1| 𝐨𝐧𝐜𝐞

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-Estoy perfectamente, mamá, en serio -decía la rubia a través del teléfono

-¿Estás segura? Podrías pedir un traslado a la Universidad Nacional de Seúl -propuso su madre con preocupación- será difícil pero eres una niña muy inteligente, te aceptarán

Rachel sonrió- Por los momentos prefiero quedarme aquí. Si algo pasa y llego a cambiar de opinión serás la primera en saberlo ¿Si, omma?

Pudo escuchar con claridad el suspiro pesado que su madre había dado

-Está bien, cuida de tu salud ¿entendido? te amo, mi pequeña -responde

Luego de unas pequeñas palabras la llamada terminó. Rachel arrojó su teléfono en su cama para luego dar un suspiro.

Extrañaba a su madre con toda su alma, siempre había tenido una relación hermosa con ella y el hecho de no verla desde hace dos años era otro vacío en su vida. Gracias a ella Rachel era lo que era, era la copia fiel y exacta de su madre, una persona cálida y empática.

Cuando le mencionó quería estudiar la carrera de sus sueños en el extranjero, jamás se imaginó que las cosas serían así de fuerte.

En Corea su vida era más feliz, tenía grandes amigas que la querían y, aunque ahí estaba la presencia de Jin, este no se había metido con ella hasta el día en que ambos pisaron Estados Unidos. Y aunque ahora mismo cuenta con la increíble amistad de Aspen, de resto estaba completamente sola. A pesar de que parecía que algo resultaría de su cercanía con Suho, había dado eso por perdido.

-hey, ¿cómo estás? -pregunta Aspen desde la cama de arriba- no has dicho nada desde que llegué hace rato

Rachel pensó en alguna respuesta.
Su castaña amiga tenía razón, no había dicho una palabra desde que vio a Aspen entrar por la puerta. Y es que lo que había sucedido esa mañana con Jin la había dejado un tanto perturbada, quizás más de lo que ya lo estaría.

Solo guardó silencio

-¿no me dirás que sucedió? -pregunta As con preocupación

Rachel volvió a optar por el silencio como una respuesta

-Bien, no te presionaré pero... Sabes que puedes contar conmigo, ¿cierto? -vuelve a hablar la castaña -se qué la mayoría de las veces suelo ser testaruda, un poco agresiva y ordinaria, pero estaré dispuesta a ayudarte si me lo permites ...

Rachel quería responder, si quería, pero de nuevo un nudo en la garganta apareció. No sabía el por qué cuando alguien se ofrecía a ayudarla las ganas inmensas de llorar se hacían presentes, era como si se estuviese ahogando, como si estuviese gritando pero nadie puede escucharla.

Era un momento un tanto incomo tanto para ella como para Aspen, sobre todo porque As sabía que algo andaba mal con ella y le desesperaba no saber por qué.

Aspen sintió su celular vibrar y bajó su cabeza para leer el mensaje que le había llegado. Aún con incomodidad habló

- sube a la azotea del edificio, allí hay algo que tal vez te haga sentir mejor - dice para luego poner sus labios en una línea recta

Aspen se dió la vuelta en su silla giratoria y su atención la puso en sus planos de arquitectura. En cuanto a Rachel, se quedó pensativa pero curiosa mientras miraba hacia la ventana.

𝑮𝑶𝑵𝑬 | ᴛʀᴜᴇ ʙᴇᴀᴜᴛʏ sᴘɪɴ-ᴏғғDonde viven las historias. Descúbrelo ahora