William.
Hace casi cuatro horas estamos en el baile, la ceremonia de graduación había pasado y ahora estábamos aquí bailando y disfrutando de nuestra última noche en Castle Combe. Las chicas están bailando con Suki mientras yo voy al baño, antes de entrar a este algo o más bien una conversación proveniente de un salón vacío me llama la atención.
-Hoy será la noche, hoy Atenea Berrycloth será mía.- Reconozco la voz del imbécil de Marcus.
-Pero ella no quiere saber nada contigo amigo.- Oigo la voz de otro chico.
-Me importa una mierda, sea como sea será mía debo encontrar el momento donde esté sola sin su hermana y ese idiota.- Habla Marcus
-¿Qué piensas hacer?.- Le pregunta el otro.
-Tú solo ocúpate de su hermana y yo haré el resto.- Dice el infeliz y mí cuerpo empieza a irradiar ira pero debo pensar en frío y hacer algo antes de que salgan.
Miro a mí alrededor y veo el cuarto del conserje a unos metros así que a paso rápido voy allí para buscar algo que me sirva hasta que lo encuentro, vuelvo hasta afuera del salón y con la cadena que encontré ato la puerta y sello esta con un candado cuando me estoy alejando escucho como gritan y golpean la puerta al darse cuenta que han quedado encerrados, contento vuelvo hacia donde había dejado a mis chicas al verme vienen felices y con solo verlas sé que han bebido, no están ebrias pero si alegres.
-Volvemos a casa, mañana será un largo día.- Les digo, pensé que me llevarían la contraria pero en cambio asienten.
Se despiden de su amiga cuando salimos nos vamos hacía mí auto, en el camino van tratando de no dormirse, cuando llegamos los tres entramos a la mansión y nos dirigimos hacía el pasillo donde se encuentran nuestras habitaciones, las acompaño hasta que están cerca de sus cuartos.
-Que descansen princesas.- Les digo dejando un beso en la frente de cada una.
-Tú igual.- Dicen al unísono dejando un beso en casi cada una de mis comisuras a la vez.
Ellas entran cada una a su respectiva habitación y yo me quedo allí parado procesando porque estoy en shock, llevo mis manos a cada comisura y las acaricio.
ATENEA.
Por la mañana temprano me levanto gracias a mí despertador, voy al baño a hacer mis necesidades y mí rutina de higiene junto con un baño, cuando termino me voy al vestidor allí tomo un body rojo de encaje, un pantalón tiro alto con diseño escoses, me coloco unos borcegos negros y para finalizar unos accesorios y un cinturón.
Terminando de alistarme y Vennie entra al vestidor buscando accesorios, lleva puesto un top blanco con margaritas, una falta corta color mostaza y unas zapatillas blancas.
-Buen día gemela malvada N°1.- Me saluda.-Buen día gemela malvada N°2.- Le devuelvo el saludo.
Ambas salimos del vestidor para irnos a desayunar con nuestra familia antes de irnos al aeropuerto. Una vez en el comedor, todos están allí incluso nuestros tíos Alf y Gian.
-Buen día mis gemelas tenebrosas.- Nos saluda Gian.
Desde que tenemos uso de razón nos llama por ese sobrenombre o para variar gemelas Grady por lo tenebrosas que podemos ser según él.
-Hola a todos.- Decimos con mí hermana al unísono.
-Ufff, cada vez que hablan al mismo tiempo me dan escalofríos de la vibra siniestra que emanan.- Dice el tío Alf haciendo que riamos todos.
Todos terminamos el desayuno entre charlas y risas, así mismo mis padres bajaron mis valijas y las de Vennie y Will las suyas una vez el equipaje en los autos todos nos pusimos en marcha hacia el aeropuerto de Londres.
Al llegar allí todos nos fuimos juntos hacia la zona donde los tres debíamos hacer el check-in, allí mí madre rompió en llanto y mocos no dejaba de abrazarnos, mientras que mis padres nos abrazaban y mí padre Eliot nos recordaba que no porque vayamos a la playa debemos usar bikinis que con un vestido que llegue hasta los tobillos nos veríamos hermosas, "jaja pobre mí iluso padre, si viera los bikinis que nos hemos comprado con Vennie" pienso para mí.
Cuando estamos terminando nuestra despedida Suki se suma a nuestro procedimiento del check-in, una vez hecho saludamos de lejos al resto y mamá no deja de gritar que nos ama. Ya en la sala de espera estamos a unos minutos de embarcar así que nos vamos a hacer la fila y así nos hacen entrar al avión, buscamos nuestros asientos, Vennie, Suki y yo íbamos juntas y Will en la fila junto nuestro solo que nos separa el angosto pasillo.
Al despegar el sueño inundó en el cuerpo de mis dos acompañantes y yo no podía dormir debido a que quería arrancar cada mechón de cabello de la perra que se encontraba sentada junto Will y le coqueteaba, él le respondía con monosílabos y indiferencia pero ella era la viva representación de la insistencia, suelto un suspiro calmando mis instintos asesinos.-¿Estás bien chocolatito?.- Me pregunta Will mientras ignora a la morena que no para de hablarle.
-Si, y tú?.- Le pregunto.
-Creo que me quedaré sordo, ¿y si activamos el código amarillo?.- Me pregunta haciendo su típica mirada de perrito desahuciado.
Con Vennie y Will tenemos tres códigos, el verde es cuando necesitamos que el o los otros nos ayude o dé apoyo con algún tipo de travesura, encubrimiento o algo de ese estilo éste código lo hemos usado bastante de niños; el código amarillo es cuando algunas de nosotras no sabemos cómo sacarnos de encima a alguna persona que quiere ligar con nosotras entonces Will hace su aparición haciéndose pasar por nuestro novio y lo mismo hacemos nosotras por él depende la situación lo hace una sola o lo hacemos ambas a la vez, éste código lo hemos usado un par de veces desde que empezamos el secundario; por último está el código rojo, éste nunca lo hemos usado ya que es para urgencias extremas o como diría Vennie de vida o muerte.
-Oye tú, no ves que está hablando conmigo, ¿Quién te crees que eres para interrumpir?.- Me dice con su voz chillona la morena.
Si no me hubiera hablado así hubiera sido más decente mí respuesta, desabrocho mí cinturón, me levanto para luego sentarme en las piernas de Will mirando a la idiota que está a nuestro lado.
-¿Quieres saber quién soy? Soy la novia de éste bombonazo, así que te recomiendo que dejes de comportarte como una perra desesperada por un poco de sexo y dejes a mí novio en paz antes de que estrelle tu rostro contra la ventanilla.- Le digo poniendo la sonrisa psicópata que heredé de mí padre Eros.
La cobarde solo agacha la cabeza y se acomoda en su asiento colocándose sus audífonos.
-Gracias chocolatito.- Me susurra Will al oído.
-No hay de que.- Le digo tratando de mantener la compostura y haciendo el amague de levantarme pero no lo logro ya que me toma de la cintura volviéndome al posición en que estaba.
-Quedate, aún faltan dos horas de viaje.- Me dice mirándome a los ojos, yo solo asiento y me recuesto en su pecho para así caer en un sueño profundo rodeada entre sus brazos.
BUENAAAAAAAAAAS!!!
Aquí el capítulo nuevo, espero que les guste no se olviden de darle amor, comentar y compartir 😊😊
BESITOOOOOOOOS ❤️❤️
ESTÁS LEYENDO
Anhelo.
RomanceVenus, Atenea y William dejarán el pueblo de Castel Combe donde crecieron y se mudarán a la ciudad de Catania, Italia para empezar con su vida universitaria allí pero en esta nueva etapa sentimientos nuevos y situaciones que jamás pensaron pasar pon...