𝑮𝑶𝑵𝑬 | ᴛʀᴜᴇ ʙᴇᴀᴜᴛʏ sᴘɪɴ-ᴏғғ

2t; doce

[especial navideño]

¡El día de hoy la casa de la familia Hwang se sentía mucho más viva de lo normal! Una de las razones por las que la navidad era la festividad favorita de Rachel.

Amaba ver a su madre emocionada preparando la cena, y su casa exageradamente decorada con flores y muchos colores, dónde destacaban el color rojo y dorado, ni hablar del gigantesco árbol que iluminaba la esquina de la sala de estar.

Su emoción se agrandó al ver que su mamá empezaba a colocar los platos en la mesa.

El kimchi y el bulgogi eran platos que no faltaban en la navidad de Corea.

—La navidad apesta.

Rachel giró su cuerpo para ver a la pequeña silueta que se encontraba sentada en las escaleras, con cara de aborrecimiento y fastidio.

-Cállate, Ian -lo reprendió Aspen, quien hasta hace unos segundos estaba emocionada con su gorrito de reno

—Escucha, hermanita. Esto no tiene sentido, básicamente celebramos el cumpleaños de alguien del que ni siquiera hay registros de que de verdad nació en diciembre —hizo una pausa

—¿De qué hablas, niño rata? —pregunta su hermana confundida

—La biblia no lo dice

—¡Por Dios, Ian! Cállate.

—En cualquier caso, si así fuera —siguió hablando como si nada—¿Por qué los ateos lo celebran? Es decir, Aspen, estás aquí celebrando el cumpleaños de Jesucristo luego de haberle dicho a la profesora de biología hasta el mal del que se iba a morir cuando dijo que la evolución era algo imposible.

Rachel soltó una pequeña risa al ver cómo la castaña fulminaba a su hermano menor con la mirada. Sin embargo intentó apaciguar la situación

—Algunos también aprovechan las navidades para pasar tiempo con sus familias, Ian —dijo la rubia poniendo una mano en su hombro

—Familia mi trasero —respondió

—Pequeño demonio...—murmuró Aspen

—Como sea, iré a la habitación de mi novia a seguir leyendo Creepypastas navideños —se levanta— hasta luego hermanita, vaya con Dios.

Dicho esto el niño desapareció por las escaleras. Aspen no despegó su malévola vista de él hasta que no lo vio más.

—Perdonalo, de verdad no sé cómo has aguantado tanto en estos últimos tiempos —le dijo Aspen apenada

—Pues, si te pones a pensar... te aguanté durante dos años en la universidad —Rachel rió

Aspen rió y golpeó levemente el hombro de su amiga.

Han pasado cosas interesantes en la última semana. Uno de esos fue el beso entre Han Seojun y Hwang Rachel, de ahí para acá, Seojun no ha dejado de estar más pendiente de la rubia.

En el fondo, para Rachel, ellos ya estaban en una relación. Sin embargo, le daba vergüenza preguntarle a Seojun si el lo veía de la misma manera; no quería parecer una desesperada. Y tampoco quería apresurarse a sacar conclusiones tal como le pasó con Lee Suho.