—Seulgi, no puedes entrar.
Seulgi se lanzó hacia delante, empujando todo su peso contra la portera para abrirse camino a la fuerza.
—Ella no quiere verte—. Suspiró la señora Lee, extendiendo por completo su robusta figura de 1,70 metros. —He sido muy indulgente con ustedes en el pasado, pero si sigues causándome problemas, ¡no tendré más remedio que echarte!
Seulgi dejó de empujar por un momento y la miró férreamente a los ojos. —Tengo que verla. Usted sabe que tengo que verla. Por favor, ¿se ha tomado su medicina a tiempo sin mí? ¿Se ha molestado en comer algo? Me necesita y usted lo sabe.
—¡Bueno, ¿y qué si no?!— Gritó finalmente la Sra. Lee, cuando su paciencia se agotó. —Escucha, hija, no sé qué pasó entre ustedes dos hace una semana, pero ella dejó claro como el cielo que no quiere verte. Las enfermeras ya tienen suficientes problemas para manejarla y no necesitamos más disturbios solo porque decidiste ser una exnovia obstinada.
Seulgi la miró abatida y finalmente se apaciguó en una súplica más débil.
—Por favor—. Rogó. —Tengo que verla. Hay... Todavía hay tanto que quiero decir.
—Lo siento, hija—; la señora Lee sacudió la cabeza con cansancio y se negó—, pero no puedo dejarte entrar sin su permiso. No eres un miembro de la familia. Por favor, ten la amabilidad de marcharte.
Soltó a Seulgi pensando que por fin se giraría para irse, pero justo cuando creyó que la interna se había rendido, Seulgi la tomó desprevenida y pasó corriendo por delante de ella.
—¡Seguridad!
Dos varones uniformados se apresuraron a sujetar a Seulgi, y en un segundo se vio atrapada en una lucha física que no podía ganar.
—¡Déjenme entrar!—Suplicó, con ambos brazos y hombros sostenidos con sólidez por los altos guardias. Se sacudió con todas sus fuerzas, pero era demasiado pequeña comparada con los dos hombres.
La estaban arrastrando a la fuerza cuando alguien se precipitó por la puerta principal y los detuvo con un grito frenético. —¡Esperen! ¡Esperen! ¡Deténganse!
Joy entró en el vestíbulo a una velocidad vertiginosa, con su bata blanca ondeando salvajemente mientras envolvía a Seulgi por detrás. —¡La tengo! ¡La tengo! La sacaré de aquí. Por favor, no sean violentos con ella.
Los hombres se miraron dudosos, y Joy asintió para tranquilizarlos antes de tirar de su angustiada amiga hacia el exterior.
—¿Qué demonios?— Soltó una vez que estuvieron fuera de la sala de psiquiatría mientras sus ojos fulminaban a la chica más bajita con incredulidad.
—¡No hemos podido contactarte por toda una semana y de repente te apareces en el hospital actuando como una desquiciada! ¡Mírate!
Señaló el aspecto desaliñado de Seulgi, quien inhalaba y exhalaba con dificultad. —¡No podía creer que Yeri tuviera razón cuando dijo que irrumpiste por la puerta principal en una sudadera y pants! ¿Qué demonios, Seulgi? ¡Tuve que cubrirte con los médicos diciendo que estabas enferma! ¡No puedes hacer esto!
Seulgi la miró aturdida, todavía desconcentrada y balbuceando. —Joy, tengo que verla. Irene. Tengo que verla.
—¡No! ¡Detente ahí mismo!— Joy volvió a agarrarla por los hombros, manteniéndola fija en su sitio mientras la atravesaba con la mirada. —¡No irás a ninguna parte de este edificio con esa apariencia de estorbo! Si los médicos te ven así después de una semana de ausencia inexplicable, ¡estás jodida!
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Whisper In Her Ear / Susurro en su oído (Seulrene - Español)
FanficEn el que la exhausta estudiante de medicina, Kang Seulgi, encuentra que sus días en el hospital no son tan aburridos después de todo, una vez que pone un pie en la sala psiquiátrica y conoce a la curiosa Bae Irene. ...