𝖳𝖾𝖺𝖼𝗁𝖾𝗋'𝗌 𝖯𝖾𝗍 ;; 𝗟𝗲𝗲 𝗛𝗲𝗲𝘀𝗲𝘂𝗻𝗴 ✔︎

𝖮𝖮1.

1. Amenaza

Cuando mi padre me habló sobre hacerle un favor a su mejor amigo, acepté sin dudar. Yo quería regresar a corea y su amigo estaba ofreciendo su hogar de manera gratuita. El favor, a como me lo explicó mi padre, era que debía darle cortas clases a una chica de diecisiete años y me habló de esa chica como alguien amable, simpática y respetuosa.

Al regresar a corea y conocer al mejor amigo de mi padre, el señor Kwon, descubrí que, en realidad "el favor" no era un favor y que más bien era una clase de trabajo particular. Lo que debía hacer era enseñarle a esta chica de diecisiete años todo lo que su escuela le daba a aprender, y algunas cosas extras como pintura, tocar instrumentos o debate.

Al principio pensé que no sería nada malo, hasta que el señor Kwon me habló sobre las reglas que debía seguir para poder mantener el trabajo y fue cuando las dudas empezaron a llegar.

Fueron cinco reglas.

Uno, la convivencia. Debido a que el estudio es algo constante y abundante, debía estar a una corta distancia de la hija del señor Kwon, por lo tanto viviría en su mansión. Esto significaba que estaría 24/7 con su familia (su esposa, Miyeong; sus hijas, Hajin y Siwol; su media hermana Dahee y su sobrino Jay) y por lo tanto, el que llevara bien con ellos era primordial.

Dos, la discreción. A pesar de vivir con su familia y con él, esto no me daría el derecho de dar una opinión a menos de que alguien me la haya pedido, pero si me daba la opción de ser un espectador de todo lo que pasaría, así que lo que yo viera o escuche en la mansión debía quedarse conmigo.

Tres, la curiosidad. A pesar de todo lo que podría llegar a escuchar o ver, nunca podría llegar a conocer la historia completa a menos que haga preguntas, pero las preguntas y la curiosidad era algo que tenía totalmente prohibido.

Cuatro, las citas. Tenía permitido meterme con quien quería fuera de la mansión, pero dentro de ella, todas las mujeres estaban totalmente prohibidas. Sin importar quien sea, simplemente no debía meterme con nadie de ahí.

Cinco y más importante, no caer ante Kwon Siwol. Cuando puso como regla a su hija me impresione tanto que por poco me reía frente a él, pero no lo hice, solo lo escuché con atención. En resumen, lo que mi padre me había dicho acerca de ella fue falso, Siwol no era así de genial. No era amable, ni simpática y mucho menos respetuosa, y eso fue algo que descubrí en el segundo que la conocí. Ella hacía de todo para que sus maestros dejen el trabajo lo más pronto posible.

—Siwol, ¿me estás escuchando? —le pregunté por tercera vez, irritado, intentaba explicarle la teoría de Freud pero ella seguía sin prestar atención.

—¿Crees que Hajin sea capaz? —cuestionó observando a su hermana desde la ventana de la biblioteca, que era donde estábamos.

Dirigí mi mirada hacia afuera, Hajin se encontraba en la piscina con unos amigos, jugando y bebiendo.