𝗼𝗻𝗲, 08

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Leon miro sus manos como si fueran lo más interesante del mundo. Estaban solos, él y Alexander, y no sabía por cuánto, aunque estaba seguro que no podría ser demasiado. Los habían dejado, parecía ser como un castigo. Algo ilógico, sabiendo que al híbrido no le importaba demasiado y ellos tenían el tiempo encontrá.

Alexander soltó un suspiro pesado, lo que hizo a Leon quitar la mirada de sus manos y ponerla sobre él. El rubio parecía estar entre cansado y molesto. Alexander le devolvió la mirada a Leon, viendo la misma expresión indolente que había visto desde hace un buen tiempo.

— ¿Estás aburrido?

— ¿Porque lo estaría? — soltó sin pensarlo.

Alexander bufo. Vampiros sin humanidad, como los odiaba. Sin embargo, Leon era el doble de horrible sin humanidad. Pero él sí que estaba aburrido —. ¿No quieres salir de aquí?

Leon no puedo evitar reír, aunque no fuera una risa de verdad —. ¿Estás intentando hacer de mi terapeuta?

El hombre lobo negó y quitó la mirada del híbrido —. Se que no soy Stiles.

— Si nos vamos a meter por ahí... — murmuró —. Sabes que no tendrá tiempo suficiente.

— Yo confío en él — afirmó con bastante seguridad.

— Puedes hacerlo si se te da la gana — se acomodo en una posición más cómoda —. Pero la realidad es algo totalmente diferente.

Alexander se callo, intentando pensar cuidadosamente lo que iba a decir. Leon tenía todas las de ganar, y el híbrido lo sabía, más si ellos se ponían con este tipo de estupideces. No había forma de que le importará menos su estadía ahí, él saldría y de verdad lo haría. A Stiles no le daría tiempo suficiente para traerlo.

Y Leon solo estaba jugando. Les estaba dando algo de tiempo para ver hasta dónde llegaban. Porque sabía que no llegarían. Él se estaba divirtiendo, pero no era idiota, sabía que Stiles lo podía traer. Así que ese tiempo tenía su límite y cada vez podías sentir que estaba más cerca.

Él era el híbrido creado por las brujas para tener control sobre todo. Habían muchas cosas que eran difíciles de calcular sobre él, en cuanto al efecto que estás tendría. No sabían si el mundo prisión era lo suficiente para retenerlo, porque nunca lo habían intentado con alguien como él y cabe aclarar que es único en su especie. Y no tenían ni una pizca de idea de cuando su hambre llegaría a su tope.

Demasiadas variables que no controlaban, no podían ponerse a perder tiempo que no tenían. Él único que sabía esas respuestas no estaba dispuesto a cooperar ni un poco. Simplemente les hacía pequeñas heridas hasta que llegara la de verdad, dónde la cabeza de la bruja que lo tenía atrapado ahí rodará por el suelo.

— ¿A dónde vas? — pregunto al ver al híbrido levantarse.

Leon se encogió de hombros —. Siempre quise saber si mi mundo prisión es solo césped verde — confesó —. Si llega alguien puedes decirle lo que quieras.

No espero una respuesta del hombre lobo y empezó a caminar. Pudo usar su velocidad vampirica pero simplemente no le dió la gana. Sabía que el mundo prisión era diferente dependiendo de la persona, así que ¿Porque su mundo prisión parecía ser solo césped verde y un árbol?, No tenía respuesta.

No había nada entre sus recuerdos que lo llevarán a ese lugar. Aparentemente no significaba nada. Lo que hacía que se esforzará más. El mundo prisión siempre significaba algo para el huésped pero el de él no le significaba nada. Entonces debía haber algo en ese mundo que si significará algo para él, solo que no tenía ni idea de cómo encontrarlo o como se vería.

No es como que tuviera una razón válida para querer encontrarlo, tal vez era algo de curiosidad dentro de él que todavía vivía. O simplemente era el hecho que quería escapar de Stiles antes de que le devolviera su humanidad. Porque, por mucho que el decía que no tenía el suficiente tiempo, sabía que Stiles podía hacerlo en menos de una hora.

Se estaba resistiendo como un campeón pero con Stiles era extremadamente difícil. Y sabía que con esos pensamientos pasándole por la cabeza, Stiles Stilinski ya había empezado a causar el efecto que quería, aunque todavía no se había dado cuenta.

El paisaje era extenso. Un cielo azul con hermosas nubes blancas, un césped verde de un hermoso color y nada a su alrededor. Era como si estuviera perdido en la nada. Tampoco tenía ganas de devolverse, así que siguió caminando a pesar de que parecía que nunca iba a haber nada.

De repente la sensación en su cuerpo cambio. El frío se alejo un poco de su cuerpo y la calidez empezó lentamente a rodearlo. Empezó a apretar el paso cuando las sensaciones se dispararon.

Había una casa en medio de la nada. Al principio no la reconoció. Pero igual decidió acercarse. No tenía ni idea de porque esa casa pero era lo más cerca que había estado de algo.

No había otras casas cerca, solo estaba esa. Por lo que debía ser algo importante. La casa se veía vieja, incluso se podría describir como algo demacrada. Acercó su mano al pomo que estaba en frente suyo con cuidado.

— Mierda... — soltó cuando escucho algunos escombros caer al medio mover la puerta.

La casa no parecía estar en muy buen estado y la palabra segura no es algo que fuera de la mano con ella. Igualmente no es como si algo le fuera a pasar. No podía morir y una herida no era algo demasiado importante.

Finalmente entro. Contuvo un suspiro cuando reconoció la casa. La conocía, claro que lo hacía. Era la casa a la cual había prometido llevar a Stiles. Y que ya no significaba tanto por todo lo que había pasado sino por lo que junto a su novio había dicho que iba a hacer.

Algo dentro de él se empezó a remover pero quería ignóralo. No quería hacerle caso a su subconsciente gritándole que si seguía así no duraría demasiado en encender su humanidad.

Hooked; Stiles Stilinski. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora