2t: Tres

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HWANG RACHEL era fiel creyente de que, si amabas a alguien, harías lo que fuera para que esa persona sea feliz; no importa lo que pasará, sea lo que sea, contribuiria de alguna manera a su felicidad.

El problema está, en que haría que el amor de su vida fuese feliz con el amor de su vida, la cual, no era ella.

Pero el deseo por el bienestar emocional de Suho estaba ahí, latente. Había pasado año y medio y aún no podía superarlo.

A pesar de eso, a pesar de que doliera como el infierno. Ella aceptó.

Lo ayudaría a arreglar las cosas con Jugyeong.

Suho por su parte no se lo pedía por malicia; de verdad necesitaba ayuda y no tenía a quien pedírsela. Rachel había Sido un gran apoyo en su tiempo, y la consideraba su más grande amiga, incluso más que Kang Soojin.

Sabía que había una gran probabilidad de que a Rachel le doliera, pero, esto la ayudaría a acostumbrarse, ¿no?

— todo lo que has hecho por mi en algún momento de lo devolveré, lo prometo, Rich —dice él

Rachel le muestra una pequeña sonrisa ladeada— tranquilo

—... Hwang Rachel —volvió a llamarla

—¿uh?

— te quiero —soltó— no vuelvas a irte de mi vida... por favor

Rachel solamente tomó silencio hacia esas palabras. No podía prometerlo, pues, no sabía si lograría aguantar ver a Suho con otra persona mientras ella solo fingía que sentía nada más y nada menos que amistad.

Ella solamente asintió y bajó su cabeza— Suho...tengo que irme, te estaré llamando

La rubia se paró de su silla e hizo una reverencia para luego darse la vuelta y salir del lugar. No estaba de ánimos para ir a practicar hoy, por lo que tomó un taxi al centro comercial más cercano. Mientras iba en el asiento trasero, respiraba con dificultad y su labio inferior temblaba, en fin, ya estaba llorando de nuevo. El conductor la veía a través del retrovisor pero ella no se daba cuenta por estar tan sumergida en sus pensamientos.

En tan solo unos minutos ya se encontraba entrando al enorme edificio. Miró a su alrededor, el lugar era concurrido, habían muchas personas y el ambiente era agradable.

Al adentrarse más llegó al centro del edificio, dónde sus ojos brillaron al ver que había una pista de hielo. Su niña interior salió y fue corriendo a la taquilla a buscar unos patines de su talla y luego regresó.

Al principio patinaba con un poco de dificultad. Pero al concentrarse en no caerse la ayudaba a no pensar tanto en sus sentimientos, estaba empezando a sentirse mejor. Paró un momento para descansar, en unos banquitos que habían alrededor de la pista.

Se quitaba sus patines hasta que oyó una voz que ella reconocía.

—¿estás bien? ¿te hiciste daño? —dijo una voz grave detrás de ella

La curiosidad fue fuerte y Rachel miró por encima de su hombro, observó a un chico y a una chica. Ella al parecer se había lastimado el dedo y el intentó ponerle una curita

𝑮𝑶𝑵𝑬 | ᴛʀᴜᴇ ʙᴇᴀᴜᴛʏ sᴘɪɴ-ᴏғғDonde viven las historias. Descúbrelo ahora