12. ¿La conoces?

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¿Mamá?

Wendy se asomó por la puerta abierta. Los ojos de su madre se levantaron del papeleo que estaba leyendo y la miraron. 

—¿Sí, cariño? ¿Qué pasa?

Wendy bailaba nerviosamente. Se alejó de la puerta, pero sus pasos eran pequeños y vacilantes mientras caminaba hacia su madre. 

—¿Qué pasa, cariño?— Repitió la mujer cuando ella permaneció en silencio y, por un momento, Wendy consideró volver a su habitación sin decir más.

Tenía miedo de decir algo incorrecto pero, al mismo tiempo, sentía que necesitaba ayuda. Ayuda de un adulto que supiera qué hacer porque ella no tenía idea.

—Es sobre Joohyun-unnie—. Dijo con débilidad, la ceja de su madre se levantó lentamente. 

—Yo... creo que ella necesita ayuda. 



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Joohyun...

Mátalos.

Mátalos.

¡Mátalos a todos!

La voz sonó demasiado aguda en sus oídos y Joohyun se giró bruscamente, con las pupilas dilatadas y la respiración profundamente contenida en medio de la habitación totalmente vacía.

Mátalos, Joohyun

¡Mátalos!

Te quitaron a tu madre.

La hicieron sufrir.

Hazlos sufrir antes de que mueran.

Joohyun continuó garabateando en su armario de forma delirante, sus manos le temblaban enormemente y sus ojos volaban de un lado a otro con nerviosismo mientras arañaba la superficie de madera como una lunática. El sonido del cuchillo chirriando contra el material era casi insoportable. 

Mátalos, Joohyun.

Mátalos.

¿Qué estás esperando? 

—¿Joohyun? 

El llamado disipó las voces fantasmales y en un instante se disolvieron en finas humaredas, deslizándose de nuevo dentro de su cabeza para hacerse uno con ella. 

—¿Qué estás haciendo? 

Joohyun se levantó de donde estaba en cuclillas y cerró el armario de un empujón. Sus ojos desenfrenados se transformaron en unos fríos y tranquilos cuando se giró para mirar a su madrastra.  

—Hola madre—. Saludó amablemente. Su sonrisa parecía tan ausente que hizo que la mujer quisiera retroceder por el repentino escalofrío sacudiéndola. —¿Qué haces aquí?  

Su madrastra se aclaró la garganta con incomodidad mientras trataba de ahuyentar las sensaciones extrañas. —Te escuché hablar con alguien.

Joohyun sonrió con la misma sonrisita que no parecía suya y contestó: —Bueno, debes haber oído mal. No hay nadie aquí, como puedes ver. 

Había un extraño e inquietante brillo en sus ojos que parecía casi peligroso. Su madrastra fue la primera en romper el contacto visual y optó por mirar distraídamente las fotos de la pared. 

Whisper In Her Ear / Susurro en su oído (Seulrene - Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora