𝖮36.

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36. Secuestro (pt.2)

Maratón 4/7

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Maratón 4/7

Desperté en un lugar diferente en el que había estado los últimos tres días. Lo último que recordaba era haber visto a Heeseung y a Jay, pero ni siquiera estaba segura de si lo que había visto fue real o no.

Mi cuerpo estaba tan adolorido de todos los golpes que había recibido por parte de los hombres que trabajaban para ese horrible y detestable señor que lamentablemente era mi padre. Con dificultad me mantenía despierta, estaba tan cansada y lo único que quería era cerrar los ojos y dormir, sin embargo, mi mente seguía repitiendome que no debía cerrar los ojos por completo, que debia resistir con todas mis fuerzas y esperar hasta que la tortura acabara.

Solo esperaba que ya no me lastimaran más, solo esperaba que alguien me rescatara. Quien sea. Estaba segura que no soportaría otra golpiza en la cara, cabeza, abdomen o piernas. Tampoco iba a seguir soportando las duras palabras del señor Ahn repitiendo una y otra vez que yo era la única culpable de todo esto, que yo no debía existir. ¿Como era posible que un padre le dijera eso a su propia hija? No tenia la respuesta, pero supuse que fue por eso que siempre quisieron protegerme.

El repentino ruido que las tablas emitieron al impactar contra el suelo me despertaron de alguna forma, descubriendo así, que un nuevo día había llegado. El cielo estaba despejado y los colores que habían en este me hicieron saber que estabamos en la tarde. Era mi cuarto día lejos de casa y cada minuto que pasaba me convencía que de no volvería a esta.

—Despierta, dormilona... —dijo una voz masculina—. Es momento de ver a los pajaritos.

Ni siquiera podía levantar mi cabeza de tanto dolor que sentía en ella. Era como si en algún momento iba a explotar.

—¡Vamos maldita sea! —exclamó frustrado—. ¡Abre los putos ojos! —exigió furioso.

—Ya dejala —dijo otro más—. Luego nos divertiremos con ella. Ahora hay que pensar en que le haremos a los nuevos invitados.

¿Nuevos invitados? ¿A que se refirieron? ¿Acaso habían secuestrado a otras personas?

Realmente tenía curiosidad por saber que estaba sucediendo a mi alrededor, pero debía guardar fuerzas y energía por si alguien llegaba a encontrarme, ya que, no quería morir, no así.

—¿Cómo fue que dijo el jefe que se llamaban? —preguntó otro más, apareciendo en la escena.

Bueno, al menos podia distinguir sus voces y estaba segura que eran tres hombres diferentes. Uno tenía la voz áspera y gruesa, el otro la tenía más profunda y ronca, y el último parecía ser el más joven ya que su voz era aguda, como la de un adolescente.

—¿Jay? ¿Minseung? —le respondió el de voz ronca, inseguro—. Algo así.

—Heeseung. El otro se llama Heeseung —aclaró el de voz áspera.

𝖳𝖾𝖺𝖼𝗁𝖾𝗋'𝗌 𝖯𝖾𝗍 ;; 𝗟𝗲𝗲 𝗛𝗲𝗲𝘀𝗲𝘂𝗻𝗴 ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora