❝ 𝗦𝗶 𝘀𝗼𝘆 𝘁𝗮𝗻 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗮𝗹, ¿𝗽𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝘀𝗼𝘆 𝘂𝗻 𝘀𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼? ❞
━━ Completa. Extensión: Introducción + 40 capítulos + 3 especiales + Epílogo.
━━ Se prohíbe las adaptaciones como también la copia total o parcial de esta historia...
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—¿Qué haces aquí? —pregunté impresionado, dando pasos cortos para llegar donde ella.
Recargue mi cuerpo contra la pared frente a la cama y me detuve a observarla con atención. ¿Por qué utiliza una pijama tan corta cuando apenas tiene diecisiete años?
—Me perdí de habitación —respondió con una falsa sonrisa.
—Como si eso pudiera llegar a ser posible.
Siwol suspiró pesadamente, —La señora Dahee había llegado justo antes de que vaya a hablar con mi padre, así que me escondí en la primera habitación que encontré.
—Te escondiste de tu tia... ¿por qué razón exactamente?
Siwol mordió su labio inferior mientras pensaba en alguna excusa para dar, pero al no obtener respuesta, me acerqué a ella y la sujete del brazo para sacarla de mi habitación.
—¡Bien, me tienes, no es por eso que estoy aquí! —exclamó saltándose de mi agarre.
—Siwol, hablo en serio, tú deberías estar en tu habitación, no aquí. —dije serio, observándola.
Ella regresó a mi cama, pero esta vez se recostó en ella.
—Baja de ahí —ordené fastidiado—. Siwol, ¿qué quieres?
—¿Realmente quieres mantener el trabajo? —preguntó observando el techo.
—¿Por qué? ¿Planeas utilizar la respuesta para otra de tus amenazas? —pregunté acercándome a mi cama.
—Sí, eso planeo hacer exactamente —respondió con una voz de niña inocente, dirigiendo su mirada a mí.
—Escucha, en serio quiero mantener el trabajo, la paga es buena y me serviría para ayudar a alguien que quiero que esta en Londres.
—Bien, entonces te tengo un trato —propuso levantándose de la cama—. Es algo sencillo en realidad, pero en caso de no cumplirlo, iré con mi padre y le contaré sobre ti y Hajin.
—¿Por qué debería escucharte?
—Porque yo tengo la ventaja en estos momentos, así que silencio.
Suspiré pesadamente, —¿Y cuál es tu trato?
—Quiero que hagas todo lo que yo diga.
Solté una fuerte carcajada al escucharla decir eso. No podía creer que ella realmente me estaba ofreciendo ser su maldito esclavo a cambio de no perder este trabajo.
—No. —me negué firmemente, caminé hasta la puerta de la habitación para abrirle y obligarla a irse, pero Siwol llegó a mí antes de que lo hiciera. Colocó su mano sobre la mia y la retiró bruscamente de la perilla de la puerta.
