𝘁𝘄𝗼, 05

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Leon se acomodo una de las tiras de la mochila en el hombro, mientras la otra se balanceaba de un lado al otro por el aire que entraba por la ventana que recientemente había abierto. Saco una de sus manos antes de intentar salir. La brisa era bastante fría y pudo sentir varias gotas caer con fuerza y velocidad sobre la palma de su mano.

Metió la mano que había sacado. Gruño y despeinó sus caballos castaños con la misma mano —. Justo en este momento tenía que empezar a llover.

Escucho pasos acercándose a la habitación. Supuso que era Theo. Le escribió una carta, aunque no estaba seguro que el pesado de papel y una cantas palabras que dejo podía considerarse una, y la dejo en completo silencio en la habitación de la quimera. No tenía idea de porque pero quería explicarle las cosas a su amigo, y así lo hizo. No tenía tiempo para tonterías o para darse el lujo de pensar las cosas.

La puerta se abrió con bastante fuerza, haciendo mucho ruido cuando impacto contra la pared. El híbrido giro levemente la cabeza a dónde se encontraba Raeken con el pedazo de papel, que él había llamado carta, en la mano.

Le tomo unos pocos segundos a Theo recorrer con la mirada la habitación y terminar de armar el rompecabezas. La carta lo debaja bastante explícito, pues había sido muy claro y directa al escribirlo. Leon Salvatore se iba, de verdad estaba listo para hacerlo.

La quimera soltó un suspiro y volvió el papel en sus manos una bola —. ¿Otra vez escabullendote por la ventana?

— Lo prefiero así — respondió con simpleza.

— ¿Has hablado con Stiles?

El Salvatore giro la cabeza. Su mente viajo por unos segundos hacia la noche que había compartido hace no demasiado. Habían estado juntos pero no, no habían hablado, así que negó lentamente.

— ¿Está vez es definitivo? — soltó la pregunta que los dos habían esperado que saliera a la luz.

— Ya sabes la respuesta — señalo con algo de obviedad.

Leon nunca había sido alguien de muchas palabras, por lo menos desde que Raeken o cualquier persona que aún estaba en su vida lo conoció. La única persona que había logrado que hablara con fluidez fue Stiles Stilinski, sin embargo, ya no hablaban desde hace mucho tiempo, ya que el híbrido no estaba preparado para ese momento.

Theo asintió en silencio, aún sabiendo que el mayor no lo vería. La conversación se había acabado y probablemente no volverían a conversación durante un largo tiempo. Eso era un adiós silencioso que para personas como lo eran ellos dos funcionaba a la perfección.

Leon se colocó la capucha de su sudadera, pues su tiempo ahí se había acabado. Poco importaba la lluvia torrencial que afuera de ese apartamento de estaba dando en un momento como ese.

Puso el primer pie fuera y logro sentir la brisa fría y varias gotas golpear la tela de su jean negro y sus tenis del mismo color. Con sus manos se ayudo a terminar de salir por la ventana. No lo hacía con mucho cuidado, pues no le preocupa caer, y además no era la primera vez que lo hacía.

Giro su cabeza, viendo la habitación que había utilizado para dormir desde que llegó a Beacon Hills. Pudo ver al de mirada verdosa tirar la bola de papel en la caneca de basura y cerrar la puerta detrás de él cuando salió, todo eso sin mirar la ventana.

Devolvió su vista al camino que le deparaba. Cerro los ojos por un momento, sintiendo las gotas impactar contra cada parte de él posible. Abrió los ojos lentamente y siguió su camino.

Se iría. Había pasado tanto tiempo con esa idea en la cabeza que se sentía raro ejecutarla por fin. Y aunque aún tenía cosas pendientes en Beacon Hills, se iría. Lo haría con un objetivo en mente. Acabaría con todas las brujas que lo estaban jodiendo y si quedaba tiempo, que estaba seguro que pasaría, pues tiene todo el tiempo del mundo, acabarían también con la academia de cazadores.

Una vez sus pies tocaron el concreto de la calle no miro atrás, ya que no había porque mirar atrás. Ya no quedaba nada ahí.

Hooked; Stiles Stilinski. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora