𝗼𝗻𝗲, 04

3K 365 9
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

























Presente
━━━━━Mundo prisión

El mundo prisión siempre tenía una forma de castigarte para Leon era traerle viejos recuerdos que había enterrado en lo más profundo. Y no le importaría si fueran recuerdos con su progenitora o incluso de la escuela de cazadores. Pero el recuerdo que acababa de presenciar no era de ese tipo.

No había muchos recuerdos bonitos en la memoria de Leon. Y esos recuerdos bonitos en su mayoría eran de Allison y Stiles. Pero los de Allison incluso llegaban a doler. Y con los de Stiles, no había nada malo con ellos. Cuando tenía su humanidad encendida se había encargado de atesorarlos y ahora con la humanidad apagada los había enterrado.

Pero parecía que el mundo prisión sabía cuáles eran sus planes y tenía planeado frustrarlos.

— ¿Que recuerdo te mostró esta vez? — murmuró él hombre lobo sin tan siquiera mirarlo.

Leon solo bufo y se levantó. No quería hablar de ese recuerdo. Y claro que lo reconocía. Ese era el momento en dónde la cosas con Stiles habían comenzado. Un recuerdo que significaba bastante para él.

Otra vez el sonido de la puerta abriéndose y la cadenas volvieron a aparecer. Sin embargo, está vez si consiguieron una reacción de él. Podía sentir como las cadenas lo jalaban al árbol, porque de ahí provenían y no podía alejarse demasiado.

— Oh, ¿Viniste sola? — le pregunto sin darle demasiada importancia cuando sintió la presencia de la bruja.

La rubia se acercó al híbrido. Pudo ver cómo las cadenas jalaban al chico, pero a él no parecía importarle ni siquiera un poco. Algo parecía ocupar su mente. Jen tocó la cadena, haciendo que lo jalara aún más fuerte.

— Digamos que algo así — dijo colandose frente a él.

— Y ahora entrarán, me verán y dirán que no hay nada que hacer — menciono con la voz una pizca dolida.

— ¿En serio crees que Stiles dirá eso? — le pregunto con sarcasmo.

— No pero puedo ser muy convincente.

La bruja iba a tocar la cadena otra vez pero algo le llamo la atención en los ojos de Leon. Sus iris estaban tomando un color amarillo, de hombre lobo. Jen se asusto un poco, alejando la mano totalmente de la cadena.

El Salvatore gruño cuando las cadenas dejaron de jalarlo con tanta fuerza. Miro a la rubia, quien parecía estar pensado algo a toda máquina.

El mundo prisión siempre había chocado con el híbrido, pues era un especimen único. No había forma de saber si ese lugar era eficaz contra él, porque no había nadie como él. La magnitud de su fuerza era desconocida hasta para las brujas. Y la bruja sabía que si lo seguían forzando, derrumbaría las barreras de ese mundo.

— ¿Porque no les evitas una mala visita?, Les dices que todo está bien y me liberas — sugirió mientras regresaba al árbol.

— Eso no va a ser posible, ellos ya están aquí.

— Por eso lo de la puerta abierta — dedujo.

— Les dije que te iba a tener encadenado — argumento.

— Pero ambos sabemos que a penas entre quien tenga que entrar la puerta se cerrará — se sentó y se recostó contra el árbol —. Y esto desaparecerá — señaló la cadena en su cuello.

La rubia soltó un suspiro cansado y se volvió a acercar a Leon. Lo analizo durante unos segundos, comparando a este Leon con el con humanidad. Se dijo a si misma que no había demasiadas diferencias, pues seguía siendo un amargado que no gustaba de las emociones y que amaba a Stiles.

— No le harás daño a Stiles — afirmó.

— ¿Y sino entra Stiles?

La mujer se encogió de hombros, intentando parecer segura. Si Stiles no entraba, tal vez ese mismo día sería su perdición. Sabía que el híbrido no iba a quedarse quieto esta vez, porque ya había escuchado suficiente.

Las cadenas del cuello del Salvatore desaparecieron y se escuchó el sonido de la puerta cerrandose. Jen miro con ansiedad la dirección de donde a una buena distancia había estado la puerta.

Leon pudo escuchar unos latidos inconfundibles para él. Algo dentro de él se removió. Sin embargo, no quitó la mueca de indiferencia. Pudo sentir que Alexander también lo reconoció, porque levantó la cabeza.

— Stiles... — murmuró al ver a la silueta del humano pálido aparecer en su vista.

Hooked; Stiles Stilinski. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora