-Quiero que dejes embarazada a Camila- Dinah me ignoró.

Volteé a ver a Lauren quien tenía la cara Bien roja de la vergüenza.

-Eso no pasará- Me giré a ver a Dinah.

-Recuerda que lo que yo digo se cumple- Me sonrió.

-A mi me gustaría...- Escuché la voz de Lauren.

Me giré a toda velocidad para ver su cara.

-El qué te gustaría Lauren?- Preguntó Dinah. -Dilo Lauren, no tengas miedo- Dinah estaba concentrada en Lauren.

-Me gustaría embarazar a Camila- Dijo con timidez.

Mi cara era un maldito poema, miré a Lauren como si fuera un ser de otro planeta, no encontraba palabras para contestarle, su confesión me secó la garganta.

-Que tú qué?!- Prácticamente grité.

-No estoy diciendo que lo voy a hacer, simplemente dije que me gustaría aunque sé que no pasará- Lauren se encogió de hombros.

-Eso si pasará- Intervino Dinah.

-No, no pasará- Dije yo mirando a Dinah.

-Bueno, ya me tengo que ir- Dijo Lauren.

Ella pasó a mi lado y antes de salir me depositó un beso en la frente y luego se marchó despidiéndose de Dinah.

-Lauren se está enamorando de ti- Me dice Dinah.

-Dinah, siempre tienes algo que decir, me estás irritando- Le dije.

Fui a sentarme en la silla del escritorio y Dinah se sentó frente a mi.

-Pronto sabrás que tengo razón en todo lo que te estoy diciendo- Me dijo.

-No lo creo- Bufé.

-Oye Mila, debes cuidarte más y saber donde haces tus cosas con ella, hoy fui yo pero mañana podría ser William.- Me dijo con una voz suave y calmada.

Dinah tiene razón.

-La necesitaba, entiéndeme un poco- Le dije.

-Debiste ir a su casa y no traerla aquí, William es impredecible-

-Si, otro día no pasará, gracias mamá por regañarme- Hablé con sarcasmo y Dinah rió.

-Espero que sea hembra- No me dió tiempo a responder, Dinah había salido disparada de la habitación.

Maldita Dinah.

Y si de verdad quedo embarazada? Es imposible, yo me estoy cuidando.

Hacerlo con Lauren cada vez se vuelve más adictivo, sus manos, sus besos, sus caricias, sus gemidos, sus penetraciones... Todo es tan intenso.

Me hago la pregunta más complicada de todo esto. Que siento yo por Lauren? Siento cosas carnales por Lauren pero sinceramente no sé si sentimentales.

No quiero mezclar una cosa con la otra, en caso de que Lauren si sienta algo por mi yo no puedo corresponderle, estoy casada. Lo pienso una y otra vez y doy con la conclusión de que debería terminar lo que tengo con Lauren, por su bien y el mío pero simplemente no puedo, es difícil y imposible.

Cada vez más deseo a Lauren, por más que lo haga con ella siempre voy a necesitar de ella.

Lauren pov

No sé por qué dije eso, pero tampoco voy a mentir.

He pensado varías veces en Camila esperando un bebé mío. Sé que lo que tenemos es puro sexo, nada sentimental solo carnal, pero yo, Lauren Jauregui estoy sintiendo algo más, pero solo es un pequeño sentimiento y espero que no crezca.

No debí decir lo que pensaba en voz alta pero me dejé llevar por el momento y Dinah. Quizás lo que dije hará que Camila termine con lo que tenemos.

Quizás no debí empezar esto con Camila.

Quizás fue lo mejor que me pudo haber pasado.

Quizás me traiga muchos problemas.

Quizás me traiga felicidad.

No lo sé sinceramente, sé lo dejaré al tiempo.

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