𝑮𝑶𝑵𝑬 | ᴛʀᴜᴇ ʙᴇᴀᴜᴛʏ sᴘɪɴ-ᴏғғ

𝑬𝑷𝑰́𝑳𝑶𝑮𝑶

¿HAN OBSERVADO alguna vez una flor maltratada después de sobrevivir a una tormenta? Su color es opaco, a veces le faltan pétalos, o los que tiene están en muy mal estado.

Aunque en cierto modo es una escena conmovedora, pues a pesar de los desastres por lo que estaba pasando, la flor se mantuvo en su sitio, arraigada, encarando la furia del la tormenta. Ahora aquí está, intacta, doblegada, pero entera, haciendo gala de una fuerza que contrasta con su delicada apariencia. Tal vez se pregunten si recobrará el color, el brillo y la belleza que la caracterizaba.

Pues, este fue el caso de Hwang Rachel.

Hace 6 meses atrás, dudaba de que en algún momento dejaría de sentirse mal. Había dejado ir al que ella consideraba el amor de su vida, para que él fuese feliz con otra persona.

Recuerda esa noche perfectamente, luego de llegar a su habitación lo primero que hizo fue tomar una pastilla para el insomnio, por el simple hecho de no querer pensar en ese asunto. Por otro lado, no volvió a hablar con Lee Suho, si acaso llegó a verlo solo dos veces en el hospital, siempre buscaba la manera de evitarlo.

Ahora, Rachel se sentía mejor, cuando lo recordaba aparecía ese pinchazo en su pecho, pero estaba tranquila ya que pensaba en no volver a verlo.

- Aún no me he vuelto a acostumbrar -dice la rubia entre risas mientras charlaba con Misuk

- Pronto, ya verás -la anima Misuk poniendo una mano en el hombro de ella- Dios, Rachel, estás temblando

Ya había llegado el invierno en Corea del Sur, habían pasado días desde la primera nevada y Rachel aún no se acostumbraba de nuevo al frío extremo del su país natal.

-Amo tenerte aquí de nuevo, aún así, me cuesta creer que dejaste de estudiar en el extranjero por venir aquí -le dice a Rachel

Si, así fue.
Luego de lo sucedido, Rachel pensó en que era hora de buscar su lugar, rodeada de personas que la querían y en su verdadero hogar. Así que decidió transferirse de la Universidad de Washington a la Universidad Nacional de Seúl. Tal como había dicho su madre, fue un poco complicado, pero no imposible gracias a las notas que Rachel poseía.

Al final, volver terminó siendo lo mejor que pudo haber hecho desde un principio.

Ahora, practica en un hospital en el centro de Seúl, al lado de Kim Misuk, quien hasta ahora había demostrado ser una gran amiga para Rachel.

-¿Escuchaste que el ex-CEO de Move Entertainment, despertó del coma? Es imposible, es decir, estuvo inconsciente durante más de un año -le pregunta Misuk

¿Move Entertainment? Ni idea.

-Ni siquiera se quién es, Misuk. -responde

Misuk voltea a mirarla fulminante- Eso es imposible, todos saben quién es

Rachel sonrió divertida - Pues creelo, volveré a mi turno, te veo luego

Rachel tomó un portapapeles que estaba en el mostrador y empezó a caminar por el pasillo; jamás se había sentido tan alegre como cuando empezó a vivir de nuevo en Seúl. Ver a su madre de nuevo e incluso a viejos amigos le había alegrado la vida, a estás alturas no extrañaba nada de Estados Unidos, a excepción de Aspen, con quien aún mantiene contacto.