•Dulce Tentación•

Capitulo 34

Lauren pov

Caminamos despacio sin hacer mucho ruido hacia mi habitación. Durante el camino la miraba con lujuria y ella me miraba de igual manera.

Abrí la puerta de mi habitación y entramos, una vez que estuvimos dentro le puse seguro a la puerta, ella de inmediato me besó y me pegó de la puerta. Con habilidad la tomé de la cintura e hice que se restregara contra mi cuerpo, un gemido bajo salió de su boca.

Como me gusta.

Ella me desvistió pieza por pieza, con lentitud como si disfrutara hacerlo, en todo el proceso su boca nunca abandonó la mía.

Quité la bata que antes le había colocado, quedó completamente desnuda ante mi, de inmediato llevé mis manos a su cuerpo tibio, acaricié frenéticamente sus curvas, saboreando en mis manos cada una de ellas, admiré con fascinación como mis manos la tocaban y como ella reaccionaba a mis toques.

Cambiamos de posición, ahora era ella quien estaba pegada de la puerta, moví su cabello de un lado a otro para tener total acceso a su cuello que devoré con besos húmedos, sus gemidos se hicieron presente nuevamente, mis manos fueron a sus muslos la cargué y ella de inmediato enredó sus piernas en mi cintura, me separé un poquito de la puerta para luego pegar a Camila con más fuerza, haciendo un sonido que estoy segura se escuchó en la casa entera, Camila gimió por la sorpresa, llevé sus brazos por encima de su cabeza mientras devoraba su cuello con besos intensos.

-Lauren...- Camila estaba inquieta bajo mi cuerpo.

Soltando sus manos bajé hasta sus piernas y la sostuve con más fuerza, puedo jurar que le dejé mis manos marcadas, del cuello descendí hasta sus senos con besos, mordí uno de sus pezones erectos, ella gimoteó algunas cosas sucias lo que me hizo sonreír con arrogancia.

-Lauren... Te necesito- Camila dijo con la voz entrecortada.

Sin dejar de besarla la llevé hasta la cama, la recosté despacio para después separar sus piernas, dejé de besarla para mirarla a los ojos.

-Eres mía Camila, entiendes eso?- No dejé de mirarla a los ojos.

-Sí, soy tuya y eres mía.- Respondió para luego besarme con esa pasión característica que en ambas nace.

Ahora con besos más cariñosos descendí hasta llegar a su zona, como un niño disfruta comer de un dulce, así mismo disfruté besar y lamer su clítoris, saboreando cada uno de sus fluidos mientras sus gemidos se escuchan en toda la habitación.

Me encantaba poseer el cuerpo de Camila, me encantaba ver su cuerpo desnudo para mí, me encantaba tocarla, hacerle el amor y poder deleitarme viendo su hermoso cuerpo.

Yo vuelvo a nacer en su cuerpo.

Luego de comer su zona completa como si fuera un dulce me posicioné en su entrada, la miré, ella me miraba intensamente, le sonreí para luego entrar en ella lentamente.
De inmediato gimió y enterró sus uñas en mis brazos, me sumergí en lo más profundo de ella, un grito ahogado salió de lo profundo de mi garganta, me fascina lo cálida que se siente Camila por dentro, el placer que me otorga es abrumador.

Empecé con penetraciones suaves y lentas, para Camila eran tortuosas me di cuenta por la cara que ponía y porque entre gemidos suplicantes me pedía más duro, eso me hacía sonreír con orgullo en medio del acto, quería que ella me pidiera más.

-Dame más Lauren, más duro- Gimoteaba.

Me acerqué a ella quedándome dentro sin moverme.

-Quieres más duro Camila?- Susurré en su oído.