1. Recuerdo

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Junio de 2015 - 1:00 am

Seulgi abrió la puerta al cuarto de dormir y fue bienvenida por una densa oscuridad extendiéndose frente a sus ojos. Todas las lámparas estaban apagadas y el dormitorio estaba enteramente silencioso, excepto por los suaves ronquidos provenientes de sus amigos.

Caminó adentro con un suspiro, tirando su bata blanca sin cuidado sobre una silla y pisando algo en su camino hacia la cama -probablemente la camisa de alguien o su ropa interior- pero no le prestó atención y simplemente la pateó hacia un lado con cansancio. 

—Joy, despierta, es tu turno de cuidar la Sala de Urgencias—. Seulgi empujo débilmente a la chica durmiente sobre la cama de arriba de la litera y se dejó caer en su propia cama, sintiendo sus músculos estirarse en agradecimiento tras un largo día de labor en el hospital.

La chica sobre su litera tan solo respondió un ligero gruñido, murmurando algo entre sueños y negándose a despertar.

Seulgi exhaló. —Había tres pacientes que sufrieron un accidente automovilístico ingresando cuando me fui. Si no te apresuras a llegar allá en este momento y ellos acaban desangrándose hasta morir, no es mi culpa porque tu turno comenzó literalmente hace un minuto.

—¿Qué?—. Joy, quién se negaba a abrir los ojos hace un momento, se levantó inmediatamente ante la mención de pacientes en estado crítico y rodó hasta bajarse de la cama. 

—¿Estás loca? ¡Debiste haber esperado a que yo llegara antes de irte! ¿Cómo pudiste irte justo a tu hora si había personas muriendo?

Seulgi abrió un ojo, su rostro indiferente al enojo de su colega. —Si me hubiera quedado ahí y esperado a que llegaras, ¿a qué hora crees que te hubieras despertado?

Joy se quejó, su rostro sonrojándose entre una mezcla de enojo y vergüenza. Seulgi simplemente volvió a cerrar los ojos sin previo aviso. —Tal vez deberías aprender a poner una alarma tu misma antes de darme discursos sobre responsabilidad.

Tú, de verdad eres--

—¿Qué pasa? La gente está tratando de dormir—. Una chica más joven llamada Yeri, que dormía en la litera frente a ellas, se levantó sin fuerzas. 

—Nada. Solo  Kang siendo una idiota como siempre—. Respondió Joy con odio, lanzando una mirada amenazante a Seulgi, quien ya dormía dándoles la espalda. —Jamás entenderé por qué alguien tan indiferente como ella está aquí para ser doctora. Espero que el karma la golpee con una dura lección algún día.

Murmuró algunas profanidades más mientras salía del cuarto, azotando la puerta.

—Seulgi unnie, ¿estás bien?—, preguntó Yeri y esperó por una respuesta, pero la chica de cabello color chocolate no le dio ninguna. Después de un rato, ella suspiró y volvió a acostarse, asumiendo que Seulgi se había quedado dormida. Pero contrario a lo que ella creía, Seulgi seguía completamente despierta.

Su cuerpo se giró debajo de la cobija y sus ojos permanecieron abiertos.

¿Karma?

¿Qué derecho tenía el karma para golpearla?

Seulgi bufó suavemente ante esa idea. 

Durante todos sus 22 años de vida había estado viviendo días que se sentían más como un castigo que como una bendición.

¿Karma?

Sus ojos viajaron más allá de la oscuridad cuando los cerró. 

Si hubiera una cosa como el karma, le debía la vida que perdió cuando se miró al espejo hace diez años y se dio cuenta de que era diferente al resto de sus amigos. No un castigo. 

Whisper In Her Ear / Susurro en su oído (Seulrene - Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora