𝖳𝖾𝖺𝖼𝗁𝖾𝗋'𝗌 𝖯𝖾𝗍 ;; 𝗟𝗲𝗲 𝗛𝗲𝗲𝘀𝗲𝘂𝗻𝗴 ✔︎

𝖮𝖮8.

8. Deseos

Maratón 5/5

Luego de la última salida con Siwol, había descubierto dos cosas. La primera, era que ella siempre supo lo que ocasionaba en mí al estar cerca y la segunda cosa que había descubierto, fue que mi deseo por ella incrementaba más y más. Aún no había llegado a la etapa de fantasear con ella, pero si continuaba de esa manera, no faltaría mucho para que empiece a hacerlo.

Los señores Kwon habían regresado hace dos días de su viaje, después de la confesión de Siwol ya no veía a la familia Kwon de la misma forma. Ellos tenían secretos por todos lados, y sin querer me había enterado de uno muy grande. El seceto siempre había sido Siwol, ella debía permanecer oculta del público que su empresario padre tenía, aunque seguía siendo un misterio para mi el origen de las amenazas.

—Es momento de devolver lo que nos pertenece —dije leyendo la carta—. Si no lo hace, nosotros mismos nos encargaremos.

Cada amenaza decía algo parecido, pero el señor Kwon nunca llegó a inmutarse por aquello. Estaba seguro que las amenazas serían improbables de cumplirse.

—¿Eso es todo?

—Es la única que encontré —respondí un poco tenso.

—Bien, ya puedes retirarte.

—Señor, si no es demasiada la imprudencia, ¿podría decirme por qué recibe esta clase de amenazas?

—Algún día serás un gran empresario. Por ahora eres un joven que estudia administración de empresas y me gustaría que siga siendo así, por esa razón prefiero que no lo sepas. Es mejor para ti y tu futuro si no te relacionas en esto directamente.

—¿Puedo saber por qué me permite saber sobre las amenazas?

—Eres amigo de la familia y sé que en un tiempo no muy lejano serás parte de esta familia. Lo secretos de esta familia jamás salen de esta casa.

Vaya indirecta muy directa.

—Entendido. Gracias por su tiempo.

Salí de su oficina y me dirigí a la de música.

Al llegar, abrí la puerta sin previo aviso creyendo que no habría nadie, sin embargo encontré a Jay y a Hajin. Ambos estaban agitados, la blusa de Hajin estaba más abierta de lo que debería y había un poco de labial en los labios de Jay.

—¿Qué es lo que te sucede? —preguntó Hajin malhumorada—. ¿Acaso no te enseñaron a tocar?

—Tengo una clase con Siwol y es aquí, creí que no había nadie.

—Pues te equivocaste —salió de la sala no sin antes darme un ligero golpe en el brazo.

—¿Qué fue eso, Jay?