•Dulce Tentación•

Capitulo 41

Lauren pov

Traje a Camila a mi casa principal, la mansión. Aquí pasaría un momento íntimo y agradable con la mujer que más amo.

Camila es la primera y creo que última mujer que traeré aquí.

Estoy agradecida de que Camila ya no está enojada conmigo y que pudimos hablar, entendí perfectamente por qué ella estaba tan enojada, no quiero perder a Camila y ya tomé la decisión de alejar a Rosalía de mi vida para que no me dé más problema.

Ver a Camila así de enojada me había causado risa y ternura, definitivamente Camila enloquece a alguien hasta enojada, se veía preciosa, incluso las groserías que decía la hacían más sexy, una mujer dominante y yo soy feliz si ella me domina.

Amo cada cosa de Camila y temo el día que ella ya no esté para mí, me tomé enserio cada palabra de Camila. Temo fallarle aunque ya lo hice, pero estoy a tiempo de remediar ese error.

No sé en qué estaba pensando cuando me involucré con Rosalía, la atracción que antes sentía por ella se esfumó, por lo tanto, fue una atracción de un momento y nada más.

En la casa nos encontramos con Dinah y Christopher, resulta ser que ésta será la casa del romance.

Fui con Camila a mi habitación, la familiar habitación dónde ella y yo hicimos el amor con tanta pasión la última vez.

-Si quieres puedo llevarte a otro lugar mi amor- Le dije a Camila quien de inmediato se sentó en la cama.

-Está bien aquí Lauren, lejos de todo, algo privado-

Ella me sonrió divinamente, esa sonrisa ilumina lo más oscuro de mi alma.

Me acerqué a ella, me senté a su lado. Ella me miró con una sonrisa tierna. Nuestra mirada se conectaron tan intensamente que mi corazón se aceleró.

-No creí que me iba a enamorar así de ti-

-Yo tampoco lo creí, estoy tan enamorada de ti Lauren.-

Abracé a Camila y la pegué de mi cuerpo, ella se movió hasta quedar encima de mi y yo recostada en la cama completamente.

No teníamos planes de hacer el amor, o si? Simplemente queríamos sentir el calor de cada una.

Camila se recostó en mi pecho, llevé mis manos a su largo y ondulado pelo, pasaba constantemente mis manos por sus sedosos mechones, mis manos se deslizaban por ellos, dejé que su aroma me embriagara y me hiciera sentir en las nubes totalmente, amaba a la mujer que tenía recostada en mi pecho, sin duda alguna.

Camila se aferró a mi cuerpo, sentí todo el caliente de su cuerpo aunque ambas teníamos ropa.

Camila pov

Me sentía completa en los brazos de Lauren, sentir sus caricias me debilitaban de una manera increíble, mi deseo es estar así con ella todo el tiempo, para siempre si es posible.

Si tan solo Lauren supiera que en mi vientre llevo su hijo. Quisiera decírselo pero es muy pronto, aparte me da miedo su reacción, aunque muy en el fondo estoy segura de que ella lo aceptará y amará muchísimo.

El momento se vió interrumpido cuando mi celular empezó a sonar repetidas veces.

Vi el celular y en la pantalla salía el nombre de William, me senté en la cama para atender la llamada.

-Hola- Respondí.

Lauren me miró con curiosidad.

-Dónde estás Camila?- Escuché la voz gruesa de William del otro lado del celular.

-Estoy con Dinah en el centro comercial-

Miré a Lauren de nuevo, esta vez ella sabía con quién hablaba y sonrió con cinismo.

-Y cuando regresas?- Habló él.

-Voy en un momento, es muy importante mi presencia?-

-Si Camila, quiero que vayas conmigo a una cena de negocios-

Es evidente que William me quiere retener a su lado, porque él no suele pedirme esas cosas. Constantemente pienso por sus acciones que él sabe que tengo algo con Lauren.

-Está bien.- Sin decir más nada cerré la llamada.

Lauren me miró con el ceño fruncido.

-Ya te vas?-

-Lastimosamente si- Sonreí con tristeza.

-Camila, en serio quiero que ese proceso se termine para poder estar contigo libremente, no me gusta compartirte.- Lauren me abrazó.

-Lo sé mi amor- Me aferré a Lauren, sin deseos de querer irme de su lado.

Con pesar me separé de sus brazos, recogí mis cosas, antes de salir de la habitación besé a Lauren.

-Espero verte pronto- Dijo Lauren.

Le aseguré que así sería y salí de la habitación.

Lauren pov

Aproveché que Camila ya se había ido y llamé a Rosalía, le pedí que nos viéramos en la misma cafetería donde la conocí, ella no se negó aceptó feliz.

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Estaba sentada en una mesa que me daba la privacidad perfecta para hablar con Rosalía.

Me estaba desesperando un poco porque no llegaba, pero justo cuando iba a llamarla ella había llegado.

Se sentó frente a mi con una sonrisa.

-Hola Laur-

-Hola Rosalía- Asentí con la cabeza.

-Espero que entre nosotras todo esté bien, te extrañé.-

-Rosalia, lo que sea que estamos haciendo o teniendo ya no puede continuar.-

Ella me miró con una sonrisa sarcástica.

-Apuesto a que lo dices por Camila, no?-

-Por ella y por mi, no siento nada por ti-

-Esa mujer es casada y lo sabes-

-No eres quién para opinar en eso. No quiero que nada se interponga en mi relación con Camila-

-Ay Lauren, no pensé que fueras así, me ilusionaste-

-No te ilusioné, yo nunca te prometí nada.-

-No sentías nada cuando me tenías encima de ti? No lo trates de negar, si no fuera porque Camila regresó tú ya estuvieras enamorada de mi-

-No Rosalía, no sentía nada. Yo solo siento cuando estoy con Camila y me disculpa que te lo esté diciendo así. Eres una mujer preciosa pero simplemente no puedo estar contigo.-

-La pasaste muy bien conmigo, Camila no lo sabe? No sabe que quien te mataba las ganas era yo en su ausencia?- El cinismo en las palabras de Rosalía eran évidentes.

-Tú y yo tuvimos relaciones solo una vez Rosalía, no tiene validez lo que dices-

-Si la tiene Lauren, de hecho creo que sí amaras tanto a Camila...- No la dejé terminar.

-No te metas en eso Rosalía, te lo advierto.- Ya estaba perdiendo la paciencia y trataba de no hacer un escándalo.

-Qué harás Lauren- Ella mordió sus labios provocaticamente. -Me gustaría que me castigues ya sabes de qué manera.-

-Estás loca.-

-Solo con probarte una vez me dejaste adicta, no te voy a mentir- Ella se encogió de hombros.

-Olvida eso, ya eso no volverá a pasar-

La miré una última vez. Me puse de pie y me fui.

Esperaba que todo entre ella y yo haya quedado ahí, me arrepiento de haber conocido a Rosalía.

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