❝ 𝗦𝗶 𝘀𝗼𝘆 𝘁𝗮𝗻 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗮𝗹, ¿𝗽𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝘀𝗼𝘆 𝘂𝗻 𝘀𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼? ❞
━━ Completa. Extensión: Introducción + 40 capítulos + 3 especiales + Epílogo.
━━ Se prohíbe las adaptaciones como también la copia total o parcial de esta historia...
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Varios meses habían pasado desde el accidente. En ese tiempo solo me enfoqué en mi rehabilitación y en lo que tenia que hacer para que las cosas me salieran bien. Tenía un objetivo muy claro y estaba decidida a completarlo.
Había creado dos planes, planes de los cuales estaba segura no iban a fallar. La seguridad la habia conseguido como resultado de aquel accidente, pues tenía a Siwol y a Jay justo en donde quería. A mi lado, confiando en todo lo que yo decía o hacía. Con ellos confiando plenamente en mí sería imposible fallar en los planes que debía cumplir.
Ser la persona que estaba llena mentiras en la vida de los Kwon no era algo de lo que me sentía orgullosa, pero no podía cambiarlo, eran ellos o yo, y sinceramente, por más egoista que sonara, siempre me preferiría a mí. Si el precio de mi libertad era ser la mala en la vida de alguien más, entonces lo sería.
Me encontraba sentada en el cómodo sillón blanco de la casa de Jay, él estaba en la cocina preparando algo para nuestro desayuno, cuando de pronto, me llegó un mensaje.
❝Esta noche, en el club.❞
Entendí de inmediato el mensaje, el señor Ahn quería pruebas de lo que yo estaba haciendo.
❝No puedo. Habra una celebración y debo estar ahí.❞
❝El jefe quiere las pruebas hoy. Sabes cómo se pone si consigue lo que quiere.❞
Suspiré con pesadez. Odiaba tener que vivir bajo su vigilancia y cuidado. Odiaba tener que ser la maldita persona encargada de arruinar todo.
—¿Sucede algo? —escuché calida y tranquila voz frentre a mí.
Apagué la pantalla del telefono rápidamente y force una sonrisa. Jay se inclinó hacia mí y colocó sus brazos lado a lado, luego depositó un corto pero dulce beso en mi mejilla derecha.
—Nada malo.
—De acuerdo. El desayuno está listo.
Me sujetó de la mano y me guió hasta la cocina. La comida ya estaba servida. Miré a Jay con una sonrisa y él hizo lo mismo. No sabía lo que teníamos ni lo que eramos; amantes, amigos con beneficios o simples personas que se querían, pero que no querian estar juntas. Nunca lo descubriría y estaba bien con eso, porque sabía que una vez yo haya finalizado con el plan, Jay no querría volver a verme. No me costó mucho tiempo darme cuenta de lo mucho que yo lo amaba, pero por más amor que yo sintiera, no podía darme el lujo de sentirlo, porque sabía que no era bueno para él.
A veces Jay me hacía dudar, me hacía querer contar la verdad, pedir ayuda y no sé, intentar algo más que lo que tenía planeado, pero, luego recordaba al señor Ahn y el poder que tenía en mí y sabía que no había manera de poder hacer eso.
