Leon soltó con brusquedad su fuente de alimento, dejando al chico del cual no sabía ni el nombre el en frío suelo. Había escuchado al y tenía una idea de lo que era. Paso sin chocarse con el cuerpo y camino un poco por la casa que hace unos pocos minutos había obligado a qué lo dejarán entrar.
Le dió una sonrisa torcida a la manada Mcall cuando se los encontró en la sala de la casa. No sé sorprendía, pues los estaba esperando pero habían tardado más de lo que él creyó.
Se tiró en el sillón de un puesto de aspecto viejo que estaba a su lado. Los miro sin decir nada, esperando a que dijeran lo que sea que le querían decir. Ellos también se quedaron en silencio, no parecía saber cómo empezar.
— Se demoraron más de lo que creí — soltó el híbrido.
Otro silencio pero está vez parecía que la manada la tenía más clara. Scott dió un paso adelante, demostrando así que él era el alfa de la manada. Leon no amago ningún movimiento, solo lo siguió con la mirada.
— No quieres hacer esto — sentenció firme.
El ex cazador ladeó la cabeza —. ¿Por qué?
— Porque hemos derrotado a otros como tú.
La sonrisa desapareció del rostro del Salvatore, dando paso a una mueca sin emociones. Levantó las cejas, no creyendo que lo hallan comparado con los "monstruos" con los que se habían cruzado antes. Scott Mcall no media las dimensiones de cuan sanguinario, cruel y peor podía ser Leon Salvatore.
El híbrido se levantó —. No hay otros como yo.
Los estaba esperando y ahora que estaban ahí los iba a quebrar. No había nada que ellos pudieran hacer. No importa cuan fuertes o inteligentes se creían porque él era el doble. Pero sobre todo él no se pararía porque le daba igual el tener que matarlos.
Uso su velocidad vampirica para posicionarse detrás de todos, mas específicamente de Lydia. Y antes de que cualquiera pudiera reaccionar, clavo sus colmillos en la piel blanquecina de la Martin. De los labios de Lydia salió un quejido. Leon no tardó mucho en separar su rostro del cuerpo de la rubio fresa. Les mostró al resto una sonrisa con sus colmillos llenos de sangre, al igual que su boca y parte de su barbilla.
Ejerció algo de fuerza sobre el cuerpo de la rubio fresa. Presiono con la suficiente fuerza para evitar que ella se moviera.
— Creí que habías aprendido que no puedes salvar a todos — murmuró intentado molestarlo —. Luego de Theo Raeken, de los cazadores.
Si Leon tuviera la humanidad encendida tal vez se pudiera palpar la burla en su voz, en su forma de hablar. Justo ahora no había nada, solo la latente necesidad de desacerse de Scott Mcall y su séquito para seguir con su casería. Los mataría de ser necesario y ellos tenía que tenerlo muy claro.
Relajó un poco la presión que ejercía sobre Lydia. La empujó sin medir sus fuerzas, haciendo que la muchacha se tambaleara y terminará en el suelo. La mirada del híbrido se cruzó por unos segundos con la de Stiles. Scott gruño, llamando la atención del Salvatore. Malia secundo al alfa verdadero.
Leon no hizo el amage ni de moverse, solo puso una sonrisa torcida. El ambiente se llenó de tensión como si el próximo movimiento pudiera desatar una guerra, y así era.
Stiles funcionaba contra reloj, tenía la sensación de que esos cortos segundos eran los más largos de toda su vida. Intentaba pensar en un plan, uno en donde pudiera traer a Leon sin que nadie saliera mayormente herido. Pero cualquier idea fue desechada al ver que el ex cazador había empezado a caminar en dirección frente.
Stiles no lo pensó, solo actuó. Rápidamente se movió para quedar en medio de sus amigos y de la persona que amaba. Pudo escuchar a Scott decirle algo pero simplemente no le prestó atención.
El Salvatore se freno, arqueando una ceja al no esperar ese acto por parte del hijo del sheriff.
— Si quieres matar a alguien puedes empezar por mi — soltó lleno de nervios.
Leon no pudo evitar soltar una risa. Volvió a caminar, acercándose lo suficiente para poner una de sus manos en las mejillas de Stiles —. Debe ser abrumador para ti, lo intentas todo y nada parece funcionar, hasta ganas de llorar te debe dar. Pero eso no me conmueve y no, no me hace arrepentir.
Se aparto de Stiles, pasando de él en ese momento. Sabía que un shock emocional era suficiente como para dejarlo fuera de juego. Rodeó al chico de lunares y volvió a poner su mirada el manada que le dirigía una mirada puramente hostil.
— ¡Eres un monstruo!
— Puedes llamarme monstruo, asesino o como quieras, pero ambos sabemos que eso no me detendrá. No hay nada que me importe y eso se llama libertad — le respondió.
Pero antes de otro movimiento alguien con bastante fuerza se abalanzó sobre él. Se había descuido, se había pasado de confiado. Escucho como le gritaban a la manada Mcall que desalojará el lugar y ellos con algo de duda hacían caso.
Había atravesado una pared pero aún así se levantó sin mucho esfuerzo. Reconoció la voz así que sabía que las cosas se tornaran más serias, pues su tan amado padre no estaba ahí para jugar.
Uso su velocidad vampirica para regresar al salón. Solo estaban su padre y Theo Raeken. A simple vista se veía más fácil pero no debía subestimar a su padre ni a la quimera.
No fue una pelea demasiado epica porque al poco tiempo, sin saber Leon el porque, termino en el suelo. No le sorprendió saber que la dupla tenía un as bajo la manga para cuando la situación se complicará.
Escucho sus pasos acercándose. No podía moverse, le costaba pero con el paso del tiempo era más fácil el movimiento. Sabía que era cuestión de tiempo para que retomará el control. Así que sabía lo que tenía que hacer, huir de la compulsión del vampiro.
Lo estaba haciendo bien hasta que durante un pequeño nada su mirada coincido con la de su padre y fue suficiente para que quedara atrapado en su compulsión. Leon Salvatore había perdido.
— Vas a encender tu humanidad — demandó.
Leon no pudo ni hacer ni contradecir, solo obedecer. Cuando Jake estuvo seguro del cambio en la mirada de su hijo le quedro el cuello y lo dejo ahí tirado.
— Quédate con él, no tardará demasiado en despertar — comento y uso su velocidad vampirica para irse.
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Hooked; Stiles Stilinski. ✓
Fanfic𝐇 | ❝ Sabes que no me iría, aunque pudiera. Tomó una noche, un intento, ay maldita sea, estoy enganchado. ❞ Leon ya lo había perdido todo una vez y no estaba listo para hacerlo una segunda vez, aunque eso significará perderse a él también. ▅▅▅▅▅▅▅▅...