Capítulo 12.

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VENUS.

-Oh claro que lo tengo.- Me respondió

Luego de eso atacó mí boca ferozmente tomándome de la cintura con un brazo, rompe nuestro beso para dirigir su mirada a mí hermana que está a mí lado, estira su brazo tomándola también de la cintura y la besa de la misma manera que a mí sin aflojar su agarre en mí cuerpo.

Verlo besarse con Ati hace que mí cuerpo se encienda, rompe el beso nuevamente para hablar.

-A la habitación ahora.- Nos ordena, Ati y yo no somos de obedecer al momento del sexo mayormente somos nosotras las que llevamos el control pero mí cerebro y el de mí hermana se han tomado unas vacaciones en estos momentos porque estamos obedeciendo a Will sin rechistar y con gusto.

Una vez los tres nos encontramos en la habitación Will se acerca a nosotras y desata los nudos de nuestras batas.

-Ahora van a saber lo que es un buen orgasmo, sabrán lo que es ser adoradas como las verdaderas diosas que son.- Dice bajando la bata del cuerpo de mí hermana exponiendo su desnudez. -Pero sobretodo probaran lo que sucede cuando me ponen celoso y furioso.- Finaliza repitiendo la acción conmigo.

Nos hace sentar en los pies de la cama para luego acostarnos mientras dejamos nuestras piernas colgando, abre mis piernas y las de Ati para alejarse un poco y observar nuestros húmedos sexos.
Se quita la remera mostrándonos su fuerte y marcado abdomen, vuelve a nosotras extiende dos dedos a la boca de mí gemela y ésta entiende que quiere que los chupe así que se limita a cumplir, el castaño retira los dedos de su boca llevándolos hasta el clítoris de Atenea ella se retuerce por la estimulación sin interrumpir su acción se arrodilla frente a mí para atacar sin mucho preámbulo mí coño.
Imaginé tanto este momento pero jamás imaginé que podría sentirse tan bien, su lengua recorre de manera hambrienta cada centímetro, no puedo contener mis gemidos menos cuando siento que introduce dos dedos de su mano libre, estoy sintiendo como mí cuerpo se quema y a la vez me siento levitar, retira su boca para llevarla al coño de Ati. Usa su pulgar para remplazar su lengua y no aguanto más pero al parecer mí gemela se encuentra igual que yo, ambas gemimos fuerte cuando nuestro orgasmo nos invade, Will se ocupa de limpiar los rastros de nuestro orgasmo con su lengua.

-Venus te quiero boca abajo ya mismo.- Dice levantándose mientras empieza a bajarse el pantalón y el boxer revelando su miembro erecto, es grueso y largo mí boca tiembla por probarlo. Obedezco y me acuesto quedando boca abajo. -Atenea, en la misma posición sobre ella.- Ordena.

Me sorprende que Ati no refute y obedezca.

WILLIAM.

Tenerlas una sobre la otra desnudas enseñándome sus preciosos culos y coños me deja una erección dura como piedra, me acerco a ellas tomando el condón que he tomado de mí billetera.

-No, no lo uses. Queremos sentirte, ambas estamos limpias y tomamos anticonceptivos.- Habla Atenea.

Antes de darles lo que tanto anhelan quiero sacar mí frustración por lo sucedido con el estúpido, así que empiezo a besar, a morder y marcar a Atenea desde sus hombros hasta la parte baja de su espalda para luego seguir con las piernas de Venus, me alejo un poco para apreciar mí obra de arte y como sus perfectos cuerpos gritan que tienen dueño.
Tomo mí miembro alineandolo con la entrada de Venus para así lentamente introducirlo, maldita sea se siente tan bien. Repito la misma acción pero con dos dedos dentro de Atenea.

-Will...- Gimen al unísono, escucharlas gemir mí nombre me lleva a perder mí cordura.

Empiezo a embestir con fuerza a ambas logrando que giman alto y yo no puedo parar de gruñir al sentir tanto placer, las tengo así por bastante tiempo hasta que decido que es tiempo de sentir a mí castaña al rededor de mí polla.
Salgo del interior de Venus para así ir a acostarme a lo largo de la cama.

-Ven chocolatito, montame.- Le ordeno a Ati y con agilidad viene a mí para así posicionar una rodilla a cada lado mío, toma mí miembro y baja de una vez sobre él, ambos gemimos de una manera bestial ante tal sensación. Se siente tan bien al igual que estar dentro de mí rubia, me siento en el paraíso.

Atenea empieza a moverse de adelante hacia atrás, tomo la mano de Venus para atraerla a mí y ayudarle a que coloque cada pierna a un costado de mí cabeza dejándome su preciosa humedad justo arriba de mí boca, comienzo a probar ese maravilloso manjar mientras Ati cambia sus movimientos para ahora moverse de arriba a abajo de manera rápida, escuchar los gemidos de las gemelas provocados por mí son como escuchar una maravillosa sinfonía que lleva mí mente al cielo pero a la misma vez arrastra mí cuerpo al infierno haciéndolo arder con las llamas del placer.

Siento como sus gemidos y movimientos se intensifican indicándome que están por llegar a su punto máximo así que acompaño sus acciones con movimientos más rápidos tanto de mí pelvis como de mí lengua y sin mucha espera ambas llegan a sus tan ansiados orgasmos yo sigo con mis movimientos alargando lo más posible su placer.
Luego de recuperarse ambas se separan para irse a invadir mí miembro con sus bocas, no puedo hablar solo salen gruñidos de mí, sus labios y lenguas están por cada centímetro de mí longitud logrando que un máximo cosquilleo me invada y así llegue a mí éxtasis, liberándome en sus bocas, las dos limpian con sus lenguas el resto de liquidación seminal que quedó y ¡Carajo! Eso fue lo más excitante que pude haber visto.

Con la respiración agitada los tres nos acostamos quedando yo en el medio de ambas, se recuestan en mí pecho mientras acaricio sus suaves cabelleras.

-Las amo.- Les confieso dejando un beso en sus coronillas.

-Y yo a ti.- Responden al unísono.

Los tres nos sumergimos en un silencio que aunque no hayan palabras se escucha el sonido de nuestras mentes procesando lo ocurrido.

-¿Qué sucederá ahora?.- Pregunta Venus.

-¿A qué te refieres vainillita?.-

-Sabes que de ahora en adelante nada volverá a ser igual, no podemos y yo no quiero volver a ser lo que éramos antes.- Confiesa Atenea.

-Yo tampoco quiero.- Concuerda su hermana.

-Ni yo mis amores, pero debemos ser precavidos hasta que resolvamos como vamos a enfrentar la situación.- Hablo.

-¿De qué situación hablas?.- Cuestiona Vennie.

-De nuestra familia, no sabemos como van a reaccionar con nuestra relación.- Respondo.

-Tienes razón, no queremos que sufran un infarto colectivo por el momento debemos tener precaución que Massimo no se entere y vaya con el chisme antes de tiempo.- Añade Venus y su hermana y yo asentimos dándole la razón.

-Un momento... ¿Has dicho "nuestra relación"? ¿O sea que estás declarando que estamos en una?.- Dice Ati con una sonrisa.

-Claro que si, de hoy en más son completamente mías y yo completamente suyo.- Digo.

Ambas me regalan una sonrisa de oreja a oreja y me besan a la vez en los labios. Juro por mí vida que podría morir ahora mismo y moriría completamente feliz, después de años de contener lo que siento por ellas, hoy siento como la felicidad es la protagonista principal en mí estado emocional ya que oficialmente los tres somos un mismo corazón.









BUENAAAAAAAAAAAAAAASSS!!!!!

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BESITOOOOOS ❤️❤️

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