Hooked; Stiles Stilinski. ✓

𝗼𝗻𝗲, 10

Leon se despertó. Ya no estaba en la casa que de pequeño solía llamar hogar. El lugar estaba lleno de agua. Leon estaba tirado en el suelo, el agua le llegaba hasta la mejillas pero no le cubría toda la cara. Sin embargo, estaba lloviendo y no parecía tener intención de parar, así que estaba totalmente empapado.

Se sentó y miro a su alrededor. No tenía ni idea de dónde estaba pero era un lugar bastante oscuro. Y la otra incógnita era el cómo había llegado hasta ahí. Sabía que no había salido del mundo prisión, lo que solo significaba que su mundo prisión ocultaba muchas cosas.

Pero no se paró a pensar demasiado en eso, pues estar ahí no le servía de mucho.

Sin embargo, su mente no colaboraba. Podía recordar el recuerdo con claridad, como los dos anteriores. Pero este era diferente. Era mucho más cercano, más vivido porque era uno de los últimos buenos recuerdos que tuvo con Stiles, o de los últimos buenos recuerdos que tuvo en general.

Paso su manos por sus cabellos mojados, intentando despejarse pero esto no funcionó para nada. Bufo y finalmente se levantó.

La lluvia seguía, lo que parecía tener cierto efecto en el híbrido. Miro al cielo, oscuro y nublado, sin ningún rastro de esperanza justo como él. El sol no parecía querer aparecer nunca y las nubes estaba aferradas al panorama. No se podía calcular por cuánto tiempo había estado lloviendo pero si se podía decir con certeza que lo había hecho lo suficiente como para que el suelo se inundara.

Tampoco parecía haber ningún rastro de vida, solo Leon, las nubes, la lluvia y el inexistente sol. Eso lo hizo sentir como en casa y eso lo asusto, por su casa siempre había estado llena de mentiras, odio y dolor.

No podía sentir, no, ¿Pero entonces porque tenía esa sensación tan familiar y a la vez dolorosa? Su coraza no se había quebrado, todavía era fuerte. Aunque ni él mismo se lo creía. Sabía porque estaba ahí. No era lo suficientemente fuerte. No para aguantar la realidad. No para proteger a Stiles. No para poder consigo mismo y sus demonios.

Apagar su humanidad era más fácil. Kate no había provocado esto, solo fue la gota que colmo el vaso. Porque sabía cómo estaba, cansado de las brujas, de los cazadores y de ser Leon, así que decidió solamente ser el híbrido. No había consecuencias que afrontar porque ya no era una persona que sentía y que le dolía.

Y de igual forma su mente seguí siendo consiente de todo. Sus sentimientos no estaban pero su cerebro seguía en funcionamiento. Sus recuerdos ahí estaban y esos eran los únicos que lo podían traer realmente.

Tantos pensamientos se aremolinaban en su cabeza solo por estar en ese lugar pero no significaban nada, no ahora que por lo único que luchaba era por no encender su humanidad. Metió las manos en los bolsillos de su jean. Se giro al sentir una presencia cerca de él. Sus ojos conectaron con los de Stiles y no pudo evitar levantar las cejas al encontrarlo ahí.

— ¿Cómo me encontraste? — soltó sin dejar de mirarlo a los ojos.

— Me es fácil encontrarte.

Leon frunció algo el seño —. Ni yo sé cómo llegué aquí.

Stiles se encogió de hombros, negándose a compartir la verdadera respuesta. Leon lo dejo ahí, no tenía tiempo para insistir por una respuesta, solo necesitaba salir de donde sea que estuvieran.

Noto como Stiles se llevaba el pulgar cerca de su boca y empezaba a morder su uña, algo que hacía el chico cuando estaba pensando o se encontraba nervioso.

Uso su velocidad vampirica para acercarse a él. Tomo su mano entre una de las suyas para que dejara de hacer eso. Sus ojos volvieron a conectar. Leon bajo lentamente la mano de Stiles pero en ningún momento la soltó.

A su mente llegó el recuerdo de cuando Scott prefirió confiar en Theo en vez de en Stiles. El ambiente de esta situación tenía cierto parecido a esa. Pero sabía que esto no podía ser un recuerdo, ya que ese momento no catalogaba de entre los buenos momentos de Leon.

Puso su mano libre en la mejilla correspondiente del otro. Estaba algo perdido en los ojos de Stiles y su aroma, ese que mentalmente solía llamar adictivo y embriagador.

— ¿En qué estás pensando? — murmuró y casi pareció un susurro.

— En nada importante.

Los ojos de Stiles vacilaron y le mostraron al híbrido algo que había pasado por alto. La mirada de Leon cambio. Se separó de Stiles, sabiendo lo que venía a continuación. Había descubierto como es que terminó ahí.