𝑮𝑶𝑵𝑬 | ᴛʀᴜᴇ ʙᴇᴀᴜᴛʏ sᴘɪɴ-ᴏғғ

2t; trece [parte I]

—¿¡Podrías explicarme qué es esto?! —exclamó Suho, mostrándole a Seojun el sobre que contenía la carta

—Yo no tengo nada que ver con lo que te haya dicho allí —respondió— lo que ella decidió lo hizo por si misma.

Seojun trataba de mantener la cordura. Si bien no era el mismo chico explosivo de la preparatoria, su carácter no se había ido del todo y aún le costaba ser tolerante.

Y es que la reacción de Lee Suho ante la carta que le había entregado de parte de Rachel no había sido la mejor. Suho había decidido ir a pedirle explicaciones a Han Seojun, cómo si eso fuese una gran idea.

Toda esta tensión a Seojun le hacía recordar sus tiempos en Saebom.

—¿Desde cuándo están saliendo? —preguntó Suho, mirandolo fijamente

— Hace unas semanas —respondió el pelinegro, sin ánimos de dar muchas explicaciones

—De verdad se olvidó de mi tan rápido...—susurró

Pero Seojun tenía un oído muy agudo, por algo era tan inclinado hacia la música

—Eso no te debería importar y lo sabes, Lee Suho —le dijo el chico, con su voz más gruesa de lo usual— aún no sé muy bien que fué lo que pasó entre tu y ella, lo que sé es muy poco como para opinar en cuanto a eso. Pero, lo que si se, es que Rachel sufrió mucho. ¿No debería hacerte feliz el hecho de que por fin se deshizo de esos sentimientos?

—Fué muy rápido —respondió el otro chico

—Dos años. —dijo— fueron dos años, no dos meses, ni dos días; dos años en los que ella trató de que la voltearas a ver aunque sea por unos minutos. Te dejó ir cuando se dió cuenta de que seguías enamorado de Lim Jugyeong, déjala ir a ella. Ella no merece esto.

A pesar de todo, Seojun no quería tener problemas con Suho, lo último que quería era volver a tener roces con quién alguna vez fue su mejor amigo. Sin embargo, no permitiría que él siguiera metiendo sus narices en dónde ya no le compete.

—Si no sientes nada por Rachel, ¿por qué actúas de esa manera? —siguió diciendo— estás siendo un idiota, un completo egoísta...

—¿Y tu la quieres? —interrumpió Suho, sin poder aguantar escuchar más de parte del chico

—Lo suficiente como para decirte que te has vuelto un maldito egoísta —dijo en voz alta— lo suficiente como para pedirte que la dejes tranquila, porque quiero que tenga paz.

Suho miraba un punto fijo al suelo. ¿Qué demonios le estaba sucediendo? ¿Por qué se comportaba de esa manera? Tal vez se había acostumbrado tanto a tener a la rubia de su lado que le incomodaba verla con alguien más.

Podía dar fe de que no le gustaba Rachel, él estaba con Jugyeong y la amaba más que a nada en el mundo. Pero se negaba a soltar la compañía de la chica Hwang que perdió ya hace dos años.

Todo estaba bien.

Rachel encontró a alguien a quien amar y que sobretodo, la amara a ella. Le faltaba poco para culminar una carrera exitosa, estaba a año y medio de convertirse en médico con tan solo veinte años. A pesar de todo, ella se encargó de dejarle claro que no lo odiaba, al contrario, estaba dispuesta a ayudarlo cuando lo necesitaba.