1| 𝐭𝐫𝐞𝐬

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DESCANSAR
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Lee Suho abrió sus ojos poco a poco. Arto de su insomnio, dió un suspiro y empezó a girar su cuello el cual le dolía.

Luego de que su padre saliera de la operación, no había pegado un ojo en lo que iba de la noche; cada día aquella silla era igual de incómoda que una cama de clavos.

Sentía sus párpados muy caídos, y no se impresionaria si sus ojeras llegaran hasta su barbilla.

Levantó su teléfono celular y lo encendió.

6:30am.

Nuevo récord, había logrado dormir 15 minutos.Suho se sentía cansado. Anhelaba ahora mismo su cómoda cama en Corea del Sur y solo vivir para estudiar.

Miró a su padre quien reposaba en su propia camilla. Se sentía aliviado de que los doctores hubiesen detenido la hemorragia que su padre había estado teniendo. Sin embargo, algo había de diferente en este momento: el Sr. Lee no había despertado.


Los doctores le dijeron que no sabían exactamente cuándo despertaría; podría despertar hoy, mañana, en unos años...o quizás nunca.

Aunque Suho nunca tuvo una buena relación con su padre. Siempre tuvo presente las palabras de Lim Jukyung

"No quiero que te arrepientas de nada"

Esperaba que no llegara el momento de arrepentirse.

Demonios, Jukyung. Por un momento la había olvidado.

El corazón empezó a dolerle de nuevo al recordarlo. Su relación había acabado.

Otra razón por la que no había podido dormir.

Suho se levantó de la incómoda silla en la que se encontraba y se acercó a la camilla de su padre mientras lo miraba fijamente, con la esperanza de que hiciera algún movimiento que indicará su bienestar cerebral. Pero no, eso no sucedió

-Buenos días -se escuchó una fina voz en la habitación

Suho giró su cabeza hacia la puerta, y se encontró con una melena rubia de pie en ella. No responde, solo hace una corta inclinación con su cabeza en señal de saludo y mantiene su serenidad.

-Buen día señor Lee, ¿cómo se siente el día de hoy? -pregunta ella cariñosamente, mientras arrastraba al lado de ella un tensiómetro

La fémina se acercó a la camilla, y levantó el brazo izquierdo del hombre

Suho frunció su ceño-¿es en serio?

Ella paró en seco lo que estaba haciendo-¿Uh?

-Le preguntas como se siente, aún sabiendo que es imposible que responda, ¿crees que es un juego? ¿acaso estás burlandote?

Rachel lo miró a los ojos, sus mejillas se tornaron de un color rojizo muy notable gracias a su tez pálida. Estaba apenada.

-Disculpame si lo ofendí en algún momento -respondió ella haciendo una reverencia- pero el Señor Lee no presenta muerte cerebral alguna. Hay estudios que demuestran que el paciente puede escuchar lo que alguien le dice, e incluso los hace sentir bien, ya que no se sienten solos.

Lee Suho bajó su mirada y tragó grueso. Había Sido un completo idiota.

Por otro lado, Rachel empezó a sentirse nerviosa. Pensó que el chico había bajado la guardia con ella, pero se dió cuenta de lo contrario; la chica entendió lo estresante que podía ser tener a un padre enfermo, así que decidió dejarlo pasar.

-Muy bien señor Lee, tomaré su presión arterial. No se preocupe, es un procedimiento completamente normal para prevenir cualquier otro problema -le habló con cariño

La rubia levantó el brazo izquierdo y procedió a concentrarse en lo que estaba haciendo.

Lee Suho observaba a la fémina con detenimiento, se dió cuenta de que la tranquilidad que ella trataba de brindar a las personas era algo digno de admirar. Y lo lograba, aunque Suho llegaba a tratarla como no debe algunas veces, siempre terminaba tranquilizandose gracias a ella.

Ella colocó un mechón de su rubio cabello detrás de su oreja, dejando ver un poco más su rostro.

Un rostro cálido, amable y cariñoso.

Aún Suho la miraba, observando cada detalle de ella, sin darse cuenta de que estaba embelesado, no por su belleza, sino por el sentimiento que ella emanaba.

-¡Listo! -aviso ella con una sonrisa- su presión arterial está como la de un adolescente señor Lee

Lee Suho soltó una pequeña risa por lo dicho, llamando la atención de Rachel

-Ahora me iré, en un rato el Dr. Bill vendrá a hacer los demás chequeos -dice ella, para luego hacer una reverencia y acercarse a la puerta

-Rachel...-la llamó- ese es tu nombre, ¿no?

La recién nombrada paró su paso y responde nerviosa- S-si

-Es un poco peculiar, muy americano. Pero me gusta, es lindo. -sigue diciéndole con una pequeña sonrisa ladeada- tus padres debieron pensarlo mucho

Rachel colocó un mechón de su cabello rubio detrás de su oreja. No entendía muy bien por qué él estaba intentando sacarle tema de conversación, al fin y al cabo, solo era una simple estudiante de medicina que tomaba la tensión arterial a su padre ¿no?

-S-si, bueno, es un nombre bíblico. Mis padres son muy creyentes...-explica con timidez

Suho se levanta mirándola con detenimiento y se acerca a ella-No te pongas tímida; te recuerdo que quien tomó la iniciativa en invitarme a un café fuiste tú.

La rubia asiente con nerviosismo notando que el chico no apartaba su vista de ella

-¿H-hay algo más en lo q-que pueda ayudarte? -pregunta ella

Él asiente - se me antoja un tazón de ramen. ¿Sabes de algún restaurante de comida coreana por aquí cerca?

Ella asiente

-Bien, estaré allí a las 7:00. -dice para luego acercarse a la puerta

-¡Espera! -lo llama

El se gira

-No te he dado la dirección

El sonríe-No la necesito; porque tu vendrás conmigo

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¡Good night! ¡Actualización!

Las actualizaciones serán un poco lentas ya que también estoy trabajando en la parte final de otro fanfic -que por cierto, si también aman a Han Seojun los invito a leer, la historia está en mi perfil-.

¡Coman bien!<3

𝑮𝑶𝑵𝑬 | ᴛʀᴜᴇ ʙᴇᴀᴜᴛʏ sᴘɪɴ-ᴏғғDonde viven las historias. Descúbrelo ahora